Créditos Imagen: Carlos Narváez | Fotos: Daniel Sosa
Joseph Ñambre | Prensa LVBP
Caracas.- Cardenales de Lara estaba a la deriva en el principio del Round Robin de la temporada 2023-2024, pues dejó un saldo de 0-4 y no parecía capaz de recuperar su mejor versión para luchar por un cupo a la Gran Final, pero el receptor Carlos Narváez se encargó, en buena parte, de revertir esa situación. Ahora el club depende de sí mismo para concretar su pase a la fase decisiva pues antes de la jornada del jueves poseía un récord de 7-6, ocupaba el segundo lugar de la tabla y necesitaba sólo mantener el ritmo para avanzar a la disputa del título, algo impresionante.
Con Narváez, quien se ausentó de esos primeros cuatro topes de la semifinal porque tenía que resolver trámites de su visado para laborar en 2024 en Estados Unidos con la organización Yanquis de Nueva York, el pitcheo de Lara elevó su nivel. Durante la mala racha y con Hendrik Clementina como custodio de la goma, el equipo exhibió una efectividad (EFE) de 5.40, la peor en el primer cuarto del mini certamen. Desde la llegada de Narváez el PCL se redujo a 4.26, la segunda mejor del Todos Contra Todos.
Las últimas estadísticas demuestran que el joven de 25 años de edad, protegido en el roster de 40 de los Bombarderos del Bronx previo al arranque de la campaña 2024 de la Major League Baseball (MLB), está capacitado para manejar a los lanzadores crepusculares, algo que sorprende porque es un novato que se acopló muy rápido a la función de careta titular, una misión que le encomendó Henry Blanco, mánager de Lara y al que considera su principal mentor en la LVBP.
Durante la ronda eliminatoria, Narváez apareció en 36 compromisos detrás del plato, lapso en el que los tiradores emplumados exhibieron un PCL de 4.09, en 294.2 innings, por debajo de la efectividad colectiva del club durante esa fase (4.24). Mientras que el Round Robin lo ha hecho mucho mejor, al conducir a los brazos de Lara a un sólido 3.64 en 89.0 tramos, distribuidos en 10 desafíos.
“Henry Blanco ha influido bastante en mi desempeño en el diamante. Estar bajo sus órdenes es una de las cosas más importantes que me ha pasado en la LVBP. Con sus consejos, el piloto me ha ayudado mucho tanto a la defensiva como a la ofensiva. Blanco me pidió que, antes que cualquier cosa, me dedicara a ser cátcher y luego me enfocara en ser bateador. Eso me permitió centrarme en realizar bien mi labor detrás del plato durante cada inning, algo que nos dio resultados muy positivos”, explicó Narváez a Carlos Valmore Rodríguez, periodista de IVC, tras el cotejo del miércoles en el Estadio Universitario de Caracas, donde Cardenales batió como visitante 7-2 a Tiburones de La Guaira (10-3), líder del standing y que tiene su boleto asegurado a la serie decisiva de este curso de la LVBP.
En ese choque, el máscara, nacido el 26 de noviembre de 1998 en Maracay, estado Aragua, se fue de 5-3 con dos anotadas y una impulsada, algo sobresaliente para un pelotero que ocupó el noveno lugar del orden al ataque de los Pájaros Rojos. Disputó su noveno partido de la semifinal y en ellos las aves dejaron una foja de 7-2, una muestra inequívoca de su valía.
Blanco, antiguo defensor del pentágono en la LVBP y la MLB, aprovecha el tiempo libre para dialogar con Narváez, con el objetivo de mantenerlo enfocado en cumplir su función como custodio de la registradora. El mandamás considera que eso será determinante para que Lara avance a una instancia definitoria por primera vez desde la contienda 2020-2021.
“Blanco y yo tenemos una gran relación y siempre me da muchos tips que me ayudan a quitarme la presión. Me pide que esté pendiente del juego de pelota, así como de las distintas situaciones que se presentan para escoger los pitcheos ideales que permitan dominar a los toleteros. Me insta a ejecutar el plan establecido, sin importar si triunfamos o perdemos. Eso me dio confianza y me permitió trabajar con tranquilidad. Gracias a ello conseguimos buenos resultados recientemente”, admitió el maracayero.
Adueñarse de la titularidad de la receptoría generó que tuviera mucha interacción con los abridores alados, algo que valora mucho porque cree que la relación armoniosa con sus compañeros de batería es vital para obtener victorias tanto en fase regular como en la Fiesta de Enero.
“La dinámica con lanzadores veteranos ha sido realmente buena porque yo vine a la LVBP a aprender a ser un mejor cátcher. Siempre hablo con Néstor Molina y Raúl Rivero, que son de los más veteranos de la rotación, e intercambiamos ideas sobre el plan que vamos a seguir en los encuentros. Obviamente las cosas han salido bien y seguimos adelante. Con Máximo “Max” Castillo, laborar ha sido sencillo porque lo conozco desde hace mucho tiempo. Con Anderson Espinoza (que tras firmar un contrato con Búfalos de Orix en Japón no pudo actuar más en esta cita de la LVBP) también tuve una gran relación de trabajo y todo fluyó de la mejor manera. Con todos ellos pude definir planes monticulares y las cosas salieron como queríamos”, acotó Narváez quien evolucionó como cañonero en este curso del circuito invernal patrio.
Carlos Narváez vino a trabajar en sus habilidades detrás del plato | Foto: Alejandro van Schermbeek
En la primera vuelta, presentó un average de .256 después de sonar 33 hits en 129 turnos, consumidos en 40 desafíos. En ellos totalizó nueve dobles, dos jonrones, 23 impulsadas y 20 anotadas. Además, conservó un OBP de .342, un slugging de .372 y un OPS de .714.
En la postemporada su madero explotó. En nueve careos, promedió .308 tras disparar 12 incogibles en 39 chances, entre ellos cuatro tubeyes, dos triples y dos cuadrangulares. Contabilizó ocho empujadas y siete marcadas. Registró un OBP de .386, un slugging de .667 y un OPS de 1.053.
“Ha demostrado fuerza, ha sido un buen bateador en Ligas Menores. Este año en Triple A dio 10 jonrones (12, tomando en cuenta su actuación en Doble A)”, comentó Selwyn Langaigne, coach de bateo de Lara, quien trabaja para la organización de los Yanquis de Nueva York, al periodista Efraín Zavarce, de IVC. “En el Round Robin nos hemos estado enfocando en el contacto contra la recta. Para nadie es un secreto que en el beisbol, quien no pueda batear la recta, que es el pitcheo más rápido, no puedes avanzar en este negocio. Así que hemos hecho diferentes rutinas con él para mejorar esa parte de su ofensiva y se está viendo su éxito en esta instancia. Además, como es un muchacho con poca experiencia, la ansiedad al final de la eliminatoria lo descontroló un poco, pero ha entendido que sólo puede controlar lo que está en sus manos y que esta pelota es diferente a la de Estados Unidos”.
Su talento parece no tener límites y por eso Yanquis, el conjunto más laureado de la Gran Carpa con 27 títulos, lo incluyó –como se indicó previamente- en su nómina de 40 deportistas con el fin de que intervenga en los Campos de Entrenamiento 2024, que se iniciarán a finales de febrero en la Unión Americana.
A pesar de que es considerado un beisbolista prometedor para el equipo de la Gran Manzana, la directiva de esa franquicia no le puso impedimentos para que viera acción en la LVBP, ya que cree que su presencia en los diamantes nacionales será clave para su desarrollo.
Narváez agradece el gesto de Yanquis porque le permitirá permanecer con Cardenales, un elenco al que quiere ayudar a coronarse por séptima vez en su historia y primera desde la zafra 2019-2020.
“Las conversaciones con Yanquis fluyeron muy bien desde que me incluyeron en el roster de 40 el pasado noviembre. Los gerentes de ese combinado no me impusieron restricciones, más bien se sienten muy felices porque estoy trabajando con Cardenales de Lara. Les gusta porque sigo activo en una justa de altísima exigencia como la LVBP. Ellos piensan que eso influirá positivamente en toda mi preparación para el Spring Training. Sólo me pidieron que fuera inteligente y supiera manejar mi cuerpo para evitar el cansancio. Gracias a Dios, me siento bien y por eso voy a llegar a hasta donde el equipo barquisimetano llegue. La idea es acceder a la Gran Final y ganarla”, añadió Narváez quien también le agradeció a Ricky Bones, coach de pitcheo de Cardenales, por confiar en su criterio para manejar a los escopeteros durante el Round Robin de la LVBP.
El receptor es un prospecto de Yanquis de Nueva York
“Ricky Bones me dio las directrices de un plan de trabajo con los pítchers y lo hemos ejecutado a la perfección. Me gusta porque ha confiado en mi criterio para poner en marcha las estrategias. Soy alguien que le gusta aprender y me considero un libro abierto, pues estoy dispuesto a conocer de distintos tópicos del béisbol. Tanto Bones como Blanco me han ayudado mucho a la hora de fungir como receptor y lo agradezco. También le doy las gracias a Cardenales de Lara, especialmente a su directiva, por darme chance de participar en la LVBP. No pensaba quedarme tanto tiempo en Venezuela, pero se dieron las cosas y pienso seguir con Lara hasta el final del certamen que ojalá concluya como todos nosotros deseamos (con la obtención del trofeo)”.
El Dato
La defensiva es una asignatura pendiente para el cátcher aragüeño, pues no pudo sobresalir en este aspecto en el Round Robin, tras experimentar una evolución con respecto a la ronda regular. En primera fase, cometió tres errores en 250 lances y exhibió un porcentaje de fildeo de .988. Atrapó a nueve de los 24 corredores que intentaron robarle bases (37.5%). En la instancia semifinal, sus números desmejoraron. Mantuvo una media de fildeo de .969 al pifiar dos veces 65 lances. Cometió pasbol en dos ocasiones y permitió tres hurtos en igual cantidad de viajes.
En Cifras
En Ligas Menores (MiLB), Carlos Narváez, de 25 años de edad, trabajó desde la categoría Rookie hasta la Triple A con sucursales de Yanquis de Nueva York. En 401 encuentros de ronda eliminatoria, exhibió una línea ofensiva de .249/.363/ .374 con 58 dobles, dos triples, 36 cuadrangulares, 179 empujadas y 203 anotadas, según estadísticas de Baseball Reference. Logró 14 robos en 20 intentos.