Créditos Imagen: Daniel Mayora Foto: AVS PHOTO REPORT
Pedro Felipe Hernández | Prensa LVBP
Caracas-. El beisbol vive del romanticismo y otorga oportunidades a los peloteros. En este caso, Daniel Mayora estuvo en la acera del frente por mucho tiempo con los Leones del Caracas, pero después de un tiempo le llegó el chance de colocarse el uniforme de su lugar de nacimiento, al ser refuerzo de Tiburones de La Guaira.
Son 12 temporadas que acumula el varguense en la LVBP, de las cuales ninguna ha sido con el conjunto litoralenses, pues jugó ocho con los melenudos y cuatro con Bravos de Margarita, pero su familia y él mismo querían estar en esas filas saladas.
“Yo vengo a dar más del 100 por ciento porque es el equipo del que vengo y es mayor el sentimiento”, contó Mayora quien fue tomado como segunda sustitución en el draft para la postemporada. “Este año iba a ser el año en que me colocara la camiseta de Tiburones, ya sea como refuerzo o de alguna otra forma, pero llegó”.
El año de Mayora no fue ni cerca a lo que logró personalmente en la zafra de 2018-2019. La ofensiva bajó considerablemente, pero es que el bajón no fue de uno solo, sino del equipo completo de los insulares.
“Allá (Bravos) había que hacer un poco demás. Cuando me lanzaban y no lograba darle a la bola me desesperaba, pero era algo de todos”, dio a conocer. “En cambio aquí con Tiburones no noto eso. Aquí todos están sin presión porque todos están en la misma página y ya saben que deben hacer para cada situación".
Lo principal para Mayora es dejar el pasado atrás, de hecho, aseguró que es algo que ya no recuerda. Solo se enfoca en lo que dará para ayudar a los escualos.
“Aportar todo lo que me toque hacer. Ayudar a los pitcher o bateadores a lo que necesiten”, resaltó. “Le dije a Renny (Osuna, manager de Tiburones) que me puede usar en cualquier lado del cuadro. No me gustaría salir de la banca como designado porque me desespero, pero donde me coloquen en el cuadro jugaré tranquilo”.
“Mi bateo es por lo que me trajeron a Tiburones, creo que eso será lo más importante que otorgaré”, agregó, pero sin duda Mayora sabe mucho del rival directo en esta postemporada y fue gracias a su largo transitar con los capitalinos. “Hay que saberle jugar pelota fuerte y hacerle las carreras desde temprano, porque Leones es un equipo que no puedes dejarle reaccionar”.
Mayora es de Naiguatá. Su madre ya se siente de la zona, pues tiene toda la vida sintiendo el calor del litoral, aunque no haya nacido allí. Esta oportunidad le hace sentir un fresquito tanto al jugador como a su familia.
“Mi mamá es de Oriente, pero tiene más de 50 años viviendo en La Guaira, entonces me pidió que ayude a Tiburones ganar el campeonato (contó entre risas)”, explicó. “La sequía tiene mi edad. Son 34 años de vida y el equipo tiene la misma cantidad sin quedar campeón. Así que si puedo lograr cortar esa racha con mis compañeros, le daremos el título al pueblo de La Guaira que tanto lo busca”.
Es cierto que Mayora llegó solo como refuerzo, pero está muy satisfecho de poder llegar a ese equipo al fin.
“Si Dios lo permite, sería buenísimo, pero también hay que recordar que uno pertenece a una organización y hay que esperar que eso fluya. Si Tiburones logra traerme a jugar con ellos en un futuro será muy bonito, porque es el equipo de mi pueblo”, sentenció.