Créditos Imagen: Harold Castro | Foto: Henry Delgado
Rayner Rico | Prensa LVBP
Caracas.- El estatus de un jugador puede ser tan volátil, como su carrera se lo permita. Un día puedes ser uno más del montón y al otro estar en la cúspide. Tal y como ocurrió con Harold Castro.
La última vez que se presentó sobre un terreno de la Liga Venezolana de Beisbol Profesional (LVBP) en la campaña 2018-2019, se trataba de un pelotero que, si bien rendía grandes dividendos a la causa de Leones del Caracas, a nivel del sistema organizado de MLB no había podido trascender y se encontraba bregando fuertemente por ganarse una oportunidad en el Big Show.
La paciencia, el trabajo arduo y la constancia lo llevaron finalmente a conquistar ese tan anhelado sueño con los Tigres de Detroit y hoy día se presenta como una de las figuras más importantes en el esquema de un conjunto melenudo, que estuvo aguardando con ansias su retorno.
“Estoy sumamente contento y agradecido con Dios por estar aquí de nuevo y ayudar al equipo a cumplir el objetivo que tanto soñamos como lo es el campeonato”, indicó el martes por la tarde, tras su primera práctica formal con el club, quien está llamado a ser el jardinero central de todos los días para la novena capitalina.
Aunque ese es el papel fundamental que se vislumbra a que cumpla en esta, su quinta temporada con el uniforme caraquista, Castro tiene la disposición para desempeñar cualquiera sea la labor que se le encomiende, siempre y cuando sea por el bien colectivo.
“Estoy dispuesto para el rol que me indique (el mánager José) Alguacil. El que me corresponde como uno de los peloteros más antiguos del equipo. Dar el todo por el todo y enseñar a los muchachos más jóvenes que tenemos que jugar con amor a la camiseta y a hacer esas pequeñas cosas del beisbol”, señaló el versátil pelotero, de 29 años de edad, sobre esa nueva responsabilidad y faceta que le concede el haber sido un constante grandeliga en las últimas cinco campañas.
Durante su última actuación en Venezuela con Leones, ayudó a los suyos a avanzar a la final del torneo, misma que perdió contra Cardenales de Lara. Con ese sin sabor se quedó el Harold Castro inexperto, quien reconoce que desde entonces han cambiado muchas cosas, no solo para él sino para el equipo en general.
“Aquella temporada teníamos, como quien dice, un poco más de figuras, existía un poco más de jerarquía. Aunque el plan sigue siendo el mismo para todos los que estamos ahora aquí. Concretar el máximo de victorias, lograr el campeonato, que es lo que deseamos. La armonía y la hermandad la tenemos”, esbozó el súper utility, quien en sus cuatro campañas previas arrojó buenas cosechas, aunque fue esa 2018-2019 la etapa de su consagración.
“El Tren del 23”, como es apodado el polivalente jugador, en dicho certamen participó en 62 encuentros, en los que dejó .349 de average producto de 84 hits en 263 apariciones legales en el plato. Colocó también topes personales en impulsadas con 27, jonrones con tres, seis bases robadas, un par de triples, 13 dobles y 38 carreras anotadas.
A pesar de que su incorporación al conjunto caraqueño se produjo si se quiere de manera tardía, luego de estar atendiendo asuntos de índole personal en Estados Unidos, Castro no estuvo para nada exento de lo que ha sido el rendimiento de sus compañeros y que los tienen ahora mismo luchando por la cima del campeonato.
El toletero sacó provecho de los avances tecnológicos y todas las plataformas que existen para visualizar los encuentros vía streaming, para hacerle seguimiento a los suyos, así como también la constante comunicación tanto con la gerencia, como con varios de sus socios dentro del clubhouse.
“Los estuve siguiendo por las aplicaciones. Estamos jugando bastante bien, en colectivo, haciendo las pequeñas cosas. De verdad que satisfecho con el grupo que tenemos, de la unión que existe”, declaró.
La decisión de estrenarse en la zafra con apenas un par de días en el país, a simple vista luce como una decisión precipitada del cuerpo técnico y del propio jugador. Sin embargo, Castro no estuvo de vacaciones antes de su llegada. Durante su estadía en territorio estadounidense aprovechó para mantener sus condiciones en estado óptimo y aportar desde lo antes posible.
“Había estado entrenando. Estuve haciendo swings. Estaba bateando, estaba haciendo ‘bp (práctica de bateo), corriendo. Lo único es que no había visto pitchers, por eso le pedí al mánager que me pusiera a enfrentarme a lanzadores para tomar el ritmo y estar cien por ciento listo para el juego”, comentó el caraqueño de nacimiento, quien debutará nada más y menos que en un duelo entre Eternos Rivales en el Estadio Universitario, donde se espera una asistencia similar o mayor al enfrentamiento previo en dicho recinto, que constó de casi 20 mil personas.
“Esa es la rivalidad más fuerte de acá de Venezuela. Ya sabemos el ambiente que ha existido en un Caracas-Magallanes. Estoy emocionado y bastante ansioso de que sea ya el día del juego”, dijo el bateador zurdo, que en cuatro cursos enteros en la LVBP ostenta .307 y .742 de promedio ofensivo y porcentaje de slugging (OPS), respectivamente.
En busca de equipo en MLB
La incorporación de Castro a Leones se produjo solo días después de que los Tigres de Detroit decidieron no extenderle una oferta para su continuidad, que por primera vez en su trayectoria lo tienen enfrentando una situación de agente libre. La decisión de los bengalíes fue inesperada para él y su entorno, aunque conscientes de cómo se manejan las organizaciones de MLB, no resultó afectado del todo o al menos mentalmente conserva la tranquilidad necesaria para no perder el norte y confiar en su potencial como para optar por un nuevo chance.
“Me tomó bastante de sorpresa, ya que venía de una de las temporadas con mayor productividad con el equipo. Pero nada, esto es un trabajo, un negocio, en lo que a mí respecta, tengo que seguir enfocado, trabajando más fuerte para conseguir otro buen contrato y mantenerme en Grandes Ligas”, explicó.