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Alexander Mendoza | Prensa LVBP
Caracas.- Francisco Cervelli se reportó temprano a los entrenamientos de primavera con la intención de estar mejor preparado para el inicio de la temporada.
El receptor quiere familiarizarse con los recién llegados lanzadores Jon Niese y Ryan Vogelsong, además de enfocarse en superar su productiva temporada de 2015, la primera como titular en las Grandes Ligas.
“Siempre quiero mejorar”, dijo el catcher de los Piratas al Tribune-Review. “Quiero ganar un Guante de Oro. Creo que si ese tipo de cosas pasan, el equipo será mucho mejor”.
Cervelli no solo bateó .295, el cuarto mejor promedio entre los caretas de las Mayores, con un OPS de .771 y 43 impulsadas, sino que dejó un factor de alcance de 8.79, el cuarto más alto en la Liga Nacional y cometió apenas siete errores, la segunda cifra más baja en su circuito. Mientras que es considerado uno de los mejores llamando el juego y en el arte de convertir bolas en strikes (framing).
Sin embargo, no estuvo entre los nominados al premio, que se llevó por octava vez seguida el boricua Yadier Molina, figura de los Cardenales de San Luis.
Cervelli admitió que en ocasiones es traicionado por su agresividad en el terreno y está tratando de mantener la calma durante los partidos para no apresurarse en algunas jugadas y exponer su físico. Algo en lo que espera emular a Molina
“Mi adrenalina es alta mientras estoy en el terreno. Eso forma parte de mi personalidad”, señaló. “Pero me he dado cuenta que cuando estás relajado y haces las cosas con calma, tienes más tiempo para pensar, reaccionar y lograr mejores resultados con los pitchers. Enfrentarme a Molina fue un sueño porque siempre ha sido uno de mis ídolos”.
El valenciano, de 29 años de edad, también espera estar a tono para afrontar el reto de jugar en una posición tan exigente con regularidad. En 2015, estableció una marca personal con 128 encuentros detrás del plato, casi tres veces más de las oportunidades en las que usó los aperos en 2014. De allí que, luego de finalizada la temporada, se tomó un mes de descanso.
“Después de eso todavía estaba adolorido. Fue la primera vez en mi carrera en la recibo durante tanto tiempo y me gustó”, enfatizó Cervelli, que logró mantenerse saludable a diferencia de años anteriores. “No me quejo cuando recibo golpes. Es parte del trabajo. He sido golpeado muchas veces. Ahora, todavía más porque soy regular. Si puedo pararme y seguir jugando, soy feliz”.
El 2016 será clave para Cervelli, ya que una vez concluya la campaña se convertirá en agente libre. Es posible que tanto Pittsburgh como el venezolano consideren discutir una extensión de contrato, pero por ahora tal conversación no se ha llevado a cabo y el carabobeño está enfocado en ayudar a los Piratas desde el Día Inaugural.