Créditos Imagen: Gregory Infante Fotos: AVS PHOTO
Alexander Mendoza | Prensa LVBP
Caracas.- Gregory Infante no lleva la cuenta de sus salvados. Sabe que está ayudando a su equipo cerrando la puerta de los partidos en las narices de los rivales, pero rara vez revisa las estadísticas.
El jueves sumó su décimo rescate de la campaña, en 11 oportunidades, para liderar el circuito con cierta comodidad, aunque lo más importante en su carrera es que sigue ascendiendo en la lista histórica de la LVBP. Este viernes amaneció en la novena, igualado casilla con con Roberto Muñoz (59), miembro del Salón de la Fama del Beisbol Venezolano.
“Como siempre digo, esas cosas vienen por sí solas. Mi meta, el enfoque, es salir ganar y hacer el trabajo cuando el manager (Renny Osuna) lo necesite. Más adelante se da uno cuenta de los logros, de los números. Para mí, lo más importante es obtener los triunfos del equipo”.
Antes había superado a Giovanni Carrara (56), otro inmortal del beisbol, y el miércoles había emparejado al nicaragüense Porfirio Altamirano, que en la década de los 80 salvó 58 desafíos para las Águilas del Zulia.
“Para mí es un orgullo ascender en esa lista, pero me enfoco en lo que estoy haciendo en este instante”, insistió el derecho, que dejó en el olvido el registro de más rescates para un apagafuegos de La Guaira, que hasta hace dos campañas perteneció a Jorge Julio Tapia, con 44.
Si la ronda eliminatoria terminara hoy, Infante sería el Relevista del Año, de acuerdo con la fórmula de Numeritos Gerencia Deportiva, la empresa encargada de otorgar los premios a los mejores de cada temporada. El taponero de los escualos marcha con efectividad de 1.80 y 0.93 de WHIP, en 15 innings, repartidos en 14 apariciones. Su único blown save fue el 29 de noviembre y terminó con el triunfo en sus alforjas, luego que Tiburones ganara el desafío contra Bravos de Margarita, en entradas extras.
La Guaira lo agradece, en especial el piloto Osuna. El trabajo se simplifica cuando llega el noveno inning y está arriba por tres o menos carreras.
“El equipo se ve bastante bien. Hablamos antes de comenzar la temporada. Somos una familia y nos apoyamos mutuamente. Mientras estemos así, las victorias llegarán”, apuntó el taponero.
Infante viene de salvar 11 desafíos en la zafra anterior, pero asegura que se encuentra en mejores condiciones físicas. Luego de sufrir una hepatitis viral en febrero, el relevista se sometió a un plan de entrenamiento que le ayudó a recuperarse y fraguó su exitosa campaña 2019-2020, en la que proyecta romper su marca personal de 14 rescates, fijada en la 2016-2017.
“Después que me recuperé, trabajé duro el físico, perdí varios kilos, pero logré recuperarme y volver a un ciento por ciento, a ser el que todos conocen”, destacó el caraqueño, de 32 años de edad. “Gracias a los Cacaoteros de Miranda (en la Liga Bolivariana) y a los señores Omar León y Ron Hernández (propietarios del club), trabajé en un gimnasio hasta estar a tono para mantenerme y volver al terreno”.
Infante pidió ser abridor con la novena mirandina del circuito veraniego criollo, algo que no hacía desde 2011, antes que los Medias Blancas de Chicago lo convirtieran en relevista, un rol en el que llegó a las Grandes Ligas.
“Les dije que quería abrir partidos para agarrar la forma idónea y volver al tope de mis condiciones lo más rápido posible, con la intención de lograr algún trabajo en México o en cualquier otro lado”, contó Infante, que recibió una oferta de los Guerreros de Oaxaca, en la Liga Mexicana de Beisbol, que no llegó a concretarse. Aunque eso no impidió que siguiera esforzándose.
“Me mentalicé en lanzar strikes, atacar las esquinas, que es muy importante, trabajar en los pitcheos secundarios. Esa ha sido la clave para que todo esté saliendo bien”, confesó.
Gregory Infante trabajó con los Cacaoteros de Miranda para mejorar sus condiciones físicas
Infante exhibió un promedio de 3.20 anotaciones limpias en 28.1 entradas, a lo largo de 11 encuentros con los Cacaoteros. Sus contrarios le ligaron para .250 de promedio (de 108-27), mientras que abanicaba a 34 rivales por apenas 10 boletos.
“Como abridor, ensayé todos mis pitcheos. Sólo tenía que retomar la confianza a mis segundos envíos y, gracias a Dios eso fue lo que hice. Trabajé el sinker, lo practiqué y ese pitcheo es el que me está dando resultados”, abundó Infante. “Con el slider, el catcher me dice que parece un cutter (recta cortada) porque se cae. También estoy usando el splitter (recta de dedos separados) junto con el sinker, que en ocasiones se va hacia las manos del bateador. Claro, todo depende del bateador y la situación del juego”.
Mientras hace su trabajo, los resultados seguirán llegando y continuará sumando salvados. Sin hacer mucho ruido, su nombre aparece entre relevistas históricos en la LVBP.
“Trabajo temprano todos los días. Hasta cuando estamos libre, trabajo con el entrenador del equipo. Ese empeño me ha ayudado a estar a un ciento por ciento”.
ESPERA CONSEGUIR CONTRATO PARA EL VERANO
Infante mantiene las expectativas de regresar al beisbol organizado, nivel en el que actuó por última vez en 2018, cuando tuvo una breve participación arriba con los Medias Blancas, pero no descarta jugar en México e incluso en Japón.
“Hasta el momento nadie me ha contactado, pero alguien se dará cuenta de mí trabajo. Esperemos que sea pronto”, subrayó.