De enormes dudas a la confianza absoluta: el año de Jhondaniel Medina

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Créditos Imagen: Jhondaniel Medina Fotos: Prensa Tigres de Aragua

 

Andriw Sánchez Ruiz | Prensa LVBP

 

Caracas.- Antes de dormir, cuando las luces se apagaban, el lanzador Jhondaniel Medina buscaba respuestas en lo plano de su techo en Maracay. Allí no iba a encontrar soluciones a sus inquietudes, pero igual lo hacía. Las preguntas eran complejas: “¿Por qué yo?” “¿Por qué si puedo lanzar a 94 millas…?” “¿Por qué si tengo un buen slider y un buen cambio?” “¿Por qué no tengo trabajo afuera?”.

Muchas de esas veces el descanso no fue pleno. Es lo que ocurre cuando la mente no llega a una conclusión; cuando la vida se traba en el laberinto, y las paredes se vienen encima.

La carrera de Jhondaniel Medina fuera de Venezuela se estancó cuando parecía haber tomado un buen carril. En 2017, luego de haber lanzado en Triple A con la filial de Piratas de Pittsburgh, fue llamado a la selección venezolana en el Clásico Mundial. Fue un gran escenario, el mejor que se puede pedir. Compartió espacios con algunos de los más grandes peloteros que ha dado el país. Tenía trabajo en el beisbol organizado. Cachorros de Chicago le dio un lugar en las granjas, y ese mismo año también lo hizo Angelinos de Los Ángeles.

Después llegó la aridez del verano. Aunque en Venezuela no dejó de lanzar, ni con Cardenales de Lara, ni Tigres de Aragua, su equipo desde la temporada 2018-2019.

“Fue cómico cuando me cambiaron. Casualmente hablaba con (Francisco) Arcia. Le contaba que me habían cambiado”, recuerda Medina. “Luego él me dijo: ‘chamo, a mí también’”. Jhondaniel se fue a la cueva bengalí, y Francisco al nido de los pájaros rojos, con los que vive actualmente la final de la temporada 2020-2021.

“Pensar en que no tenía trabajo en el beisbol del verano era rudo. Yo mismo me preguntaba muchas veces si es que ya no tenía condiciones. Si, ya tan joven, no podía lanzar fuera de Venezuela”, dice el maracayero de 27 años de edad. “No recuerdo bien, pero creo que todo lo de la pandemia comenzó el 16 de marzo. Bueno, el 19 de marzo yo tenía un vuelo Caracas-Bogotá-Ciudad de México porque había llegado a un acuerdo con Marineros de Ensenada (Liga del Norte de México)”.

Y como le pasó a tantos en el mundo, el brote mundial de COVID-19 dejó sin empleo a Jhondaniel Medina. No pudo lanzar en las tierras norteñas mexicanas. Tuvo que quedarse en su casa de nuevo. Pero esta vez no iba a buscar las respuestas en la nada del techo. Decidió hacer algo para cambiar su vida, y también la de su familia.

“Con esa decepción cualquiera deja de entrenar. Conozco peloteros que no entrenaron durante el parón por pandemia. Yo me dije: ‘No, debo buscar la forma de mantenerme activo, y de buscar otro chance. Claro que tengo condiciones’”, rememora el derecho. “Siempre tuve el apoyo de mi esposa. Creo que todo se lo debo a ella. Comencé a subir el cerro (en Maracay), con mi familia, todos los días. Eso me dio fuerzas. Eso sí, no estaba soltando mucho el brazo. Tengo un patio grande, y podía soltar a una malla, pero no es lo mismo”.

Así comenzó la preparación de Jhondaniel Medina para la campaña 2020-2021. Subía y bajaba una montaña para fortalecerse, y quizás también despejar la mente. Subir y bajar, correr, entrenar, y repetir.

“Cuando llegué a la pretemporada con Tigres estaba listo. Estaba al 100 por ciento”, dice sobre lo que sintió al pisar el José Pérez Colmenares de Maracay de nuevo con los colores de Aragua, su equipo de toda la vida. “A ese estadio yo iba cuando estaba niño. Entonces cuando llegué este año otra vez me dije: ‘Ya tengo tres años fuera del beisbol veraniego. Este es el año que tengo que echarle pichón. Que se note de verdad que estoy listo para conseguir trabajo”.

 

Una temporada inolvidable

Luis Ugueto, manager de Tigres, lo llamó por primera vez esta temporada en el segundo juego del equipo, el 28 de noviembre, en una doble tanda contra Caribes de Anzoátegui. Fue un relevo normal para Jhondaniel Medina. En un inning se midió contra cuatro bateadores, no le hicieron carreras y le dieron dos hits. Ese trabajo no auguró la excepcional temporada que tendría el relevista.

Los ceros comenzaron a ser comunes en los trabajos de Medina. Él se hacía el loco, aunque sospechaba que algo estaba ocurriendo. Dicen que ignorar algunos eventos de la vida es lo mejor que se puede hacer, sobre todo para la salud mental. Quizás Jhondaniel no quería conocer bien lo que estaba haciendo para no pensar en eso cuando estuviera sobre el morrito.

“Un día mi esposa, que no sabe mucho de beisbol, pero que está pendiente siempre de mí, me dijo que no me habían hecho carreras. Llevaba como 14 innings en blanco. Yo solo le dije: ‘¡No! ¿Para qué me dijiste?”, dice entre risas. “Yo estaba más o menos claro de lo que pasaba. Me dije: ‘Naah, si no me han hecho carreras ahorita, no me van a hacer carreras nunca’. Mira yo tenía una confianza tan grande que me sentía como cuando estaba con los Piratas”.

La temporada 2014 de Jhondaniel Medina, con el Bradenton Marauders, filial Clase A Fuerte de Pittsburgh, solo tiene un calificativo: brillante. Trabajó 50.0 innings en los que le hicieron cuatro carreras limpias, sin jonrones. Su efectividad fue de 0.72 y su WHIP (promedio de adversarios embasados por cada capítulo) de 1.18. Lo tremendo de esa campaña es que después de lanzar seis juegos, le hicieron las cuatro anotaciones en los siguientes dos careos. Luego terminó la zafra con 27 encuentros consecutivos sin encajar rayitas.

La única vez que no pudo sacar ni un out alguno de sus 18 trabajos esta temporada en la LVBP fue el 6 de enero, cuando fue retirado del juego contra Tiburones de La Guaira al presentar molestias en el hombro. “No es que fue una lesión”, comenta el pitcher. “Fue un apretón que sentí en el hombro, quizás porque no lancé tanto en la temporada muerta”.

Su ausencia pesó en el bullpen de Tigres para la semifinal contra Cardenales de Lara. Los relevistas rayados tuvieron efectividad colectiva de 10.57 y 2.32 de WHIP en la fase. Y aun así Aragua perdió las semis en siete juegos. “Hasta me uniformé para ver ese juego”, recuerda Medina. “Pero bueno, las cosas no se dieron. Uno se siente como despechado”.

 

El brazo de Jhondaniel Medina fue extrañado por Tigres en la Semifinal 2020-2021

 

Las cosas buenas que dejó la campaña

Es muy difícil que Jhondaniel Medina, e incluso la organización Tigres de Aragua, olvide la temporada. El diestro no aceptó carreras, ni sucias, ni limpias, en 17.2 innings. Y además solo le dieron cuatro imparables. Aunado a su efectividad perfecta, su WHIP fue de 0.68. Ninguno de los relevistas con más de 13.0 capítulos en la campaña dejó números similares. A pesar de eso, el único premio que recibió fue el de Pitcher del Año para el equipo rayado.

“Eso fue significativo. Ser Pitcher del Año de Tigres es algo que me llena de orgullo”, expresa, quien también tuvo un voto para el primer lugar al premio Pitcher del Año de la temporada, un galardón que se lo llevó Erick Leal, de Navegantes del Magallanes. “Solo haber estado en esa lista es un honor para mí. Tal vez si yo hubiese lanzado un poquito más, los votantes me habrían tomado más en cuenta. Pero que Leal se lo llevara es tremendo. Es bien merecido para él por su trabajo impresionante”.

Otro de los momentos bonitos que le dejó la temporada 2020-2021, y que seguro recordará si de nuevo tiene insomnio al apagar las luces y refugia la mirada en el techo, es lograr su primer juego salvado en Venezuela. Eso ocurrió el 29 de diciembre, en Maracay, contra La Guaira.

“Eso se dio repentinamente”, dice riéndose. “Belisario como siempre es el cerrador. Alguien me dijo: ‘Medina, si se da la oportunidad de salvar, vas tú’. Yo pensé: ‘aquí viene lo bueno’. Sentí algo de presión y emoción, creo que me dieron un hit (sí, le dieron un hit). Pero al final lo logré y fue bonito tener un salvado en Venezuela”.

¿Saben qué es lo mejor para Jhondaniel Medina en este momento? Que no deberá acostarse a pensar en la montaña que tiene que subir al día siguiente. Que no debe escribirle a ningún gerente de México o de otros países para ser tomado en cuenta. Que no debe rebanarse los sesos pensando si tiene o no las condiciones necesarias para lanzar fuera de Venezuela: Consiguió un contrato con Leones de Yucatán para la temporada 2021 de la Liga Mexicana de Beisbol.

“Sentí un airesito”, dice. “Por fin llegó el resultado de tanto tiempo. De verdad, todo esto, la temporada, el contrato, se lo debo a mi esposa. Ella siempre estuvo allí”.

Será un año diferente para Jhondaniel Medina, y todo gracias a una temporada excepcional. Seguro los descansos serán mucho mejores de ahora en adelante.

 

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