Créditos Imagen: José Altuve Foto: Tim Warner AFP
Alexander Mendoza | Prensa LVBP
Caracas.- José Altuve llegó al encuentro del sábado con apenas ocho hits en sus últimos 48 turnos y una línea ofensiva de .167/.184/.313, por lo que le pidió al manager Dusty Baker, que lo bajara en la alineación.
“No estoy ayudando al club en la parte alta del lineup”, le dijo Altuve al estratega de los Astros, de acuerdo con un reporte de Chandler Rome para el Houston Chronicle. “Aprecio el respeto que me están dando, pero los que se encuentran delante de mi están haciendo mejores swings, jugando mejor”.
Baker borró al seis veces convocado al Juego de Estrellas, del tercer lugar en el orden y lo colocó séptimo. Altuve respondió ligando de 3-1, con una remolcada, en el triunfo 2-1 contra los Marineros de Seattle.
Fue apenas la segunda vez, desde el 11 de septiembre de 2012 (contra los Cachorros), que Altuve inició un partido bateando séptimo y apenas la novena oportunidad en su brillante trayectoria. Antes de esa noche, el venezolano no esgrimía el madero en un lugar más bajo del tercero en el orden desde 2014 o inferior al cuarto turno desde 2012.
Baker agradeció el gesto de Altuve, que en sus 10 años de carrera ha liderado el circuito cuatro veces en hits, en tanto que ganó el premio al Jugador Más Valioso en 2017.
“He estado en miles de alineaciones y he elaborado otras tantas”, señaló el experimentado piloto. “Los muchachos no suelen decir ‘ponme más abajo en el orden’. Eso es algo de orgullo, especialmente si has estado bateando de primero, segundo o tercero la mayor parte de tu vida. Fue muy importante que me dijera eso”.
El domingo, Altuve fue ubicado en el sexto puesto y se fue de 4-1. Este lunes amaneció con promedios de .184/.253/.310, tres jonrones y 10 remolcadas, en 20 desafíos.
Houston marcha con récord de 11-10, como escolta del puntero Atléticos de Oakland (16-6), en el oeste del joven circuito, con un rendimiento colectivo muy por debajo al esperado antes de iniciarse la campaña, cuando el club era considerado favorito para ganar su cuarto banderín consecutivo.