Guatamare.- Puede que Claudio Custodio y Juan Santana sean las personas más diferentes en cualquier clubhouse de la LVBP. Mientras el lanzador lee en el dugout, camina las gradas o siente el viento para encontrar paz, el slugger, de alguna forma, acaba con la tranquilidad de Bravos en la práctica.
La voz de Santana resuena en el Stadium Nueva Esparta en medio de los estiramientos, al tomar el micrófono del anunciador interno, desafinar estrepitosamente al cantar, y llamar a sus compañeros de Margarita, para que se unan a la juerga.
Custodio, en cambio, prefiere estar lejos del bullicio, con algún libro en la mano que le inspire a montar su propio negocio.
Por contrario que parezca, entre ambos hay un vínculo que va más allá de compartir la nacionalidad dominicana.
“A Santana lo conozco desde hace unos 20 años, más o menos, cuando éramos chamitos”, dijo en perfecta jerga venezolana Custodio. “¿Sabes lo que más me gusta de él? Que, a pesar de haber crecido, sigue siendo un niño”.
El sentimiento del pitcher es genuino. En su tono y mirada no hay rastro de la formalidad de las frases hechas.
“Esa alegría y buena vibra, a mí me agrada muchísimo, porque deseo estar siempre con personas así”, afirmó. “Juan encaja en todas partes, con los fanáticos y niños, sin importar la edad que tengas. No veo en él ninguna maldad, porque se sabe que hay muchas personas que te muestran ser alguien, y resulta que son otras. Él tiene una sola cara”.
Claudio Custodio prefiere ensimismarse durante las prácticas, alejando del bullicio
DR. JEKYLL Y MR. HYDE
En realidad, el rostro de Santana cambia cuando llega el momento de hablar con los medios de comunicación. No hay malicia, tal como aseguró Custodio. Pero del extrovertido Juan que baila un reguetón de la vieja escuela mientras espera su turno en la práctica de bateo, sólo queda algo cuando se le pregunta por Sabana Grande de Palenque, su pueblo natal.
“Claudio vivía en Playa Nayajo, muy cerca de mi pueblo”, recordó Santana, quien creció en San Cristóbal, muy cerca de Baní. “Tenemos una amistad de toda la vida. Nos conocemos de la Liga del Sur (de beisbol menor). Hay mucho respeto y confianza”.
El toletero, de 30 años de edad, también tiene una estrecha relación con el serpentinero Cristofer Ogando, otro quisqueyano, quien vino esta campaña con Navegantes del Magallanes.
“Lo conozco porque compartimos en liga independiente (en el Charleston de la Atlantic League)”, apuntó Santana. “Esta temporada acá en Venezuela le conecté un jonrón y no te imaginas el relajo que fue eso. Todavía le echo broma”.
Juan Santana no pasa inadvertido en los entrenamientos de Margarita
DE PRINCIPIO A FIN
Hay otra similitud entre Custodio y Santana, y es que ambos son los únicos importados de Bravos que han estado con el equipo desde el Día Inaugural, como lo han hecho por el lado de Cardenales Jimmy Endersby, Brian McKenna y Rangel Ravelo, entre los que disputan la Gran Final Empire Keeway, Copa Mercantil.
“Los resultados, muchas veces, uno no los controla. Todo el mundo quiere tener una buena temporada, pero no todos la tienen”, reflexionó Custodio, quien cerrará su tercera contienda en el circuito, primera en Margarita, luego de un par con Tigres. “Yo llegué acá sin un rol definido. Mi primer juego con Bravos fue como relevista, me fue bien, pero en el segundo abrí y el resultado fue distinto. Estuve dos semanas fuera del roster y durante ese tiempo trabajé todo lo que pude. Le agradezco mucho la confianza al coach de bullpen (Jesús) Sánchez, porque a veces llegaban pensamientos que me hacían sentir que no servía. Sus palabras me ayudaron mucho”.
Claudio Custodio terminó como cerrador de Bravos, tras los problemas de Carlos Navas
Santana, por su parte, sólo tenía previsto actuar un mes en la campaña. Sin embargo, su rendimiento extendió su estadía, hasta el último día la refriega.
“Esta es mi segunda temporada invernal, luego de una en Colombia (con Vaqueros de Montería en la 2022-2023) en la que no cogí muchos turnos (apenas 39)”, valoró el risueño Juan. “Fue una oportunidad única la que me dieron. En principio, venía sólo por poco tiempo, pero ya hasta me hablaron para regresar la próxima temporada. Y yo estoy dispuesto a volver”.
Si todo sale según lo previsto, entonces, Santana seguirá perturbando la paciencia zen de Custodio, a la vez que estrecha aún más su lazo con él.
Juan Santana terminó segundo en impulsadas (27) entre los bateadores importados de la liga
EN CIFRAS
Juan Santana conectó 76 hits en la ronda eliminatoria y rompió el récord de Cade Gotta (71, en la 2017-2018) como el importado con más imparables en una temporada con Bravos. Su promedio de bateo de .358, entretanto, fue el tercero más alto en la historia de la franquicia entre los jugadores con al menos 100 turnos consumados, de acuerdo con Pelota Binaria (PB)… Claudio Custodio registró siete juegos salvados en el Round Robin y quebró la marca de la instancia para extranjeros de Jay Baller (6), en la 1988-1989 con Leones del Caracas, según PB.