Créditos Imagen: Bárbaro Garbey Foto: Ana Isabel Pérez
Alexander Mendoza | Prensa LVBP
Caracas.- Bárbaro Garbey se mostró de buen ánimo durante la práctica de Tigres en el Estadio Universitario, antes de su segundo encuentro como manager de los felinos. En la víspera, Aragua había roto una cadena de ocho derrotas, que lo sumió en una crisis que le costó el trabajo al piloto Clemente Álvarez. Pero después del esperado triunfo y bajo las órdenes de un nuevo capataz, el ambiente era ligero en la cueva.
“Si no creyéramos que este equipo puede clasificar, nos hubiésemos retirado del torneo. Estamos en la pelea, nada es fácil, todo es difícil, pero no imposible”, sonrío el experimentado técnico cubano.
El club aragüeño, que inició la campaña con muchas expectativas, amaneció este viernes con récord de 12-18, igualado con Magallanes y sólo por encima del colista y virtual eliminado, Bravos de Margarita.
“Vi a un club aguerrido, con mucho ánimo, tratando de hacer las cosas pequeñas”, resumió Garbey el partido del jueves, que ganaron sus dirigidos 8-6 ante Leones del Caracas.
“Cuando uno tiene un equipo conformado de esta manera, con las características actuales de los Tigres, que no es un equipo de jonrones, debe apelar a otras cosas para ganar. Ayer nos salieron dos cuadrangulares (de Ezequiel Carrera y Daniel Carbonell), pero no será siempre así. Lo importante es que vi un equipo con ganas de jugar al beisbol y con deseos de triunfar”, abundó el estratega.
El pitcheo de Aragua es el tercero mejor de la liga, con 4.30 de efectividad, pero su ofensiva apenas ha anotado 137 veces (4,57 p/p) y hasta el jueves, en sus últimos nueve desafíos había dejado atascados a 83 corredores en las almohadillas (9,22 p/p) y ligaba para .242 (95-23) con hombres en posición de anotar. Un factor que en parte explica su racha negativa.
Garbey ha sido instructor de bateadores en cuatro temporadas en la LVBP, primero con Águilas del Zulia y después con Tigres. Una experiencia que le ayudó a establecer un diagnóstico de lo que estaba pasando, luego de ver su primer partido el miércoles y tomar apuntes, al lado del manager interino Carlos Colmenares.
“Hicimos cambios en la alineación, que responden a los problemas que había atravesado el equipo, para tratar de cambiar las cosas con corredores en posición de anotar”, explicó. “Los bateadores de la parte alta de la alineación se embasaban, pero los de atrás no los estaban trayendo. Entonces traté de hacer un ajuste en el lineup. Puse a Carrera quinto, a Carbonell séptimo, y a (Héctor) Gómez de noveno. Sicológicamente, uno trata de hacer los ajustes para que ese pelotero se sienta mejor en el turno al bate. Y de esa manera se le quita un poco de responsabilidad y que tenga un poquito más de confianza a la hora de batear en situaciones. Estaban muy desesperados con gente en posición anotadora”.
Garbey también notó una excesiva agresividad en sus toleteros al momento de empuñar el madero.
“No estaban siendo disciplinados. Uno puede ser agresivo, pero debe hacerlo con disciplina y saber la situación del juego, debe ir con un plan en mente a tomar el turno, dependiendo si hay hombre en tercera, en primera y segunda, o en segunda y tercera. Es decir, en situaciones. Esas cosas que debe tener claro un bateador al momento de llegar al home. Se trata de tener un mejor plan, para que pueda producir”.
El cubano, nacido en Santiago hace 63 años, espera que sus subalternos entiendas su filosofía, algo que antes había puesto en práctica durante las tres últimas campañas como coach. También aspira a que la rotación se estabilice con el regreso de Guillermo Moscoso, que superó las molestias en la rodilla izquierda que lo sacaron de acción por más de dos semanas, la llegada de dominicano José Valdez y el brasileño Tiago Da Silva, que de cerrador pasó a tomar la bola desde el primer inning. Los abridores también incluyen a Luis Ysla y al quisqueyano Johendí Jiminian.
“La rotación va a estar bastante buena. Estamos tratando de hacer una rotación y un lineup que sean consistentes. Si queremos ganar tenemos que hacer un lineup consistente. Para que todo el mundo sepa en qué posición está bateando y cuál es su trabajo a la hora ofensiva. No soy el tipo de coach que pongo a alguien de tercero y al día siguiente lo bajo séptimo. Mi filosofía es mantener un lineup, para que el equipo juegue acoplado”.
Garbey repitió contra Caracas el orden con el que le ganó el jueves en Maracay. Antes pocas veces, Aragua presentó alineaciones iguales en jornadas seguidas.
Eso fue lo único que adelantó el nuevo jefe de banquillo felino sobre lo que hará en el terreno para cambiar la situación de su novena. El resto lo dictará el juego.
“No tengo una fórmula exacta”, advirtió el antillano. “Llevo el juego de acuerdo con las características como se vaya desarrollando. Los manager no somos magos, pero tratamos de hacer los ajustes para que las cosas funcionen mejor”.
Hace apenas unos días atrás, Garbey no tenía planes de regresar a Venezuela. Pero no dudó en aceptar la oferta de la gerencia maracayera.
“Sinceramente, no me esperaba que me llamaran en estas circunstancias, porque yo estaba dirigiendo a los Tigres de Cartagena, en Colombia, pero por razones fuera de nuestro alcance ese equipo tuvo que salir de la liga. Así que estaba allá y no esperaba que me llamaran para dirigir, porque en este circuito siempre fui coach de bateo, nunca ambicioné ser manager, nunca me pasó por la mente, pero el destino es el destino”.
Y a las oportunidades hay que abrazarlas, en lugar de desestimarlas.
“Acepto el reto”, volvió a sonreír Garbey.
EL DATO
Bárbaro Garbey es el quinto cubano que dirige a Tigres de Aragua. La lista la completan Patato Pascual, Zoilo Versalles, Wilfredo Calviño y Eddie Rodríguez, de acuerdo con el historiador Tony Flores.