Créditos Imagen: Luis Ugueto Fotos: AVS PHOTO REPORT
Alexander Mendoza | Prensa LVBP
Caracas.- Cardenales inicia la última semana de la eliminatoria clasificado. El club crepuscular inscribió su nombre en los playoffs antes de Navidad, pero con sobresaltos.
Lara fue un equipo durante la primera mitad del calendario y, desde entonces, uno diametralmente opuesto. Anverso y reverso. Blanco y negro. Sin puntos medios. Así que, con los playoffs a la vuelta de la esquina, el manager Luis Ugueto tendrá que encontrar la respuesta sobre cuál es la verdadera versión del grupo que dirige.
Hasta el 1º de diciembre, Cardenales fue el principal adversario en la tabla de posiciones de Águilas del Zulia, la escuadra que hasta ese instante había llevado al terreno el mejor rendimiento colectivo.
Los barquisimetanos ganaron 15 de sus primeros 22 desafíos y cambiaron la página del almanaque de noviembre a diciembre con una racha de seis victorias. Sólo un juego por debajo de los marabinos (16-6).
En buena medida, Cardenales se apoyó en una eficiente ofensiva que anotó durante ese lapso 119 carreras, la tercera cantidad más elevada, detrás de Águilas (150) y Caribes de Anzoátegui (136), en tanto que ligó para .288 de promedio y sumó 50 extrabases. Con Yojhan Quevedo (15) y Osman Marval (18) produciendo anotaciones desde el medio de la alineación, junto con Anthony Jiménez, que en ese período exhibió una línea ofensiva de .313/.367/.386 y lideró al equipo anotadas (16), con el cubano Yordanys Linares (18).
Lo que ayudó al equipo a entregarle los encuentros en ventaja al mejor cuerpo de relevistas de la liga con balance, que compiló registro de 9-3, 23 holds o juegos mantenidos y siete salvados en 11 oportunidades, además de 2.74 de efectividad. Unos brazos que siempre cubrieron las deficiencias de una rotación, que si bien dejó récord de 5-4 y un promedio de 3.00 anotaciones merecidas, apenas cubrió 87 innings, menos de cuatro entradas por salida.
Desde entonces, Lara cambió. En sus últimos 16 encuentros su foja fue de 5-11, incluida una cadena de cinco derrotas, que le hizo caer al tercer lugar de la tabla.
“Son diferencias muy marcadas. Cardenales bateó muchísimo en la primera mitad y mostró la mejor efectividad colectiva, lo que le permitió llegar a alcanzar a Zulia en el primer lugar”, opinó el periodista Ignacio Serrano, analista del circuito radial larense. “Luego, bates importantes pasaron por prolongados slumps, incluida la importación completa. Se apagaron esos bates simultáneamente y bajó la producción de extrabases (29). A eso lo acompañó una razón decisiva entre un Cardenales y otro, que tiene que ver con el pitcheo y en particular el relevo”.
Las estadísticas son contundentes. El estelar taponero Pedro Rodríguez estuvo dominante en sus primeras 12 salidas, en las que recató en seis de siete oportunidades, luego de fallar en el Día Inaugural (6 de noviembre) contra Bravos de Margarita. Pero en sus últimas siete salidas se desplomó. Su efectividad es de 15.19 (9 CL en 5.1 INN). Zulia lo castigó con cinco anotaciones, incluido un grand slam de Alex Romero, y Tiburones de La Guaira con cuatro. Esas salidas se convirtieron en derrotas y apenas pudo salvar un juego en dos ocasiones. Lo que le llevó a perder su puesto.
Yojahn Quevedo ha sido el bateador más consistente de Cardenales
En general, desde el 2 de diciembre, los apagafuegos tienen un magro registro de 0-5 y 4.89 de efectividad. Tres de esos descalabros fueron en los tramos finales, lo que de no ocurrir, Lara tendría récord de 8-8 en sus más recientes 16 cotejos.
“Pienso que el bullpen está un poco cansado. Así que espero que el pitcheo abridor vaya un poco más largo para que pueda complementarse con los relevistas”, observó Ugueto.
“Ahora mismo no tengo cerrador”, añadió el estratega. “Vamos a bajar a Pedro a los innings cinco, seis, siete, por allí, para buscarle un poco más de confianza. Sabemos cuál es la jerarquía de Pedro, pero hacemos los movimientos para que vuelva a entrar en sí”.
Ahora, Vicente Campos, uno de los mejores taponeros de la liga, y el dominicano Ricardo Gómez están encargados de la novena entrada.
Los abridores lograron ir un poco más lejos (76 INN en 16 JI), con marca de 5-6 y 4.86 de efectividad, sólo que varias diferencias se esfumaron en el último tercio de los encuentros.
“Todos los equipos pasan por malas rachas”, apuntó Carlos Miguel Oropeza, gerente general de Lara. “El equipo tuvo un par de semanas muy negativas, en las que hubo un bajón ofensivo importante y se atravesaron unas tres derrotas en los innings finales, que pesaron. Pero lo importante es que el equipo tenía el colchón suficiente para clasificar”.
Una vez terminada la eliminatoria, Lara podrá realizar dos sustituciones de importados o criollos, al igual que el resto de los clasificados, lo que le abriría espacio para mejorar sus filas, que cuenta con varias piezas de radical importancia en el campeonato que alcanzó en la 2018-2019.
Mientras, el alto mando alado anunció la contratación del veterano derecho Máximo Nelson y el infielder Luis Marte, ambos dominicanos, que ocuparán los lugares en el roster de 32 del lanzador quisqueyano Juan Sandoval y el zurdo colombiano Ronald Ramírez.
“Nuestra clave siempre ha sido el pitcheo y, obviamente, tratar de mejorar esa ofensiva, que en los últimos juegos tuvo una mayor presencia. Una vez en enero, que todo comienza desde cero, la experiencia del equipo jugará un papel importante”, enfatizó Oropeza.