Créditos Imagen: Mario Lissón Foto: AVS PHOTO REPORT
Alexander Mendoza | Prensa LVBP
Valencia.- Mario Lissón está cimentado las bases de una carrera que trascenderá en los anales del Magallanes. El nombre del inicialista y jardinero sigue ascendiendo entre los principales jonroneros y remolcadores en la historia de los Navegantes.
El jueves por la noche sacudió su primer cuadrangular de la temporada y el 47 de su carrera con los filibusteros. Apenas cuatro toleteros del equipo han sacado al menos 40 pelotas. La lista la encabeza Richard Hidalgo (56) y también incluye a Luis “Camaleón” García (44), miembro del Salón de la Fama, y Alfredo Torres (42). La diferencia entre su célebre compañía y Súper Mario está en los años de servicio. El toletero caraqueño lo ha hecho en poco menos de siete temporadas, al resto le tomó entre 12 y 16 campañas.
Su estacazo de anoche encontró a un compañero en circulación y elevó a 186 su número vitalicio de remolcadas, la novena cantidad más elevada en los registros del equipo, igualado con Edgar Naveda, y tan solo a 14 producidas de convertirse apenas en el séptimo pelotero con 200 o más impulsadas del club.
“Sé que estoy cerca en los jonrones y creo que me faltan unas cuantas empujadas. Pero no le había prestado atención”, soltó Lissón. “Hace poco estuve hablando con mi papá y mi esposa de eso, de todas las cosas que he podido alcanzar con Magallanes en tan poco tiempo. Apenas es mi séptima temporada y en mi segundo año no jugaba todos los días. He podido hacer muchas cosas en pocos años y estoy contento por eso. Agradecido de poder hacer ese tipo de cosas que he estado logrando”.
Más allá de sus logros personales, Lissón piensa en metas colectivas.
“Este año en lo personal lo primero es quedar campeones, la temporada pasada fue difícil para nosotros, al quedar eliminados por un juego”.
Magallanes ha estado jugando para .500 en el inicio de la 2017-2018, con Lissón sumido en un profundo slump, que le tiene con un anémico promedio de .156 (45-7). Tal vez su estacazo de vuelta completa sea el inicio de su despertar. Antes del partido de este viernes, estaba ligando para .200 (25-5) en sus últimos ocho encuentros.
“Esperamos que siga tomando buenos turnos. Siempre ha sido un pelotero batallador”, dijo el manager Omar Malavé. “En Estados Unidos jugó poco al final de la temporada (en Doble A con Washington), por eso le ha constado un poco retomar su ritmo, pero confiamos que será el Mario de años anteriores”.
Entre 2011 y 2016, Lissón fue uno de los cuatro peloteros en la LVBP que acumularon al menos 46 vuelacercas.
“En Ligas Menores me fue malísimo. No batee nada. No estaba jugando todos los días. Me sacaban como emergente, a veces me alienaban contra los zurdos. Estuve resolviendo asuntos familiares fuera del terreno y me costó concentrarme”, contó. “Pero aquí siempre he bateado, me ha ido bien. Ojalá pueda poner buenos números, repetir lo que hice el año pasado, quizás un poco mejor, pero trato de no meterme presión en ese tipo de aspectos. Trato de salir a jugar mi pelota, divertirme y ganar”.