Barquisimeto.- Cuando Alexi Amarista ganó su primera final, Wilson Ramos era del bando enemigo. Concluía la temporada 2010-2011 y los Caribes de Anzoátegui se iniciaron como soberanos del beisbol profesional venezolano a expensas de los dinásticos Tigres de Aragua, pentacampeones la década anterior. Amarista y Ramos se distanciaron de los avatares finalistas y ahora vuelven, como compañeros, en procura cada uno de un tetracampeonato que desabrocharía el cinturón de castidad para Bravos de Margarita.
Ramos se bañó en champán tres veces, pero estaba perdido de una Gran Final desde la contienda 2011-2012, cuando Aragua venció a Tiburones de La Guaira. Regresa para despedida, pues se retirará al término de esta serie. Amarista, el jugador activo con más hits en postemporada (260), intervino en cinco finales entre las batallas 2010-2011 y 2019-2020, siempre con Anzoátegui. Vuelve a estos menesteres tras un lustro ausente y luego de levantar la copa en tres ocasiones.
“Mi respeto para Wilson, que a su edad (37) puede jugar a diario. Él se merece este campeonato. Haremos todo lo posible porque él y Tico (Alberto González) se retiren a lo grande, celebrando la copa, la primera para la isla de Margarita”, dice Amarista después de conceder sopotocientas entrevistas en el terreno del Antonio Herrera Gutiérrez de Barquisimeto. “Tuvimos una final en contra y somos de los pocos jugadores en este equipo con experiencia en finales, pero eso no nos hace mejores que los demás. Estamos aquí para ayudar a los compañeros a enfocarse, a dar lo mejor. Es una alegría estar de vuelta en finales”.
Ramos devuelve la cortesía. “Amarista y yo lo hemos hecho bastante bien”, desgrana el enmascarado carabobeño. “Alexi ha agregado mucha experiencia y se faja en el terreno. Ninguno de los dos se rinde en ningún momento y podemos ayudar a encaminar a los más jóvenes, sobre todo en un equipo como este. Alexi y yo nos respetamos, sabemos lo que tenemos que hacer”.
Alexi Amarista aporta toda su sapiencia en postemporada y especialmente en finales a Margarita
UNA FINAL ESPECIAL
Para Alexi Amarista, ninguna final fue tan especial como aquella de la 2010-2011, cuando frustró a los Tigres de Ramos. “Para mí, la más emocionante fue la primera final con Caribes, porque fue el primer campeonato del equipo y estuve a punto de no estar por la tragedia familiar que tuve”, cuenta Amarista en alusión al asesinato de su padre a manos de unos malhechores.
“La recordaré como la mejor de mi carrera. Ojalá que se sume esta, con el primer título de Bravos. Llega una final más para mí y espero ganar mi cuarto campeonato en cinco chances, porque no puedo incluir en la cuenta una en la cual no jugué”, expone el camarero anzoatiguense, de 35 años de vida, sobre el careo entre Caribes y Cardenales de Lara para resolver la edición 2019-2020 (en realidad sí jugó, pero se fue de 9-0). “Estoy contento con todos mis compañeros. Han hecho un excelente trabajo. Muchos de ellos están jugando la primera final, pero han demostrado porqué llegaron hasta acá. Me satisface lo que he aportado al equipo desde mi llegada”.
NADA COMO LA ADRENALIDA EN UNA FINAL
Ramos no menciona alguna final de su preferencia. Lo que sí evoca es la emoción vivida. “Lo que recuerdo de esas finales es la adrenalina, la alegría con la cual se vive la serie, tanto en la tribuna como en el terreno”, manifiesta el exgrandeliga. “Se disfruta cada momento. Hoy mi esposa me preguntó si estaba emocionado y le dije que por supuesto”.
Ramos considera que la principal diferencia entre el Wilson Ramos que disputó finales hasta la 2011-2012 y este que se reconcilia con ellas en la 2024-2025 es su crecimiento con la mascota. “Ahora vengo con más experiencia detrás del plato, algo que siempre me ha gustado trabajar”, sentencia el valenciano. “Me consideré siempre un buen cátcher defensivo y la ofensiva fue un valor agregado para mi carrera. Y aquí los muchachos han trabajado bastante bien conmigo”.
Wilson Ramos regresa a una instancia decisiva por primera vez desde la 2011-2012 y quiere despedirse con un título
Y para Amarista, el elemento diferenciador para sobresalir en finales es la mentalización. “El éxito está en el enfoque, no hacer de más”, alecciona el barcelonés. “Voy al objetivo de dar el batazo oportuno, agarrar buenos turnos, hacer las jugadas y llevar alegría a la cueva. Por eso Dios me ha dado la dicha de estar entre los mejores en postemporada”. Vértebras ambos de la línea central neoaspartana, el receptor Wilson Ramos y el intermedista Alexi Amarista ansían festejar juntos lo que antes celebraron por separado y separar sus caminos con una cuarta diadema de la Liga Venezolana de Beisbol Profesional.