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Henry Roldán Sesti | Prensa LVBP
Maracay.- Con la misma facilidad con la que Alex Cabrera conecta batazos kilométricos en cada uno de los escenarios en los que ve acción, el paleador de los Tiburones de La Guaira continúa inscribiendo su nombre en la historia en la Liga Venezolana de Beisbol Profesional, tras ganar su tercer premio al Jugador Más Valioso.
Con 137 puntos conseguidos en la votación, producto de 19 papeletas para el primer lugar, el Samurái derrotó por estrecho margen a los cubanos Félix Pérez, de Leones, y Rangel Ravelo, de Cardenales, que terminaron en la segunda y tercera posición, respectivamente, en la escogencia que hicieron 50 miembros de los medios de comunicación.
“Me siento súper feliz. Creo que a los 44 años de edad, ganarse un MVP no es nada fácil. Pienso que debe a la constancia, la disciplina y el trabajo. Eso es lo que te ayuda a ganar premios. Es lo que he hecho por tantos años: trabajar y trabajar. Soy disciplinado y organizado, por eso Dios me ha dado esa dicha”, destacó Cabrera, pocos minutos después de conocer el resultado de la votación.
Cabrera armó su candidatura, gracias a batazos de vuelta completa y carreras remolcadas, lo que mejor saber hacer. El forzudo terminó como líder en cuadrangulares del campeonato (11) y colíder en carreras impulsadas (39).
“Creo que tuve unos números impresionantes”, enfatizó Cabrera, que antes había el Víctor Davalillo en las zafras 1997-1998, con Pastora de Los Llanos, y en la 2013-2014, con Tiburones. “Lo que ayudó al equipo a clasificar de primero. Creo que todas esas cosas influyeron (en la elección) y las ganas de ganar, las ganas de quedar campeón. Eso es lo que me ha motivado a dar todos esos batazos oportunos, a dar los jonrones, empujar todas las carreras”.
Sentado en el clubhouse de los litoralenses, previo al quinto compromiso de la serie semifinal contra los Tigres de Aragua, Cabrera confesó que le sorprendió el resultado del premio, a pesar que estaba consciente de sus méritos.
“No me lo esperaba. Yo sabía que el anuncio era hoy, pero uno nunca sabe. Tantas cosas pasan en este beisbol, que uno nunca sabe. Pero tenía los números. Para ser MVP tienes que empujar carreras, dar jonrones y batear. Yo hice las tres cosas. Es una satisfacción muy grande”, puntualizó el bateador designado de los escualos.
“Todo el mundo se quedó frío”, continuó, con su acostumbrada elocuencia. “Yo mismo se los dije a mis compañeros después que me llamaron, se los dije y quedaron impresionados. Me felicitaron. Somos un grupo muy unido, parecemos una familia. Así es este clubhouse, todos brincando, todos se pararon, me felicitaron. Es bueno sentir ese apoyo. Es como ellos dicen, que soy un ejemplo para ellos y me siento muy contento de estar en esa posición”.
POR AHORA, UN AÑO MÁS
Tras tórrida producción en la temporada, que le valió ganarse el Jugador Más Valioso, han llevado a Cabrera a tomar la decisión de seguir activo al menos una temporada más.
“Tenía pensado que este fuera mi último año, pero todos me lo dicen, para qué me voy a retirar: ‘Mira la edad, los números que haces, si puedes seguir jugando a la pelota y le sigues dando a la bola, sigue adelante’. Es verdad. Por eso jugaré un año más. Después, haga lo que haga, será el momento de descansar, de abrirle paso a los muchachos. Aunque al mismo tiempo pienso: ‘Cómo uno se va a salir si los jóvenes no me superan’. Por eso sigo jugando”, apuntó.
En su encuentro con la prensa, Cabrera enfatizó las ganas que tiene de seguir siendo un ejemplo para la juventud y citó el ejemplo de Carlos Sánchez, que durante la práctica de Tiburones lució una camisa con el apodo del paleador: “Record Man”.
“Ellos me ven jugando y creo que es como una inspiración para ellos. Es bonito sentir ese apoyo. Tienes que decir ‘lo tengo que hacer’, y por eso sigo trabajando. Todas las noches después del juego hago una hora de pesas para mantenerme al ciento por ciento”, destacó.
TODO POR LA FAMILIA
Pero no solo ser la inspiración de los jóvenes le otorga el empuje a Cabrera para seguir jugando. Su familia, sobre todo su madre e hija, de dos años de edad, le han hecho plantearse aparecer una campaña más con La Guaira.
“Tengo un apoyo increíble. Tengo una gordita de 2 años y medio que me pide todos los días del mundo, antes de salir de la casa, es que conecte un jonrón. Y yo creo que es una inspiración muy grande. Siempre lo he dicho. Mi gordita es la que me da fuerzas para salir de la casa con una sonrisa y me dice que ella va a ser pelotero y con La Guaira y va a dar jonrón como su Apá. Mi familia me apoya al ciento por ciento, las veces que bateo, me mandan un mensaje por Whatsapp para felicitarme”, confesó Cabrera. “También tengo una fanática grande que es mi mamá. Todos los días del mundo me llama en las buenas y en las malas”.
ASÍ QUEDÓ LA VOTACIÓN