Créditos Imagen: Foto: Alejandra Quirarte
Henry Roldán Sesti | Prensa LVBP
Santo Domingo, República Dominicana.- Jorge Vázquez sabe que esta tarde no será solo un juego más en su larga carrera como profesional. El poderoso toletero mexicano está consciente que el compromiso que disputará su equipo los Venados de Mazatlán, contra los Tigres de Aragua, estará cargado de muchas emociones para él.
El “Chato”, como es conocido el amable y carismático slugger, confesó que será muy emocionante medirse, en el marco de la Serie del Caribe, a los que hasta hace poco menos de 15 días fueron sus compañeros de equipo en Venezuela.
“Tengo como una especie de sentimientos encontrados porque yo quedé muy fascinado con ese equipo. De verdad puse el corazón con ese equipo y desgraciadamente por lo que pasó (fallecimiento de su padre) tuve que regresarme a México”, destacó fuera del clubhouse mexicano, durante la jornada del martes. “Me da mucho gusto que quedaran campeones porque son un tremendo equipo y se lo merecían”.
Si bien no es muy común ver a peloteros mexicanos en la LVBP, Vázquez compaginó rápidamente con la LVBP, no solo por sus importantes batazos, sino por el compañerismo que consiguió en el clubhouse aragüeño.
“Se creó una gran amistad entre nosotros, por lo que nos la pasamos bromeando. Ahora que estamos en contra nos vemos y nos saludamos. Somos rivales en el terreno, pero afuera somos grandes amigos. Dejé grandes amigos en ese equipo y eso me da mucho…y así como son de amigos son de buenos para jugar beisbol”, prosiguió el bateador designado de los Venados. “Es tan así que tuvieron el gesto de venir y darme el pésame, de saludarme (durante la ceremonia inaugural). Es un gran grupo con el que creé mucho sentimiento”.
En 14 juegos disputados con los Tigres, todos en postemporada, Vázquez dejó un alto promedio de .386 (57-22), con tres jonrones, 10 remolcadas, OBP de .462 y un OPS de 1.058.
“Va a ser muy bueno verlo, pero no va a ser muy bueno enfrentarlo”, bromeó el manager de los Tigres, Eduardo Pérez.
“Desde que llegué a Venezuela me dieron un recibimiento muy grato y eso me ayudó a concentrarme mucho más a hacer las cosas”, prosiguió el nativo de Culiacán. “Mi esposa quedó encantada con Venezuela. Quedamos muy enamorados. Con los ojos vendados regresaría”.