Créditos Imagen: Ildemaro Vargas | Foto: @Nationals
José Ángel Rodríguez | Prensa LVBP
Caracas.- Ildemaro Vargas duplicó e impulsó una carrera el lunes, en el triunfo de los Nacionales de Washington 7-2 sobre los Marlins de Miami, para aportar en la barrida de la serie de cuatro juegos disputada en el loanDepot Park.
El venezolano se fue de 4-2 en el encuentro para extender a siete su cadena de juegos embasándose y dar continuidad a su sólido inicio de campaña, brindando consistencia cada vez que ha recibido la confianza del mánager Dave Martínez.
Vargas ha mostrado su versatilidad al campo desempeñándose en la presente zafra como shortstop, camarero, antesalista y jardinero izquierdo. Convirtiéndose, de igual manera, en un hueso duro de roer para los pitchers rivales.
Hasta antes de la jornada del martes, participó en 16 de los 28 compromisos de los capitalinos, y sólo en uno de los 15 que inició como titular no llegó a la almohadilla de forma segura (por hit, boleto o pelotazo).
Durante la racha que inició el 19 de abril, el capitán de Cardenales de Lara en la LVBP, exhibe línea ofensiva de .346/ .393/ .423, con un par de dobles, e igual número de empujadas y anotadas, además de una base robada.
Ese cojín escamoteado fue el home, durante la sexta entrada del duelo dominical contra los peces. Con corredores en las esquinas y un out, el piloto Martínez ordenó un doble robo, que resultó exitoso, mientras lanzaba el derecho Burch Smith y tomaba turno Alex Call.
“Estaba preparado para hacerlo porque lo había hablado con el coach de tercera (Ricky Gutiérrez)”, mencionó Vargas a BeisbolPlay sobre la jugada que le otorgó ventaja a su equipo de 10-7. “Me dio una gran felicidad robarme el home, y con eso también poder darle un respiro mis compañeros, en ese momento”.
El oriental, que tiene como una de sus marcas de fábrica la inagotable energía que transmite a sus cofrades tanto en la Gran Carpa, como en la pelota rentada de invierno, encuentra la motivación en la misma esencia del deporte.
"Es el amor que tengo por el juego y por mis compañeros", aseguró Vargas al Washington Post sobre su inspiración. "Intento hacer todo lo que puedo para ayudarles y espero que les vaya lo mejor posible".
Durante el reciente Spring Training, el monaguense tenía en su locker un letrero colgando que decía: “Hoy es hoy. Mañana es mañana”. Aunque el pelotero admitió que la frase no es suya, sino de su abuela, Mamá Rosa, quien tiene 103 de años de edad y todavía vive en Venezuela.
“Básicamente, lo que ella quería decir es que tenías que vivir hoy porque no sabías lo que pasaría mañana”, ahondó. “El mañana no está garantizado”.
Vargas ha interiorizado esa filosofía a lo largo de su carrera de ocho campañas en el Big Show. Nunca estuvo conceptuado como un prospecto cotizado, y no fue hasta los 25 calendarios que se graduó en la élite, teniendo que luchar innumerables veces a contracorriente.
Para el oriundo de Caripito, su tope de careos en una contienda de la MLB ha sido de 92, en 2019. Aunque su brillante inicio de certamen, y lo estimado que es tanto por el alto mando de los Nacionales, como por sus compañeros, invita a pensar que se perfila para labrar su mejor cosecha.
“Obviamente, quieres tener a un tipo así en todos los clubhouses”, aseguró su cofrade Trey Lipscomp. “Él es alguien especial”.
EL DATO
Hasta antes de la jornada del miércoles, Ildemaro Vargas acumula más boletos negociados (7) que ponches (6) en la temporada. Mantiene la tónica del año pasado, cuando registró la segunda tasa de abanicados más baja en las Grandes Ligas entre bateadores con al menos 250 viajes al plato, con 7,0 %.