Créditos Imagen: Anthony Santander
José Luis López | Prensa LVBP
Caracas.- Anthony Santander ha logrado establecerse en los Orioles, a despecho de una serie de obstáculos de índole física que han frenado un poco su desarrollo pleno como pelotero. No obstante, el juego del criollo ha llenado pupilas con su calidad y no a pocos clubes de Grandes Ligas le gustaría contar con una pieza de sus características tanto defensivas como ofensivas.
Darragh McDonald, miembro del portal MLB Trade Rumors, analizó lo que puede ser el futuro casi inmediato del criollo, dados los planes de resurrección que abordan los oropéndolas y un amplio espectro de posibilidades que Santander encontraría en otros derroteros de las Mayores.
Después de tener un tiempo de juego limitado en las Grandes Ligas en 2017 y 2018, Santander mostró signos de estallar en 2019. Con solo 24 años de edad en ese momento, conectó 20 jonrones en 93 juegos y dejó línea ofensiva de .261/.297/.476. La falta de bases por bolas en sus números despertó cierta preocupación, pero dada su juventud, poder y habilidad para batear desde ambos lados del plato, había mucho por lo cual sentirse bien, considera McDonald.
En la campaña 2020 acortada por la pandemia, llevó su juego a un nivel superior. Mejoró su índice de caminatas de 4,7 % a 6,1 %, aún por debajo del promedio de la Liga Americana, pero sin embargo progresó. Su tasa de ponches se redujo del 21,2 % al 15,2 %, y conectó 11 jonrones en solo 37 juegos, para una línea de .261/.315/.575.
Desafortunadamente, 2021 fue un paso atrás, con múltiples viajes a lista de lesionados que limitaron su tiempo de juego y producción. En 110 juegos, todavía mostró su poder potencial con 18 jonrones, pero su tasa de bases por bolas se redujo al 5,3 % y su tasa de ponches aumentó al 23,1 %. Las métricas defensivas también lo vieron en gran medida por debajo del promedio, después de estar cerca o por encima en las dos temporadas anteriores, señaló el analista.
Reconstrucción y futuro
Los Orioles están en un proceso de reconstrucción profundo, luego de terminar con récord por debajo de .500 durante cinco temporadas consecutivas y últimos en el Este de la Liga Americana en cuatro de ellas, con su único paso fuera del sótano cuando los Medias Rojas se deslizaron a solo un juego detrás de los Orioles en la abreviada campaña de 2020.
Aunque el sistema de granjas ahora está bien considerado y tiene muchos prospectos importantes que se acercan al momento de dar el salto a las Mayores, Baltimore todavía tiene un largo camino por recorrer hacia la competitividad, ya que el club terminó el año pasado con un récord de 52-110, a 39 juegos detrás del cuarto lugar, ocupado por los Azulejos de Toronto.
A Santander le quedan tres años de control del club y puede ser retenido por Baltimore hasta la temporada 2024. Aunque es posible que el club esté reconstruido para entonces, también tendría sentido que surjan escenarios comerciales. Incluso si son capaces de competir en la temporada 2024, Santander estará en su último año de control y cumplirá 30 años en octubre de ese año.
Para un club que prioriza claramente el largo plazo, sería lógico considerar un intercambio que traiga de vuelta a jugadores que puedan ayudar más allá de ese período de tres años. Los Orioles también tienen a Cedric Mullins y Austin Hays ocupando dos de los tres jardines de manera regular, lo cual significa que negociar con Santander podría liberar un espacio para que el equipo le dé tiempo de juego a otras opciones, como D. J. Stewart, Ryan McKenna, Yusniel Díaz o Kyle Stowers, considera McDonald.
Los Orioles no necesitan apresurarse para llegar a un acuerdo, ya que Santander no impacta las finanzas oropéndolas. El patrullero calificó para arbitraje el año pasado como Súper Dos, para devengar un salario de $2,1 millones, y ya acordó un contrato de $3,15 millones para este año. Dado su accidentada actuación de 2021, tiene sentido que el club se aferre al venezolano por ahora, con la esperanza de que pueda volver a la forma que mostró en 2020, antes de negociarlo en la fecha límite de cambios o incluso el próximo invierno, pondera el analista de MLB Trade Rumors.
Interesante panorama
Santander jugó un poco en el jardín central en 2019, pero es principalmente es un jardinero de esquina. Cualquier equipo que necesite ayuda en los jardines, sin querer derrochar en un agente libre costoso como Nick Castellanos, Kris Bryant, Kyle Schwarber o Seiya Suzuki, podría estar interesado en Santander, especialmente si encuentra saludable y con desempeño acorde a su potencial en 2022.
Los Rockies de Colorado están en busca de jardineros, ya que se contactaron con Bryant y Schwarber esta temporada baja. Los Padres de San Diego necesitan ayuda en los jardines y podrían estar enfrentando una crisis presupuestaria después de pasarse la línea del impuesto de lujo el año pasado y aún no encontrar un comprador para el contrato de Eric Hosmer. Los Guardianes ciertamente necesitan jardineros y casi nunca consiguen agentes libres bien pagados, además de que Cleveland tiene un montón de brazos jóvenes y controlables que seguramente atraerían a un equipo como Baltimore, desesperado por adquirir lanzadores. Los Gigantes de San Francisco han conectado con Suzuki, pero aparentemente buscan evitar grandes gastos de agentes libres y podrían pasar a otras opciones si son superados. Los Filis de Filadelfia tienen a Bryce Harper en la derecha, pero podrían buscar mejoras para los bosques del centro y la izquierda: cambiar por alguien como Santander podría permitirles gastar más en otras áreas, como el cuadro interior y el bullpen, apunta McDonald.
Clubes como Medias Blancas de Chicago, Marlins de Miami, Rangers de Texas y los Bravos de Atlanta también podrían tener sentido, así como un puñado de otros equipos, dependiendo de cuáles otras transacciones se lleven a cabo en los próximos meses. También existe la posibilidad de que surjan más pretendientes a medida que avance la temporada, si las lesiones crean una necesidad en un equipo en el cual no encaje el criollo claramente en este momento.
Como se puede apreciar, este análisis de Darragh McDonald presenta amplio horizonte para Anthony Santander, imbuido en un equipo en reconstrucción y habitante de un vecindario donde sus múltiples habilidades son altamente valoradas. El curso de la temporada 2022 podría representar un antes y un después para el jardinero criollo, siempre que las lesiones decidan no asumir el rol de fieles compañeras.