Créditos Imagen: César Hernández Foto: CSN Philly
Alexander Mendoza | Prensa LVBP
Caracas.- César Hernández emergió el año pasado como uno de los mejores segundas bases de las Grandes Ligas, tras una sólida campaña con el bate y el guante.
Ahora, en la naciente campaña está ratificando ese nivel en una organización que comienza a verlo como una pieza clave en su reconstrucción. El sábado quebró un empate 2-2, gracias a un vuelacercas de dos carreras en el octavo inning para darle el triunfo a los Filis de Filadelfia, 4 por 2, contra los Nacionales en Washington.
Fue el segundo jonrón de Hernández en 2017 y ambos han sido para remolcar la carrera ganadora del juego. Su anterior vuelacercas fue en el primer inning del partido inaugural y le dio a los cuáqueros una ventaja que nunca más perderían a lo largo del desafío, que terminaron ganando 4-3 a los Rojos de Cincinnati.
Antes del sábado, los anteriores ocho cuadrangulares de Hernández nunca fueron para remolcar anotaciones que, eventualmente, fueron la diferencia del marcador, según Elias Sports Bureau.
“No puedo decir lo suficiente sobre César. Ha estado jugando duro. Puede tocar la bola para apuntarse un hit y luego pararse y dar un jonrón. Se ha transformado en un auténtico grandeliga”, dijo el manager Pete Mackanin al portal CSNPhilly.com.
El joven, de 26 años de edad, ejecuto un programa de acondicionamiento físico durante el receso de temporada que le permitió ganar alrededor de nueve kilogramos de musculatura, algo que parece estar dándole resultados y podría agregar una mayor profundidad a su ofensiva, en la que destaca su contacto y habilidad para colocarse en circulación.
En sus primeros 11 encuentros, exhibe una línea de .313/.353/.542, mientras que su OPS es de .895, solo detrás de Daniel Murphy (1.073) y José Ramírez (1.014) entre todos los camareros, y el mejor para un abridor del orden ofensivo. Además, su factor de alcance por cada nueve innings es un buen 4.45, según Baseball Reference.
“Cuando juegas todos los días, puedes crecer más”, destacó Hernández, después del encuentro del sábado.
El valenciano, que batea a ambos lados del plato, ligó .298/.413/.411, con un OPS de .824, luego del receso del Juego de Estrellas en 2016. Al menos en este instante, luce como ese mismo bateador, aunque con un poco más de fuerza, pese a que el año pasado impuso una marca personal con seis cuadrangulares.
El estacazo del sábado salió por el jardín derecho del Nationals Park a una distancia de 391 pies del home, la tercera mayor distancia que recorre un vuelacerca en la carrera de Hernández, de acuerdo con el Home Run Tracker de ESPN.com.
“Puedo batear la pelota más duro que el año pasado”, acotó Hernández cuando le preguntaron por su conexión contra el relevista Joe Blanton. “Tal vez esa bola se estrellaba contra la pared (en 2016), pero hoy fue jonrón”.
Filadelfia cuenta en sus granjas con los intermedistas, de 22 años de edad, Scott Kingery y Jesmuel Valentín, ambos prospectos que dejaron una buena impresión durante la primavera, pero Hernández apenas se encuentra en su primer año de arbitraje, así que sigue siendo el presente del equipo en la posición.
“Es excelente la manera como está jugando”, destacó el campocorto Freddy Galvis. “Entiende la situación en la que se encuentra y hace lo necesario”.
En este instante, pareciera que solo debe mejorar los despistes que padeció corriendo las bases en 2016 y que le obligaron a ocupar tiempo extra durante los entrenamientos primaverales para corregirlos. Hasta ayer, no sumaba intentos de robo, luego de apenas conseguir 17 en 30 oportunidades durante la zafra anterior.
“El único ingrediente en el que necesita trabajar –y lo está haciendo- es en el salto para salir al robo”, señaló Mackanin. “Tiene el potencial para estafarse muchas almohadillas. Ha estado trabajando en leer los movimientos del lanzador, cuándo irse y cuándo no. La otra noche iba salir, pero observó al pitcher y de inmediato regresó. Ese es un gran avance”.
“Tuvo un buen día (el sábado) y seguirá haciéndolo. Está aprendiendo”, enfatizó Galvis.