Barquisimeto.- Scherff & McKenna suena a bufete de abogados. Y algo de eso hay. Alex Scherff y Brian McKenna litigan en las instancias de sentencia como defensores de su cliente, Cardenales de Lara. Y le ayudaron a ganar el caso.
Los alegatos finales de estos “jurisconsultos” estadounidenses convencieron al jurado del beisbol profesional venezolano. Entre los dos cesaron la postemporada con 1.57 de efectividad y siete holds como preparadores del refuerzo Arnaldo Hernández, socio agregado de la “firma”. Scherff venía en el inning siete, McKenna en el episodio ocho. El fallo les favoreció con el séptimo campeonato de los Pájaros Rojos. Cooperaron con el mánager Henry Blanco para dejar atrás dos subcampeonatos seguidos y que para él la tercera fuese la vencida.
Aunque en los juegos Scherff venía antes que McKenna, este último llegó primero al regimiento centro occidental. McKenna, de 32 años de edad, debutó con Cardenales durante la jornada inaugural del 12 de octubre con un episodio limpio frente a Bravos de Margarita, su rival alfa y omega del torneo 2024-2025. Scherff se le unió un mes después, el 12 de noviembre, con 1.2 capítulos sin percances. Desde entonces son yunta del bullpen larense.
Scherff & McKenna fundaron su bufete en Barquisimeto. Jamás se habían visto antes. Sherff es texano. McKenna, neoyorquino. “Pero ahora vamos a seguir jugando juntos en México con los Rieleros de Aguascalientes”, menciona McKenna, quien aclara que su apellido se pronuncia con E y no con I.

Brian McKenna formó parte del roster escarlata de principio a fin de la temporada 2024-2025
“Venir a Venezuela con Cardenales ha sido todo un hit”, apunta Scherff. “Desde que llegué he podido disfrutar de la piscina en los días libres, también he disfrutado mucho del clima cálido y la compañía de los compañeros de equipo”.
McKenna es un beisbolista nato. “Juego beisbol porque este ha sido mi sueño desde pequeño”, dice. “Jugar beisbol es lo que siempre he querido ser y mi propósito llegar tan lejos como fuera posible. Sólo quiero seguir jugando tanto tiempo como pueda”.
El texano Scherff también se divierte con la pelota desde la niñez, aunque comparte el beisbol con otras pasiones. “He jugado beisbol desde que di mis primeros pasos, pero hay otras cosas que también me apasionan, como la música”, asegura el apagafuegos diestro de 26 almanaques. “En algún punto me gustaría dedicarme a eso, pero por ahora sólo quiero seguir jugando. Hasta ahora he logrado conseguir oportunidades año tras año y sólo quiero seguir así tanto como me sea posible”.
Ser los únicos angloparlantes en el bullpen de Cardenales los ha compenetrado. Juntos preparan sus relevos, aunque llega el momento de hablar menos y hacer más. “Cada día, antes del juego, e incluso antes de calentar, revisamos el lineup del equipo rival”, expone McKenna, a quien suele vérsele con un balón de fútbol americano cuando estira los músculos antes de la voz de playball y celebró el título con unas gafas oscuras en mitad de la noche. “Durante el partido nos gusta estar relajados y conversar. Dado que somos los únicos cuyo idioma nativo es el inglés, interactuamos bastante. También hablamos con los otros compañeros, pero siempre tenemos una buena interacción. A partir del quinto inning, la conversación se detiene y empezamos a concentrarnos en nuestro trabajo para lanzar”.

Alex Scherff fue contratado durante la serie en Miami que disputó Lara
“Creo que diría lo mismo”, interviene Sherff. “En general, tratamos de disfrutar los primeros cuatro o cinco innings, y de ahí en adelante empezamos a concentrarnos. Es tan simple como eso”.
Sherff & McKenna quieren seguir ejerciendo para la próxima edición de la LVBP. “Absolutamente”, sostiene McKenna. “Hemos visto los otros equipos y estadios, y para mí, Cardenales es la mejor opción para jugar. No jugaría en otro equipo que no fuese Cardenales. Me gusta mucho la liga y toda Venezuela basado en mi experiencia hasta ahora”. Sherff es más sintética en su respuesta: “Cardenales, somos uno”. Es el slogan de la divisa campeona, y puedo serlo también de su “bufete”.