Créditos Imagen: Estadio Antonio Herrera Gutiérrez Foto: AVS
José Ángel Rodríguez Suárez | Prensa LVBP
Barquisimeto.- Barquisimeto parecía estar predestinada desde el primer juego de la Serie Final para ser la ciudad que vería festejar al campeón de la temporada 2017-2018 de la Liga Venezolana de Beisbol Profesional. Los análisis previos no se equivocaron al señalar a Caribes de Anzoátegui y Cardenales de Lara se enfrascarían en una férrea disputa por los máximos honores del torneo, cuyo ganador se conocerá este fin de semana con el crepúsculo larense como trasfondo.
El conjunto aborigen llegará con ventaja de 3-2 al terreno del Estadio Antonio Herrera Gutiérrez, donde buscará un solo triunfo más para añadir el tercer campeonato a sus vitrinas. Por su parte, la escuadra roja intentará en su feudo extender la definición al punto máximo de tensión que representa un séptimo juego el domingo.
“Tenemos dos juegos para ganar uno y traernos el título para Anzoátegui. Hay que mantenerse enfocados porque aún no hemos logrado nada, nos falta un triunfo más”, advirtió el manager Omar López, luego del lauro indígena en el último duelo de la campaña en Puerto La Cruz, donde sus dirigidos se colocaron a un paso de la gloria.
La Tribu ha sabido sacar provecho de su bateo oportuno durante los cinco compromisos. La novena tiene un promedio al bate colectivo de .213, con 33 hits, por debajo del .295 y los 51 imparables de Lara, aunque el aspecto diferenciador se encuentra en los vuelacercas que tuvieron como piezas claves a René Reyes en el primer careo y a Luis Sardiñas en el quinto, los cuales resultaron definitorios.
Alexi Amarista despertó de su letargo ofensivo en el partido que cerró el telón en territorio anzoatiguense. Disparó cuatro inatrapables en igual cantidad de turnos con anotada y remolcada para salir del mal momento.
“Los slumps ocurren en el beisbol y uno tiene que estar con la cabeza en alto, seguir trabajando y en cualquier momento salir de ahí. Ahora nos vamos con la serie 3-2 y saldremos relajados a buscar ese triunfo el sábado. No es fácil jugar en Barquisimeto, pero vamos a salir a jugar como lo hicimos en casa”, mencionó Amarista, máximo representante caribe histórico en finales con 25 hits.
Los anzoatiguenses no pudieron ganar ninguno de los cotejos frente a los alados en la ciudad musical durante la ronda regular, aunque lograron hacerlo el sábado de la semana pasada en el comienzo del enfrentamiento a sangre y fuego que se ha convertido la final de esta zafra.
EL TORPEDO POR SU ÚLTIMA PROPULSIÓN
El escenario para el sexto enfrentamiento le significa a Freddy García la posibilidad de despedirse de los diamantes con la estirpe de los protagonistas de una película preparada para un final de epopeya.
El Torpedo subirá al montículo barquisimetano con la oportunidad de alcanzar, con su experimentado y mañoso, pero aún vigente brazo derecho de 41 años, la corona en su zafra de despedida, según anunció en los albores de la eliminatoria.
“Freddy es un profesional de mucha experiencia, hizo un bullpen para hacer algunos ajustes. Uno quiere que todas las salidas sean buenas y más en estas etapas. Él hizo lo que tenía que hacer para su próxima apertura y está listo”, dijo el coach de pitcheo de los orientales, Mike Álvarez, sobre el galardonado Regreso del Año y refuerzo a partir de la semifinal.
García solo pudo lanzar por espacio de 2.1 innings el pasado domingo, donde permitió cinco incogibles, entre ellos un cuadrangular, además de tres carreras limpias para cargar con la derrota en el segundo de la serie.
Su antagonista será el cubano Jorge Martínez. Quizás, el abridor de mayor eficacia del equipo dirigido por José Moreno, lo cual ya es decir demasiado en una rotación de ases como Junior Guerra, Raúl Rivero y Néstor Molina.
El antillano tiene tres salidas en los playoffs, traducidas cada una de ellas en conquistas para los pájaros rojos, donde solo ha recibido una anotación en 17.2 episodios (0.51 PCL).
Aunque el promedio de carreras limpias permitidas de Cardenales es inferior al de los aborígenes (3.07 por 3.60), los lanzadores crepusculares han otorgado 24 bases por bolas, 10 más que sus rivales. De ese total, 11 son responsabilidad del bullpen alado, que marcha con 4.76 de efectividad y no ha podido demostrar en el terreno su teórica superioridad con relación a su similar de oriente, mientras que en algunos pasajes de la serie el estratega Moreno ha sido cuestionado por la manera como ha usado a sus relevistas.
“Nosotros nunca hemos dicho que hay pitchers específicos para situaciones determinadas. Scott Maine, Faustino De Los Santos, Jesús Sánchez y Felipe Paulino pueden lanzar en cualquier momento a partir del sexto capítulo. La clave está en buscar que los peloteros salgan y se diviertan, que hagan lo mejor posible y lo disfruten porque es una etapa única”, declaró el mandamás cardenal Moreno a IVC Networks previo al juego número cinco.
De esa forma, los pájaros rojos buscarán acabar con dos tendencias en contra. La primera, que indica al ganador del quinto como monarca de la LVBP en 18 de 23 oportunidades (78%), y la otra, en la que Lara nunca ha podido obtener el cetro ante adversarios inéditos en una Final (como en este caso) en cuatro ocasiones anteriores.
EL DATO
Al primer partido de la Serie Final asistieron 18.107 personas, cifra que estableció un récord para un partido en el Estado Antonio Herrera Gutiérrez en la temporada 2017-2018. Al día siguiente se dieron cita en el parque una multitud de 15.928, lo que sumó un total de 34.035 aficionados, otra marca de convocatoria en dos partidos seguidos para Lara en la campaña.