Créditos Imagen: Agricultores de Cuba | Foto: AVS Photo Report
José Ángel Rodríguez | Prensa LVBP
Caracas.- Llegar a la Serie del Caribe con solo 12 lanzadores en el roster no parecía el plan más apegado a la modernidad del beisbol por parte de Agricultores de Cuba. Observar a la representación antillana en Gran Caracas 2023 significó un viaje al pasado que chocó de bruces con el presente.
El equipo campeón de la primera edición de la Liga Élite del Beisbol Cubano le dio el primer triunfo a la isla en el certamen luego de tres años de ausencia, en el primer juego en Gran Caracas 2023. Pero todo quedó en eso, en varias primeras veces que se diluyeron en cinco derrotas en fila, la última de ellas siendo dejados en el terreno por Puerto Rico, tras tener ventaja de tres carreras.
“El detalle fue que no pudimos resolver el noveno inning. El juego parecía que estaba del lado de nosotros, pero hasta los 27 outs no se concreta nada”, declaró el mánager Carlos Martí en la rueda de prensa posterior al descalabro que marcó la despedida del equipo. “Fue un buen partido, pero no para nuestro punto de vista”.
Cuba quedó a solo un out de ganar el duelo, pero un error del segunda base Carlos Benítez ante un fuerte rodado de Brayan Pérez, empujó desde segunda la del empate. La celebración boricua se postergó por algunos minutos, porque por condiciones de terreno, la conexión se incrustó en la parte inferior de la valla del jardín derecho y solo permitió el avance de dos almohadillas para cada corredor, quedando uno en la antesala. Pero, en definitiva, Emmanuel Rivera sepultó las aspiraciones cubanas con un hit de oro mientras los cojines estaban congestionados.
“El rolling que era para acabar el partido se nos fue, porque es parte del beisbol”, simplificó el piloto Martí sobre la pifia del robusto Carlos Benítez en la intermedia. “Creo que no haya mayor argumento que el contrario lo hizo mejor, a la hora buena”.
Andy Vargas, anotado para el encuentro en el roster como Andy Rodríguez, siendo causante de un juego bajo protesta del estratega boricua Mako Oliveras, cargó con todo el peso del relevo en el decisivo encuentro. Subió a la loma en el séptimo episodio y no se bajó hasta cargar con la derrota luego de dos entradas y dos tercios de labor, con 54 envíos.
“Nuestro último lanzador es el mejor en relevo que tenemos nosotros. Lo dejamos en esa situación y así es el beisbol. Él resolvió el problema, porque hubo un rolling a segunda base”, explicó el capataz Martí, sobre la decisión de no usar a otro serpentinero para la conclusión del careo.
El uso de Vargas se asemejó a una constante en el bullpen cubano. El diestro Kelbis Rodríguez completó 11 entradas y dos tercios como apagafuegos, dividido en par de salidas de 74 y 92 lanzamientos respectivamente. Un hecho cada vez menos común en la pelota, pero que el experimentado mandamás aplicó no solo en el Clásico Caribeño, sino también en el campeonato cubano, donde con frecuencia sus relevistas oscilaban los 100 pitcheos, e incluso más.
La contundente caída contra Venezuela 20-3 en el tercer partido, además de ser en gran medida la culpable de dejarle con el peor promedio de carreras limpias, con 5.98, a falta del último compromiso, también fue un golpe duro, por todos los récords en contra que le significó.
Para Martí, a pesar de la eliminación, el evento le resultó una experiencia gratificante, tanto en lo deportivo, como en lo organizacional.
“La Serie del Caribe tiene un gran nivel competitivo. Son ocho equipos, y cualquiera le gana cualquiera. Si hay que agradecer, hay que hacerlo con la calidad del evento. Sobre todo por sus instalaciones, que han sido magníficas para un evento de este nivel”.