Créditos Imagen: Freddy Fermín Fotos: A. van Schermbeek
Rayner Rico | Prensa LVBP
Caracas.- Un hombre de pocas palabras. De personalidad introvertida. Inmutable. O al menos eso demuestra en el terreno Freddy Fermín, receptor grandeliga de Leones del Caracas, quien, de manera paradójica, está haciendo mucha bulla en la Liga Venezolana de Beisbol Profesional (LVBP), aunque con su bate.
El jugador bolivarense ha causado devastación en el pitcheo rival; de tal magnitud, que, tras tres semanas de campeonato, nadie ostentó una cifra mejor que su .419 de promedio ofensivo (13 hits en 31 turnos).
“La confianza y la labor ardua”, describió Fermín como los principales argumentos de su insigne comienzo. “Tengo mi propia manera de trabajar, de involucrarme en el juego y creo que eso ha sido fundamental para todo lo que se está viendo ahora”, esgrimió.
Lo del careta no es cuento de camino. Ha respondido con creces a la confianza depositada sobre sus hombros y todo lo realizado en el periodo inicial le ha servido para incluso ganarse un “ascenso” por parte de su mánager José Alguacil, quien durante el último Caracas-Magallanes le dio la oportunidad como tercero en el orden del lineup titular.
“Su swing es consistente. Es muy fluido, sencillo. Él es un jugador que busca poner la bola mucho en juego. Si el primer y el segundo bate se embasan, necesitamos a alguien como él para tratar de moverlos”, analizó el mandamás capitalino, antes de augurarle un futuro prometedor a su dirigido.
“Es un profesional en todo el sentido de la palabra. Tiene mucha ambición y deseo de establecerse en Grandes Ligas. Vino enfocado para sacarle provecho a esta liga y se lo ha sacado. Está demostrando que su estadía en MLB no fue una pasantía sino el inicio de una carrera. Tiene todo el mérito para establecerse”, dijo Alguacil.
Si bien la muestra aún es corta, el mensaje es contundente y cobra una plusvalía si se considera que se trata de un atleta que hasta este punto nunca había podido siquiera practicar como un melenudo en el Universitario.
“Fueron cosas que se escapaban de mis manos. Dios sabe por qué las hace así. No hubo el acercamiento con la directiva en el pasado, aunque en esta ocasión sí se comunicaron conmigo y lo más importante es que hoy estoy aquí para ayudar al equipo”, subrayó el máscara, de 27 años de edad.
El primer hit de Freddy Fermín en la LVBP fue un doble contra Elvis Araujo
Las manifestaciones y despliegue ofensivo del llamativo madero de Fermín lo han domiciliado como el catcher titular del elenco capitalino, por encima de su colega Jhonny Pereda, quien en las contiendas recientes demostró que también goza de un “bate alegre”. Sin embargo, Fermín no siente presión ni considera que se trate de una competencia con su compañero, pues más allá de las individuales, piensa en el bien común y colectivo dentro de la manada.
“Como hemos venido hablando desde la pretemporada todos en el dugout. Sea quien sea el que esté catchando, tiene la misión de tratar de hacer el papel y el trabajo encomendado. Lo más importante es ganar los juegos y esa es la mentalidad que tenemos ahora mismo nosotros tres (incluido Wilfredo Giménez), como los encargados de la receptoría del equipo”, comentó.
Las palabras de Freddy Fermín, incluso su manera de expresarse, denotan madurez, que le permite autoevaluarse para reconocer que, con todo y lo logrado, todavía le resta mucho por aprender, procesar y optar por transformarse en un mejor pelotero.
“Debo seguir trabajando sobre todo en mi defensa. Mantener el carácter con los pitchers para establecer un plan de juego. Brindarle la confianza suficiente para que se dejen guiar por mí. Cómo trabajar a cada bateador, pitcheo por pitcheo”, explicó.
Hasta ahora, ha cumplido. En lo ocho desafíos en los que ha iniciado como receptor titular, el pitcheo del Caracas exhibe efectividad de 2.96 (23 CL / 70.0 IP), todavía mejor que el 3.12 que muestra el club en la temporada, segundo promedio más bajo detrás del líder Águilas del Zulia (2.54)
Un receptor sólido detrás del plato, que llama muy bien el juego
Ejemplo de resiliencia
De cierto modo, la promoción como bigleaguer le sirvió al oriundo de Puerto Ordaz para abandonar el mundo de lo desconocido. Se podría decir que el llamado de los Reales de Kansas City fue inesperado. Su firma tardía al profesional, además de bregar cerca de siete temporadas en las menores lo mantuvieron siempre en el anonimato, una situación que nunca le desagradó y por el contrario lo motivó para no desmayar hasta alcanzar la meta.
“Nunca desistí. Mantuve la mente fuerte en todo momento. Sabía que mi oportunidad iba a llegar si seguía trabajando como lo sé hacer y obtuve los resultados. No importa cuándo”, subrayó.
Aunque si bien Fermín estuvo ausente de las lides nacionales y en su hoja de vida abundan las participaciones en las granjas de los monarcas, ya contaba con una participación en la pelota invernal. Lo hizo en la campaña 2021-2022 de la liga de Panamá e incluso, representó a la delegación de ese país, Astronautas de Los Santos, que intervino en la Serie del Caribe de Santo Domingo, República Dominicana.
Aun así, aguardaba con ansias el momento para hacer su debut en su país natal y palpar de primera mano lo que muchos de sus compañeros le comentaron y lo que había tenido que conformarse de ver por la televisión.
Freddy Fermín nunca desmayó, pese que parecía cuesta arriba debutar en las Mayores
“Es buena esta experiencia que estoy viviendo. Las ganas de jugar a diario que le transmite la fanaticada a uno, la pasión que se siente dentro del terreno, desde afuera. De verdad que es muy bonito. Nosotros los latinos sentimos el beisbol de otra manera y aquí se siente eso”, expresó.
Sin una fecha fijada para culminar su participación como caraquista, Fermín tiene todavía media temporada para demostrar que su ascenso al Big Show y su trepidante inicio no es solo producto de un golpe de la casualidad, además de afianzar su candidatura el premio Novato del Año.
Compañero y mentor
La graduación de Freddy Fermín en Grandes Ligas correspondió en primeras instancias a un movimiento de los Reales para solventar la ausencia por lesión de su cátcher estelar, Salvador Pérez, quien no solo es su coterráneo, sino que además lo considera un mentor.
“Lo conocí en el 2017. Es tremenda persona, me ha dado muchos consejos y siempre he tratado de absorber todo lo mejor que me ha brindado en este tiempo. Jugar y compartir clubhouse con él la puedo describir como una experiencia única”, comentó.