Alí Sánchez moldeó su bate con la dupla Canó-Céspedes

Alí Sánchez | Fotos: Alejandro van Schermbeek
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Guatamare.- Alí Sánchez no viste un traje de alta costura, pero tiene un madero hecho a la medida que ha transformado su realidad como bateador. De ser un pelotero cuya mayor virtud era la solidez detrás del plato, pasó a aporrear con consistencia a los lanzadores a lo largo de toda la temporada 2024-2025 de la LVBP, tras atender los consejos de dos insignes paleadores caribeños en las Grandes Ligas.

Era febrero de 2020 en Port St. Lucie, cuartel general de los Mets de Nueva York en los Entrenamientos Primaverales, cuando Sánchez, para ese entonces un imberbe jugador de 23 años de edad sin experiencia previa en la Gran Carpa, vio acercarse a la luminaria de Quisqueya, Robinson Canó.

“Yo estaba en el roster de 40 del equipo y Canó me dijo que me quería ayudar con el bateo, así que fuimos a entrenar a la casa de Yoenis Céspedes”, narró el receptor de Cardenales de Lara, tras la práctica de bateo previa al Juego 5 de la Gran Final, contra Bravos de Margarita. “Yoenis vivía en la misma ciudad donde entrenan los Mets, que es ahora donde tengo una casa yo también, así que comenzamos a entrenar en las tardes”.

Al cubano Céspedes, compañero de Sánchez y Canó en aquel Spring Training, le llamó la atención la marca estadounidense de bates que usaba el venezolano y le dio a probar otros que, a su juicio, le podían ayudar más: los fabricados por su propia empresa.

“Me gustaron”, recordó Alí Sánchez. “Pero quise hacerle algunos cambios”.

Alí Sanchez bateó más de .400 en la ronda regular

DETALLES DE MVP

El oriundo de Carora personalizó su bate combinando características del que usaba Céspedes con el de Ronald Acuña Jr., para aquel entonces ya Novato del Año de la Liga Nacional, devenido en Jugador Más Valioso del circuito tiempo después.

“Mantuve el agarre del de Yoenis, pero reduje la maceta al tamaño del que usa Ronald, quien también tiene un modelo con la misma marca”, detalló Alí Sánchez. “Usé ese bate por tres temporadas y este año fui a la fábrica de la empresa, que también queda en Port St. Lucie. Entré a la máquina donde los diseñan y les pregunté cómo podía mejorar el mío. Me dijeron que podía reducir un poco más la maceta para que estuviera un poco más comprimida y dura”.

La confección del nuevo madero rindió frutos para el larense que ya cuenta 28 almanaques, tras ligar para astronómico promedio de bateo de .438 (de 48-21) en la ronda eliminatoria, no desentonar en el Round Robin (.324 en 10 juegos) desde que retomó la titularidad en la receptoría tras la partida de Carlos Narváez, y fijar un tope personal de carreras empujadas en postemporada, con tres, en el cuarto duelo de la serie decisiva, disputado en el Stadium Nueva Esparta.

COMBINACIÓN DE FACTORES

Alí Sánchez reconoce que ese cambio de herramienta para hacer daño a los pitchers, ha sido uno de los puntos clave para su metamorfosis ofensiva.

“Para nadie es un secreto que el bateador siempre debe sentirse cómodo con lo que está usando. Nunca he cambiado el modelo desde el 2020”, apuntó, quien durante 2023 fijó marca individual de jonrones en las Ligas Menores, con 11, todos en Triple A. “Eso ha sido parte de lo que me ha ayudado entre todos los ajustes, para tener esos resultados”.

Sin embargo, desde la perspectiva del staff técnico de la bandada escarlata, hay más factores que influyen.

Alí Sánchez ha trabajado en hacer los ajustes necesarios para rendir más a la ofensiva

“Alí es un jugador con experiencia en Grandes Ligas. Aunque su fuerte es quechar, ha ido mejorando mucho a la ofensiva”, valoró Selwyn Langaigne, coach de bateo de los pájaros rojos, que ha seguido de cerca su avance desde 2021 dentro del club. “Es un muchacho que aún es joven y puede seguirse desarrollando. La diferencia esta temporada creo que ha estado en que ahora tiene una rutina más sólida, que se adapta a lo que él quiere reflejar en el juego. Cada pelotero tiene la etapa en la que madura y reconoce lo que tiene que hacer, y lo que le conviene para ser más consistente. Él está en esa fase”.

CUESTIÓN DE PRIORIDADES

Aunque Alí Sánchez ha dado pasos de gigante en esta refriega como paleador, no ha descuidado lo primero en la lista para cualquier receptor: guiar a los pitchers.

Mientras estuvo detrás del plato en la fase regular, los lanzadores de los pájaros rojos se combinaron para efectividad de 3.16, la mejor entre los caretas que recibieron al menos 15 compromisos en una etapa que culminó con promedio de carreras limpias de 5.24 entre los ocho clubes.

“Hay mucho talento en el equipo, pero además de eso, ellos han ejecutado al atacar la zona de strike o sacar el primer out de cada inning, que son detalles demasiado importantes”, explicó Sánchez. “En los dos primeros juegos de la final, se demostró que esto es beisbol. Ellos aprovecharon las oportunidades que le dimos. Pero hemos ido haciendo los ajustes”.

Alí Sánchez sigue aportando una sólida defensa detrás del plato

Luego de haber perdido los dos duelos en Barquisimeto, Sánchez guio a los relevistas crepusculares para efectividad de 2.63 y WHIP de 0.88 en 13.2 episodios durante los tres careos en Margarita.

“Ese trabajo de acoplamiento con los lanzadores se hace desde días anteriores. Hay que conocer el pitcher, no sólo cómo lanzador, sino como ser humano. Siempre les pregunto cómo están sus familias, qué les gustar hacer o comer, qué hicieron la noche anterior y qué tipo de música escuchan”, comentó Alí Sánchez. “Una vez logramos esa confianza, nos enfocamos en el juego, en el lineup del día, cómo podemos lanzarle y de qué debemos cuidarnos. Pero hay que conocerlos como personas primero que todo”.

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