Créditos Imagen: Oliver Basabe Fotos: Faulkner University
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El zuliano Olivier Basabe se marchó hace tres años a Estados Unidos con la intención de buscar una mejor preparación académica, aprovechando su mejor herramienta, el beisbol, un deporte al cual nunca renunció, a pesar que los scouts le cerraron las puertas en su adolescencia para cumplir su sueño.
El nativo de Bobures, de 19 años, fue tomado esta semana por los Padres de San Diego en el draft de las Grandes Ligas, en la octava ronda con la selección 228, por lo que dará su salto al profesional después de destacar en el beisbol universitario durante los tres últimos años.
“Cuando estaba en Venezuela tuve muchos try outs para intentar firmar. Estuve en la academia Occidental Deportiva, hice muchos try outs, pero nunca me quisieron dar el chance. Pasaron los años, y al cumplir 17, Guido Méndez (representante de la academia) me comentó sobre la posibilidad de venir a Estados Unidos a jugar beisbol universitario”, contó el jugador, quien se desempeña como campocorto. “Tenía en mi mente graduarme para ayudar a mi familia. Tomé la decisión con ellos y me apoyaron. Por eso decidí venirme”.
Son pocos los venezolanos que pueden llegar al beisbol organizado de Estados Unidos a través del draft universitario, debido a que casi todos los prospectos son firmados como agentes libres en Latinoamérica al cumplir los 16 años.
“Cuando llegué aquí todo era diferente. Aquí me consideraban un muchacho joven, cuando en Venezuela me veían como alguien de mucha edad para jugar beisbol profesional. Por eso no me querían dar el chance”, explicó. “Llegué a un Junior College y en mi primer año mi nombre empezó a sonar. En mi segundo año ya me estaban viendo más scouts, pero no me eligieron en el draft sino hasta este año, que llegué a Faulkner University. Los scouts me empezaron a seguir, a hacer videos, y gracias a Dios y al esfuerzo que hice de estar tres años lejos de mi familia, todo valió la pena, porque todo lo que hice por ellos, para ayudarlos, y por seguir un sueño”.
Basabe inició su carrera universitaria con una beca en el Indian Hills Community College, en Iowa, y después de dos años se mudó a Alabama para asistir, con otra beca, a Faulkner University, donde llamó la atención de varias organizaciones tras ser miembro del Primer Equipo de su conferencia y ganador del Guante de Oro.
“Lo mejor que tengo es mi defensa. Siempre he jugado shortstop, aunque pocas veces lo hice también en el outfield”, señaló. “Sé que los Padres me seleccionaron por mi defensa y hay muy pocos shortstops que batean, y yo puedo chocar la bola, conectar muchos dobles, y esas fueron cosas que me ayudaron a ser seleccionado”.
El toletero derecho promedió .342, con 48 anotadas, 20 dobles, tres cuadrangulares y 39 remolcadas en 65 juegos en su tercer año universitario.
“Hubo alrededor de 10 o 12 equipos hablando conmigo al inicio de la temporada, pero los más interesados fueron los Padres, Tampa Bay, Seattle y Miami. Al final se dio fue con los Padres”, apuntó el infielder, quien cumplirá 20 años el próximo mes. “Todavía no sé en qué liga voy a empezar a jugar, si iré a la Rookie, si iré a Clase A, pero el domingo viajaré a Arizona para ponerme a las órdenes del equipo”.
“Mi expectativa es llegar y hacer mi trabajo en el circuito que empiece para ir subiendo de liga”, agregó. “Me gustaría estar en tres o cuatro años en Grandes Ligas, y si no es así seguiré trabajando hasta que se dé mi sueño, que es jugar pelota hasta que tenga 40 años”.
En Venezuela es agente libre, aunque no tiene mayor apuro en firmar con un club de la Liga Venezolana de Beisbol Profesional.
“Me gustaría jugar en Venezuela, por supuesto, pero primero quiero enfocarme aquí”, indicó. “Después que termine la temporada aquí quisiera ver con qué equipo podría jugar en Venezuela”.
Oliver Basabe inició su carrera universitaria con una beca en el Indian Hills Community College, en Iowa
Basabe, de 1.80 metros de estatura y 84 kilos, aún recuerda aquel 20 de diciembre de 2014, cuando tomó su vuelo desde Maracaibo hacia Iowa, a donde llegó con 30 grados bajo cero, su pasaporte, una visa de estudiante por cuatro años y 200 dólares en el bolsillo.
“Vine con la intención de estudiar, pero lo bueno de estar aquí es que puedes hacerlo, y si te va bien en el beisbol te pueden seleccionar en el draft. Sabía que si no se me daba lo del beisbol, iba a sacar mi título, a graduarme, y a tener un futuro”, enfatizó. “Pero en mi segundo año se empezó a abrir el camino para hacer las dos cosas, estudiar y ser elegible al draft, y finalmente este año se dio”.
“Quiero darle gracias a la academia Occidental Deportiva, a Guido Méndez y a Guillermo Oberto por todo lo que creyeron en mí, por darme el chance de estar con ellos desde los 15 años y de creer en mí hasta ahora. Siempre estuvieron conmigo”, expresó. “También le agradezco mucho a mi familia, que siempre me estuvo apoyando en mis decisiones. Fue bien difícil estar aquí tantos años sin verlos, solo llamándolos, pero gracias a Dios me ayudaron y me dieron fuerzas para conseguir esto. De no haber sido por ellos, no sé qué estuviera haciendo en Venezuela en estos momentos. Mi mamá, Yaneisy de Basabe, siempre me llevó a los juegos, y mi papá, Otilio Basabe, siempre practicaba conmigo y me inspiró a ser mejor. Por ellos es que he hecho todo esto y por ellos es que quiero llegar a Grandes Ligas”.