Alex Tovalín y un sueño que solo empieza

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Créditos Imagen: Alex Tovalín | Foto: Elio J. Miranda

 

José Ángel Rodríguez | Prensa LVBP

 

Valencia.- El documento de identificación de Alex Tovalín lo muestra como estadounidense, pero su acento y gusto al expresarse son tan mexicanos como los alebrijes. En la cercanía física, se percibe aún más joven de los 25 años de edad que se lee en su hoja de presentación, una apariencia juvenil que se convirtió en su principal piedra de tranca.

Hasta el 2021 solo había lanzado en ligas “domingueras”, como son conocidos los circuitos semiprofesionales de fines de semana. Lo hacía en Tijuana, la ciudad mexicana donde cruzaba la frontera méxico-estadounidense todos los viernes, luego de concluir su jornada laboral en San Diego para perseguir un “sueño americano” a la inversa.

“Me veían como un niño y no me daban la oportunidad. Lancé en el colegio, cuando tenía 18 o 19 años, después de ahí no me salía ninguna oportunidad. Había semanas que ni en la dominguera me tocaba lanzar”, recordó el hoy relevista de los Navegantes del Magallanes, sentado sobre la baranda del dugout local del Estadio José Bernardo Pérez de Valencia. “Yo nunca he estado firmado en Estados Unidos. Por no haber jugado allí, se me hacía difícil en México. A veces terminaban los juegos y yo salía frustrado, porque sabía que podía lanzar y hacer el trabajo”.

Tovalín nació en San Diego, pero durante algunos años vivió en Rosarito, una ciudad balneario de Baja California. Allí creció su amor por el beisbol, uno compartido con sus tres hermanos, pues todos lo practican. Incluso, dos de ellos: Adrián (2017) y Osvaldo (2021), fueron drafteados como jugadores de posición por Astros de Houston y Cardenales de San Luis, respectivamente, luego de participar en el sistema universitario, conocido como NCAA.

Parte de la afición de los Tovalín por la pelota, tiene marcada influencia en Issmael Salas, reputado infielder de las ligas mexicanas de invierno y verano, quien es el padrino de Humberto, el mayor de los hermanos de Alex.

“Mi hermano (Adrián) jugó en Tabasco -Liga Mexicana de Beisbol- en 2019 y yo le hice un tryout al equipo, pero me dijeron que no había oportunidad. Yo veía sus juegos y observaba a los pitchers que tiraban 84 millas, y yo decía ‘coño, yo lanzo 89, puedo tirar ahí’”, mencionó con sorpresiva adaptación al léxico venezolano. “Pero nada. Yo seguía, porque mi sueño es jugar beisbol”.

 

LA OPORTUNIDAD

Alex lo había decidido: el 2021 sería el último año que intentaría convertirse en profesional. De no concretarse, se dedicaría a terminar los dos años de escuela que le faltaban y luego a estudiar alguna carrera relacionada a las matemáticas, un área para la que se considera apto.

Recibió una invitación de los Mariachis de Guadalajara para hacer la pretemporada de un certamen marcado por el regreso del deporte, con las consecuentes restricciones de la pandemia.  Benjamín Gil era el mánager, el mismo que dirigirá a México en el venidero Clásico Mundial.

Tovalín lo relata con detalle.

“Cuando firmé fue un poco raro, todavía me acuerdo, faltaban como tres días para comenzar la temporada y no salía el roster. Iban a quedar como unos 10 peloteros fuera del roster, disponibles para entrar en cualquier momento que se necesitara. Yo le marcaba (llamaba) a mi mamá y le decía ‘mínimo ya la hice fuera del roster, ya estoy acá, no me han cortado, yo no he visto ninguna lista, pero ya estoy acá, o empiezo fuera del roster, o lanzo cuando vamos perdiendo o ganando por muchas, pero yo siento que ya la hice’”.

Sus corazonadas estaban en lo cierto, aunque no exentas de una nueva prueba de paciencia.

“Dos o tres días antes (de comenzar la ronda regular) firmé y todavía el primer día de la temporada entra el gerente y me dice que no podía lanzar ese día porque la liga no completó mi papeleo”, rememoró, con una sonrisa irónica dibujada en el rostro.

Pero el destino le tenía preparado un mejor escenario.

“El segundo día ya estoy en el bullpen, era como el sexto inning y jugábamos en Durango, mi papá es de allá. Entré con hombres en primera y segunda. Ese día lancé mi primer ponche. Al siguiente volví a lanzar y obtuve mi primera victoria, igual contra Durango. Le marqué a mi papá y le dije ‘mira, lancé en tu casa, tuve mi primer ponche y gané’.

 

Alex Tovalín cumula experiencia con los Charros de Jalisco, campeones de la Liga Arco del Pacífico

 

NO LA DESPERDICIÓ

El diestro completó una fantástica primera travesía como profesional en Guadalajara. Dejó efectividad de 3.07 en 29.1 innings repartidos en 30 juegos, con récord de cuatro ganados, sin perdidos. Allí tuvo la oportunidad de compartir clubhouse con Salas, el amigo de su familia, además de grandes bateadores como Adrián “El Titán” González y Jesse Castillo, recordado en la carabela carabobeña por su contribución en el título de la temporada pasada.

“Siempre he admirado mucho a los jugadores mexicanos de Baja California, que estuvieron en la misma liga donde yo estuve. Ellos ayudaron mucho al deporte allí, siempre los veía en la tele y me emocionaba irlos a ver (como espectador) en el estadio de Tijuana. Poder jugar con ellos fue de lo mejor”, expresó, mientras de fondo se escuchaba como Países Bajos le empataba 2-2 a Argentina, en los cuartos de final del Mundial de Fútbol. Un encuentro que estaba siendo proyectado durante las prácticas vespertinas en la pantalla gigante del feudo valenciano.

Tovalín le decía a sus compañeros que no creía que fuera a lanzar juegos cerrados, pero el piloto Gil lo siguió haciendo durante toda la zafra, para asombro -esta vez positivo- del apagafuegos.

“Disfruto mucho lanzar y me preparo bastante para hacerlo, le doy mucha importancia a la preparación, le invierto a mi cuerpo, a la alimentación, y eso fue lo que me ayudó allí”, afirmó.

 

EL VIAJE CARIBEÑO

Magallanes anunció la contratación de Tovalín con el objetivo de reforzar su maltrecho bullpen. Llegaba con los pergaminos recientes de haber quedado campeón con los Charros de Jalisco en la Liga Arco Mexicana del Pacífico, disputar la Serie del Caribe 2022 y mejorar aún más su trabajo en la LMB, esta vez con los Leones de Yucatán, donde también ganó el campeonato, junto a Henderson Álvarez, alguien determinante para su llegada en Venezuela.

“Henderson es alguien por quien decidí venir para acá. Había ofertas de otros equipos, pero por él estamos acá”, dijo sobre la influencia de su cofrade bucanero y también en Yucatán, club donde dejó registro de 8-4 con promedio de carreras limpias de 2.44 en 48 episodios.

Antes de arribar al puerto eléctrico, el escopetero se animó a vivir la experiencia en el exigente circuito invernal de República Dominicana, donde solo actuó 3.1 capítulos, que para él fueron enriquecedores.

“Pensé en lanzar en Dominicana porque hay un poco más de scouteo, por eso tomé la decisión de ir para allá.  Me gustó mucho la experiencia, estuve con lanzadores como Fernando Rodney y Jumbo Díaz, que me ayudaron mucho, al igual que Carlos Peguero (jardinero), muchos jugadores de Grandes Ligas, como acá”.

 

Alex Tovalín tiró un inning en blanco en la Serie del Caribe Santo Domingo 2022

 

VENEZUELA, TRAMPOLÍN PARA OBJETIVOS MAYORES

Hasta antes de la jornada del 10 de diciembre, Tovalín había enfrentado a 11 rivales en su pasantía en la Liga Venezolana de Beisbol Profesional. Solo Niko Hulsizer (Águilas), el primero que enfrentó, se le embasó con un doble. A partir de allí, se mostró hermético en sus tres siguientes presentaciones.

“Él tiene buenos pitcheos y ataca la zona de strike, que es lo que yo he tratado de decirle a los muchachos desde el primer día que llegué. Atacar la zona de strike con tus mejores pitcheos y tendremos mejores resultados”, glosó Jonathan Albaladejo, coach de pitcheo nauta.

“Yo vengo a quedar campeón y a poner buenos números”, sentenció Tovalín. “Si uno deja buenos números significa que el equipo va en buena dirección. Me gusta ganar”.

Detrás de ese deseo de gloria, siempre está el de llegar a la Gran Carpa. Lo estuvo en Rosarito, en Durango, y ahora más que nunca en Valencia.

“El sueño de las Grandes Ligas está más vivo que nunca. Siento que solo me falta lanzar más duro, ganar algunas millas”, analizó. “Nunca se me ha quitado ese sueño, sigo con el hambre y las ganas de llegar allí”.

“Debo aprender y acá puedo hacerlo. En este equipo se cuenta con la experiencia de (Robinson) Chirinos, de (Luis) Torrens y de (Arturo) Nieto también -todos receptores-, ayuda mucho tenerlos porque conocen mucho más a los bateadores.  Ni hablar de Yadier Molina (mánager), tantos años en Grandes Ligas con el mismo equipo, es algo que yo también quiero hacer”.

Tovalín no se guarda nada cuando de sueños cumplidos y por cumplir se trata.

 

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