Créditos Imagen: Henry Urrutia Fotos: AVS PHOTO REPORT
Yelimar Requena | Prensa LVBP
Caracas.- Han sido días muy duros en la LVBP. La nostalgia y el dolor que arropan al circuito desde el viernes pasado se han ido atenuando, pero siguen ahí. Cardenales de Lara ha dado un ejemplo de valentía que quedará por siempre en la historia del circuito. Hasta el martes, el equipo ganó todos los juegos que disputó desde que perdieron a dos de sus mejores bateadores. Ha sido así porque los crepusculares están convencidos de que la mejor manera de honrar a José Castillo y Luis Valbuena, es salir a jugar con mucha más fuerza.
“Aun no asimilamos lo que sucedió, todavía está esa sensación de que todo es una pesadilla, pero hemos decidido jugar. Más allá del campeonato, que obviamente queremos, entendemos que el objetivo de “El Hacha” y Valbuena siempre era dar lo mejor en el terreno, por eso creemos que la mejor manera de honrarlos es jugar y tratar de ganar todos los juegos”, declaró el cubano Henry Urrutia, que casualmente fue el artífice de la primera victoria crepuscular tras lo sucedido.
El jardinero conectó el hit de oro en el noveno episodio contra los Tiburones de La Guaira el pasado lunes, luego de 33 turnos fallidos, y lo hizo justamente bateando en el lugar de la alineación, que usualmente ocupaba Luis Valbuena. La escena conmovió a toda la afición que estaba en el Estadio Antonio Herrera Gutiérrez de Barquisimeto. Lágrimas, aplausos y la canción de “El hacha” de fondo, enmarcaron el momento, que sin duda estará por siempre en los recuerdos del antillano.
“Me sentí emocionado de ocupar el turno que era de ‘Válvula’, como yo le decía. Desde el primer momento traté de concentrarme lo mejor posible para hacer un buen trabajo. Sabía que me iba a llegar la oportunidad de ayudar al equipo a ganar ese juego y Dios me dio justamente ese chance. Estoy feliz”, confesó el guardabosques, que está convencido de que Cardenales tiene, ahora más que nunca, razones para ganar el campeonato, luego de ir a dos finales seguidas.
“Cardenales tenía todo lo necesario para ser campeón antes de que pasara esta tragedia, pero ahora contamos con un impulso emocional mayor, vamos a darlo todo y más”, aseguró, claramente conmovido por el momento que vive la novena crepuscular y que mantiene a todos los fanáticos del beisbol cabizbajos, tratando de preservar en su memoria los últimos batazos que dieron Castillo y Valbuena el pasado 6 de diciembre, para despedirse en silencio de la pelota que los hizo inmortales de Venezuela.
Henry Urrutia no pudo contener el llanto, luego de dar el batazo que decidió el partido del lunes
ENFOCADO EN MEJORAR
Urrutia, campeón bate de la temporada pasada, está consciente de que no está teniendo el año que se esperaba y sostiene que el mal momento por el que atraviesa está relacionado con la calidad de los lanzadores y la estretategia que están usando para enfrentarlo. Sin embargo, aseguró que está enfocado en mejorar.
“Trato de no pensar en los turnos que fallé, sino en los que me quedan por delante. Siempre hay ajustes que hacer para mejorar. La liga esta mejor en cuanto a pitcheo, los lanzadores ya saben cómo lanzarme, por eso insisto en que es necesario hacer ajustes constantemente y así lo estoy haciendo en eso”, afirmó el jardinero, que antes de la jornada de este miércoles apenas ligaba para .191 en 19 juegos.
El cubano, que suma cuatro temporadas en la LVBP, dos con Leones y dos con Cardenales, sostuvo que no siente presión por igualar su cosecha del año anterior en el que terminó con promedio de .385. A su juicio la novena no está en búsqueda de premios individuales y en ese sentido su único interés es ayudar como sea a conseguir el título.
“Como decimos en el beisbol, el año pasado ya está pago. No pienso en lo que hice antes sino en lo que tengo que hacer ahora. La directiva y la gerencia confían en mí para ayudar al equipo y esa es mi mayor motivación para trabajar más duro y salir del mal momento. El compromiso es ganar, no estamos buscando tener el mejor lanzador de la liga, ni al MVP, buscamos el título”, concluyó.
