Manny Piña brilla con los Cerveceros

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Créditos Imagen: Manny Piña Foto: Journal Sentinel

 

LasMayores.com | .

 

Nueva York.- Dentro del clubhouse de los Cerveceros, los compañeros de Manny Piña empiezan a armar un alboroto tan pronto escuchan los registros por Statcast™. En este caso, las cifras se refieren al tiempo que les toma a los receptores recibir un lanzamiento y tirar la bola en la segunda base.

“(El puertorriqueño Iván) Pudge Rodríguez lo hacía en 1.71”, dijo el utility de los Cerveceros y también venezolano, Hernán Pérez. “1-7-1. ¿Cuánto hace Manny?”.

Piña está muy cerca de Rodríguez, quien básicamente es el con quien a cualquier receptor le gustaría ser comparado. La cercanía de Piña con el hombre que este verano será exaltado al Salón de la Fama puede ser difícil de creer, incluso para los compañeros y coaches de este novato que a los 29 años de edad y tras tantas vueltas finalmente ha recibido su primera oportunidad de verdad en las Grandes Ligas. Pero es cierto, al menos en una muestra pequeña.

EN BUENA COMPAÑÍA

Son muchos los factores que intervienen en el destino de un ladrón de bases. Pero lo rápido que es capaz el receptor de enviar la bola a la segunda base juega un papel muy importante en ello. Los disparos de Piña han sido buenos. Buenos de verdad. Hubo uno de 1.74 segundos con el que sacó a Matt Carpenter el 21 de abril, el más rápido registrado por Statcast™ esta temporada. Y otro de 1.77 segundos ante los Azulejos el 12 de abril que aparece en el tercer puesto. También retiró al velocísimo Billy Hamilton el 16 de abril.

En total, el receptor de los Cerveceros ha hecho cinco de los siete tiros más rápidos medidos por Statcast™ esta temporada. Es por eso que a Piña se le puede mencionar junto a un jugador que fue reverenciado en sus tiempos por ser el único cátcher que lanzaba de forma consistente alrededor de 1.7 segundos.

La velocidad del cátcher para tirar a la base y el tiempo que le toma al lanzador hacerle llegar la pelota al cátcher han sido registrados desde hace mucho tiempo por los equipos de las Grandes Ligas. Pero generalmente se hacía con herramientas rudimentarias, como cronómetros, proclives a los errores humanos.

Pero con Statcast™ se pueden medir con precisión esos pequeños detalles del beisbol que marcan grandes diferencias. En el caso de los receptores, la diferencia entre 2.00 segundos y 1.80 segundos es el espacio que hay entre ser promedio y pertenecer a la élite. Cualquier cosa más rápida que 1.80 es una rareza reservada, al menos de forma anecdótica, para leyendas como Pudge y ocasionalmente también para su compatriota Yadier Molina.

Esta temporada, Statcast™ ha reconocido nueve disparos de 1.80 o más rápidos. Cinco son de Piña. El receptor de los Marlins J.T. Realmuto, el de los Padres Austin Edges y el cátcher puertorriqueño de los Angelinos, Martín Maldonado, tienen los otros.

LARGO CAMINO

“Me siento orgulloso”, dijo Piña cuando escuchó las cifras. “Eso me recuerda todo lo que he avanzado desde el lugar donde estaba hace seis o siete años en las menores”.

Piña se crio jugando en el campo corto en las afueras de Barquisimeto, Venezuela. Los Rangers lo firmaron cuando tenía 17 años en el 2004, pero solo después de que el escucha Manny Batista convenciese a Piña a convertirse en receptor.

“Yo era muy lento para jugar en el short. Mi entrenador me dijo que probara como cátcher. Al principio dije que de ninguna manera”, recordó Piña. “No quería andar poniéndome los aperos y que me golpearan los pitcheos. Pero cuando los scouts me dijeron que me querían ver detrás del home, los escuché”.

Piña aprendió la posición de receptor durante su carrera profesional. Los passed balls lo atormentaron al principio. A las 6:30 de la mañana ya solía estar parando pitcheos lanzados por una máquina de alta velocidad. Lentamente fue aprendiendo a recibir, a enmarcar lanzamientos. Después llegaría la hora de pedir los pitcheos y manejar a un cuerpo de lanzadores. Pero le tomó tiempo.

Más allá de jugar cinco partidos por Kansas City entre el 2011 y el 2012, Piña pasó 12 temporadas completas en las menores. Fue dejado en libertad dos veces y cambiado en tres ocasiones. Este año se ganó un puesto en el roster del Día Inaugural de los Cerveceros, y se ha combinado con Jett Bandy para formar uno de los dúos de receptores más productivos de Grandes Ligas. La defensa se lleva la mayor parte del enfoque de Piña, pero además está bateando .305/.347/.463 en 29 juegos.

“Es uno de esos jugadores que despega tarde”, dijo el manager de los Cerveceros, Craig Counsell. “Ha puesto un par de tiros allá bien rápido, bolas con las que pensarías que no tendría ninguna oportunidad”.

Para los Cerveceros, la prioridad de los receptores es manejar a los pitchers, recibir y bloquear pitcheos. También creen que la fuerza del brazo es lo menos importante al momento de evaluar qué tan talentoso es un receptor.

“La precisión es más importante que el tiempo”, afirmó el coach de la banca de Milwaukee, Pat Murphy, quien se encarga de trabajar con los caretas. “Hacer una transferencia limpia, tomar la bola de la forma correcta y lograr que ésta salga en la dirección adecuada ha ayudado a Manuel más que cualquier otra cosa”.

La velocidad promedio de los tiros de Piña a la segunda base es 81.8 millas por hora, quinto en las Mayores, pero más lento que la de Maldonado, el líder en ese departamento con 84.9 mph.

“Mi trabajo con los pies es más importante que mi brazo. Si no muevo bien los pies, mi brazo no significa nada”, dijo Piña. “Si la parte de abajo de mi cuerpo está en buena posición para tirar, tengo muchas más posibilidades de poner la bola ahí sobre la base”.

 

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