Créditos Imagen: Jesús Solórzano (75) Foto: AVS PHOTO REPORT
José Alejandro Padrón | BeisbolPlay
Caracas.- Algunas veces -durante días, semanas, meses o años- una persona, a pesar de poseer talentos y capacidades, mantiene en su lista una cuenta sin saldar. La cuenta de Jesús Solórzano inició en la 2011-2012 con los Tiburones de La Guaira. Al pasar los años, cinco temporadas más se agregaron a la deuda del oriental.
Defendió tres equipos: debutó con Tiburones de La Guaira, pasó a los Cardenales de Lara y disfrutó jugar cerca de casa con Caribes de Anzoátegui (es de Barcelona), pero su bate durante ese periodo permaneció callado, a pesar de ser campeón ofensivo en la Liga Paralela más de una vez. El anzoatiguense no volvió a pisar un diamante de la Liga Venezolana de Beisbol Profesional después de la 2015-2016.
“Fue mi primer cambio”, recordó de inmediato Richard Gómez, actualmente gerente deportivo de los Leones del Caracas y quien entonces ocupaba ese mismo cargo en Cardenales. “Fue por Mauricio Robles, de los Tiburones. Tenía muchas condiciones, mucho talento, pero no lo sabía”, explicó el directivo de los melenudos, que vio hacer realidad su vaticinio: desde la pretemporada estaba convencido de la ofensiva que podía exhibir Solórzano en la pelota criolla.
En Cardenales de Lara, Solórzano participó en 63 encuentros, consumió 101 turnos al bate, pegó 19 incogibles, siete extrabases -sin jonrones- y remolcó siete carreras. Su línea ofensiva la completó con .188 de AVG, .239 de OBP, .287 de SLG y OPS de .507.
“Lara me dio la oportunidad, pero me dieron un rol en el cual no me sentí cómodo”, expuso el ahora jardinero del Caracas, que en 19 encuentros –antes del compromiso del sábado- muestra un madero fructífero con promedio de .388, producto de 33 inatrapables en 75 turnos al bate con cinco dobles, par de triples, cuatro cuadrangulares y 17 remolcadas.
“Aquí sí estoy jugando en el rol con el cual me siento cómodo y lo he demostrado”, explicó Solórzano, quien viene de jugar en México, en donde lo aprendido no se relaciona con técnicas o ajustes. “Aprendí a divertirme. Gracias a Dios me han tocado managers que me piden que me divierta. El último que me dirigió me dijo: ‘sonríe, así falles’. Pienso que es eso: hay que divertirse”, contó el toletero, ahora un pelotero muy diferente al que vio la LVBP en su primeras seis presentaciones.
“Ha tenido un cambio radical. Es muy seguro de sí mismo. Superó mis expectativas. Se ha convertido en un líder dentro del clubhouse”, confesó Gómez. “Desde que lo tuve en Cardenales sabía de las habilidades que poseía. Está aprovechando la oportunidad. Definitivamente es un pelotero para esta liga”.
“Desde que conocí a Richard (Gómez) siempre ha confiado en mí. Sabe que tengo el talento y las habilidades. Cuando me dieron la oportunidad no la aproveché, pero maduré como humano”, manifestó el oriental, de 29 años de edad, quien asegura ver “las cosas con tranquilidad. Nada gano con salir molesto o frustrado al campo. Lo que pasó ayer, ya pasó. Vamos con el hoy para aprovecharlo y divertirnos”.
La constancia ofensiva de Solórzano le permite ver su nombre a diario en el lineup de los Leones, lo cual le permite decir, con la seguridad referida por Gómez y con la sonrisa que le sugirió el último piloto que tuvo en México: “Sí, me estoy sacando la espinita y aquí vamos a seguir. Mientras tengamos salud vamos a seguir jugando y dando lo mejor de mí”.
