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José Ángel Rodríguez | Prensa LVBP
Valencia.- La Clase 2021 del Salón de la Fama del Beisbol Venezolano la componen tres de los más aventajados “doctores” del bateo en la historia nacional. Robert Pérez, Bob Abreu y Edgardo Alfonzo, ya ven reposar sus estatuillas en el pabellón máximo de Valencia.
Fue una jornada tan solemne como memorable la de este sábado 5 de noviembre, como pocas veces se han visto en los años recientes de nuestra pelota.
El primero de los exaltados en llegar a las instalaciones del Museo del Beisbol fue Robert Pérez, ataviado en un resplandeciente traje negro, como no podía ser de otra forma, al tratarse de la inmensa “Pared Negra”, que se construyó en los terrenos del país.
“Jugar beisbol es bonito, pero lo que llena de orgullo es la formación de mis padres para ser un hombre de bien, tener educación y principios. Mi hermano falleció hace poco, pero fue mi gran modelo a seguir como atleta”, dedicó el nativo de San Félix, pero larense por adopción, en un emotivo discurso. “¿Mi fan número uno? Mi mamá, Luisa. Fue la persona que me agarró de la mano y me llevó al estadio por primera vez. Nunca faltó a un juego, aunque saliera a las 2:00 am del estadio por mis rutinas luego de cada juego, ella me esperaba. Gracias, eres grande”.
El guayanés encabeza a la LVBP en juegos diputados (1.301), veces al bate dobles (222) y remolcadas con (738), siendo segundo en hits (1.369), tercero en jonrones (125) y en triples (35). Además, fue dos veces Jugador Más Valioso del circuito (1995-1996 y 2006-2007).
Su nombre es el epónimo del Premio MVP de las Series Finales. Disputó 10 series definitorias en el circuito y ganó cinco, fue dos veces Jugador Más Valioso (1997-1998 y 2001-2002). Al momento de su retiro era líder de todos los tiempos en dobles (16), jonrones (11), carreras impulsadas (37), bases alcanzadas (117) y extrabases (27).
El siguiente en hacer presencia en el templo sagrado fue el aragüeño Bob Abreu, el mejor bateador zurdo coterráneo en las Grandes Ligas. Llegó al recinto con la misma paciencia que mostró en el plato durante su carrera y el mérito bajo el brazo de sus nueve campañas con por lo menos 20 cuadrangulares, además de ocho zafras con mínimo 100 carreras empujadas y 100 boletos negociados en la Gran Carpa.
En el Big Show asistió a dos Juegos de Estrellas, ganó un Bate de Plata y un Guante de Oro, además de ser exaltado a la Pared de la Fama de los Filis de Filadelfia.
“Quiero darle las gracias a mi madre, una persona que me crio con valores, que intento mantener, me enseñó a hacer una persona correcta. A mi papá, ‘El Comedulce’, siempre será mi ídolo, la persona que siempre he admirado en mi vida y que hoy Dios tiene en la gloria”, destacó el ex jardinero. “Quiero aprovechar también para agradecer al señor Oscar Prieto Párraga, quien fue mi jefe por muchos años y me hizo la llamada cuando solo tenía 17 años para jugar con Leones del Caracas”.
Abreu contó que recibió el llamado del ex propietario de la divisa capitalina, para consultarle si quería jugar con la escuadra. El novel pelotero antes de contestarle le preguntó al empresario si ya había hablado con sus padres para pedirle permiso, al ser menor de edad, a lo que Prieto Párraga respondió de manera afirmativa. Así comenzó su historia con el club.
Con la manada participó en 16 campañas y dejó línea vitalicia de .304/.326/.467, con 517 hits, entre ellos 167 extrabases, con 313 carreras anotadas y 258 impulsadas.
El tercero al bate fue Edgardo Alfonzo. El de Soapire fue el primer criollo en disputar más de 500 juegos en el Big Show en dos posiciones distintas del cuadro interior. Participó en 889 compromisos como antesalista y en 549 como camarero. Dejó promedio de .284 en 12 cursos como ligamayorista, con actuación histórica el 30 de agosto de 1999 con los Mets de Nueva York, al batear de 6-6 con tres jonrones, seis carreras anotadas y cinco remolcadas, frente a los Astros de Houston.
“Quiero darle un agradecimiento especial a un señor que creyó en mí cuando empecé en este juego, me firmó con los Mets y luego también me dio la oportunidad de jugar con los Navegantes del Magallanes, él es Gregorio Machado”, dijo, en presencia del histórico coach de la Carabela. “Gracias por la paciencia, por guiarme, por estar conmigo”.
Alfonzo jugó 17 campañas en la pelota rentada local, 15 con los turcos y dos con Tigres de Aragua. Fue Regreso del Año en dos oportunidades: 2007-2008 y 2011-2012. Dejó promedios vitalicios de .294/.333/.400 con 522 incogibles, 123 extrabases, 245 rayas empujadas y otros 211 pases con la registradora. Proclamándose campeón en cinco oportunidades.
El orador de orden fue Domingo Álvarez, reputado periodista quien fuese Gerente General de la LVBP entre 1993 y 2019 y en cuyo nombre se celebra el campeonato 2022-2023.
“El Salón de la Fama hoy se transformó en el Salón de las emociones”, acertó Álvarez, en la clausura del memorable evento. “El tiempo no pasa, el tiempo está allí. Hoy podemos decir que Robert Pérez, Bob Abreu y Edgardo Alfonzo están en la eternidad”.
Robert Pérez es considerado el mejor bateador derecho en la historia de la LVBP
Bob Abreu, el primer 30-30 venezolano en las Mayores, es uno de los peloteros más completos del país
Edgardo Alfonzo forma del Salón de la Fama del Beisbol Venezolano, de los Mets y del Magallanes