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Andriw Sánchez Ruiz | Prensa LVBP
Caracas.- Solo va poco más de dos semanas de campeonato, pero José Tábata se podría jactar de un hecho verídico: nadie ha bateado más que él hasta ahora. El jardinero, recién llegado a los Navegantes del Magallanes en un cambio que lo sacó de las filas de Caribes de Anzoátegui, amaneció este jueves con 22 imparables, cifra tope en la Liga Venezolana de Beisbol Profesional.
El desempeño se podría considerar una hazaña si se toma en cuenta su bajón en el beisbol organizado. Resultó dejado en libertad por los Dodgers de Los Ángeles y fue a parar a México. Pero no es algo que lo desespera. Todavía tiene la esperanza de volver a las mayores y rendir igual o más que en sus mejores años con los Piratas de Pittsburgh.
“Me siento bien. Me he preguntado si soy capaz de volver a las Grandes Ligas y sí”, dijo ayer, antes del primer juego entre los Eternos Rivales.
Al parecer no existe un ajuste especial. El éxito ha llegado con la misma filosofía que implementó entre 2010 y 2015 con los Piratas, con los que dejó promedio vitalicio de .275 en 1.592 turnos legales.
“Soy el mismo de Grandes Ligas”, afirmó. “No he cambiado nada. Siempre sigo mi rutina solo que, a lo mejor, no había tenido la suerte de mi lado como ahora. Muchas personas me han conocido como el hombre que da el batazo y gracias a Dios lo estoy haciendo”.
Aunque no es la posición que ocupa en el lineup, pues el manager Carlos García lo ha convertido en su tercer madero, sus números tienen similitudes a los de un primer bate. Solo tiene 4 carreras remolcadas pero 8 anotadas. Luce promedio de embasado de .578 y slugging de .732; lo que da un OPS de 1.309, bastante bueno para la media de la estadística. Esos números le dan la responsabilidad de ser el hombre más peligroso de los valencianos.
“Me he comprometido con el equipo, ya que me salen las cosas bien y me toman como un líder”, comentó el guardabosque que antes de la jornada de este jueves bateaba para 16-10 (.625) con hombres en bases. “No tengo nada de presión, solo voy a dar el cien por ciento, confiando en mí mismo”.
No hay ninguna duda sobre su bate… ¿Pero y su guante? Es un punto que no deja de trabajar. “Siempre he tenido problemas en las piernas. Todavía, dependiendo de la jugada, voy con miedo pero me enfoco en ese aspecto a diario para estar bien”, señaló Tábata.
Y se nota que está en su mejor momento. Hasta ha tratado de robar bases. “Es que sé cuándo debo correr”, afirmó.