Créditos Imagen: Anzoátegui no tiene mañana
Eduardo Acosta | Prensa LVBP
Puerto La Cruz.- Tiburones de La Guaira está a ley de un juego para avanzar a las semifinales, pero luego de colocar la serie 3-0, ha perdido dos encuentros. Caribes de Anzoátegui tratará de protagonizar una remontada histórica, que le permita cambiar el destino del playoff, cuando el careo se reanude este sábado al Estadio Universitario.
La Guaira ha ganado sobre los hombros de su robusta ofensiva y en cuatro de los cinco desafíos de la confrontación ha disparado más de 10 imparables. Algo que no debe sorprender. Los escualos exhibieron la mejor ofensiva de la ronda regular y en la postemporada son líderes en extrabases (17) y promedio (.324). Esa capacidad de bateo no ha podido ser contenida por los brazos de Anzoátegui, en especial el relevo (6.48 PCL), pese a las dos victorias seguidas de los dirigidos por Omar López.
¿Pero por qué Tiburones no pudo dar el golpe final luego de estar 3-0 hasta la noche del pasado miércoles?
En el cuarto juego, un error en un tiro a la primera base del relevista Mike Hamburger abrió la brecha para los indígenas, y en el quinto el bullpen de la Tribu al fin pudo hacer el trabajo. Ambos desafíos renovaron las esperanzas de Caribes, que puede convertirse en el primer equipo de la LVBP que regresa después de estar en desventaja 3-0 en una serie de eliminación directa.
Aunque no se puede hablar de suerte en el caso de Anzoátegui, que bien pudieran estar en el lugar de Tiburones en este instante, de no haber sido por sus relevistas, que fallaron en mantener ventajas en el segundo y tercer choque, hasta terminar desmoronándose en el noveno capítulo.
Si bien es cierto que su ofensiva en colectivo no se compara con la de Tiburones (.261), los dirigidos por Omar López han podido responder de manera oportuna y han mostrado capacidad de reacción. Esa será clave para que los orientales continúen respondiendo en instantes apremiantes y que su staff de apagafuegos contenga a los amenazantes maderos de La Guaira hasta donde sea posible.
Ahora la serie regresa al Universitario, un escenario donde a Tiburones le ha ido muy bien tanto en la eliminatoria (21-11) como en los playoffs (2-0). Es muy probable que el manager Buddy Bailey envíe al montículo a Wilfredo Boscán, que permitió seis hits y tres carreras limpias, en 3.1 innings, como abridor del segundo desafío de la serie.
Caribes, que no ha anunciado a su abridor, no tiene mañana y debe salir a ganar para forzar un séptimo y decisivo partido.
Aunque de caer, para los anzoatiguenses no todo estará perdido. Si Magallanes elimina a Leones del Caracas, todavía pueden seguir soñando con la semifinal al optar por el último cupo a esta fase en el juego de Comodín, que se llevará a cabo el próximo lunes.
No obstante, tanto el cuerpo técnico como los jugadores de la Tribu han reiterado en varias ocasiones que saldrán a buscar un triunfo y que no pensarán en otros resultados.
Ambos equipos tendrán una prueba de fuego. Será el momento de demostrar de qué están hechos.