Créditos Imagen: Carlos Mendoza | Foto: Daniel Sosa
José ángel Rodríguez | Prensa LVBP
Valencia.- Carlos Mendoza asumió las riendas de Cardenales de Lara para la temporada 2022-2023 el 2 de noviembre, cuando el equipo tenía récord de 3-2. El barquisimetano se encontró a la bandada escarlata en el tercer lugar de la tabla de posición, con el resultado más reciente de una remontada en el último inning como visitante en Valencia, frente a Navegantes del Magallanes.
“Ganamos tres, pero los cinco juegos fueron muy cerrados, por diferencia de una o dos carreras. Los muchachos han estado jugando bien fuerte, con una gran disponibilidad”, dijo Nelson Prada, su coach de banca y piloto durante las dos primeras semanas del torneo, al terminar ese frenético desafío que terminó 8-7 en el Estadio José Bernardo Pérez.
Poco más de tres septenios después, el equipo crepuscular exhibe balance de 11-6 en la segunda posición del campeonato, con racha activa de cuatro triunfos en fila, la última de ellas también viniendo de atrás de visita en los episodios finales, aunque esta vez en Macuto, contra Bravos de Margarita.
La principal duda al comienzo de la temporada en el nido cardenal radicó en su pitcheo, y para ello, el piloto Mendoza desmenuzó las razones desde su perspectiva.
“Al principio fue una combinación de varias cosas, hubo varios juegos suspendidos que no nos dio esa oportunidad de jugar a diario. Desarrollar roles para diferentes brazos no fue fácil”, explicó Mendoza a LVBP.com, antes del segundo careo de la serie contra los insulares. “Desde entonces, hemos podido crear esos roles para establecer quienes nos pueden ayudar en algunas situaciones”.
En los últimos seis juegos, antes del duelo del jueves 17 de noviembre frente a Tigres de Aragua en Barquisimeto, el pitcheo larense exhibía efectividad de 2.84, producto de 17 rayas libres de suciedad en 57 entradas. El rendimiento mejora aún más al ponerle la lupa al bullpen, con un promedio de carreras limpias de 1.82, con siete anotaciones en 34.2 episodios.
Destaca la labor desde el relevo del zurdo Yapson Gómez, quien ha actuado en 11 desafíos en la campaña y solo recibió carreras en su primera salida, desde entonces acumula 9.2 capítulos en blanco. También la de otro siniestro, el grandeliga Darwinson Hernández, que no ha admitido ninguna carrera en 6.0 tramos, con 10 ponches a su cuenta.
“Es un lujo para nosotros tener a Darwinson Hernández. Que un pitcher de esa categoría esté desde temprano queriendo aportar al equipo y que lo haya demostrado como hasta ahora. Es un trabajador con todas las ganas y condiciones”, admitió el timonel Mendoza.
Jesús Sánchez y Brayan Pérez también han sido recurrentes en la estructura de apagafuegos del club alado. Cada uno con siete apariciones, efectividad de 1.42 en 6.1 episodios para Sánchez y de 2.25 en 8.0 capítulos para el zurdo Pérez.
La incorporación del grandeliga Máximo Castillo pasó a engrosar esa lista de alternativas, donde también esperan el repunte de Luis Madero y Vicente Campos, con dubitativos inicios, sin descontar la presencia de Pedro García, una de las principales piezas del bullpen la zafra anterior.
En la rotación de abridores, pesa la ausencia de Raúl Rivero, dos veces Lanzador del Año, quien perderá toda la temporada tras ser operado por una fractura en el olecranon. Aunque el estratega transmite un mensaje de tranquilidad por su pérdida para la divisa esta campaña.
“Raúl Rivero es una gran baja, todos sabemos lo que él significa para Cardenales de Lara y lo que ha hecho en esta liga. Estoy triste por él, deseándole una pronta recuperación. Pero cuando se cierra una puerta para alguien, se abre para otros, es parte de lo que hemos estado evaluando”, advirtió. “(Fabián) Blanco está en la rotación, ha hecho un buen trabajo, aunque ayer (el martes) no haya tenido la mejor salida, se le seguirá dando la pelota, al igual que a (Luis) Lugo. Estamos viendo cuáles son las alternativas, lo importante es que hay material”.
Como parte de los movimientos realizados por la gerencia para buscar apuntalar aún más el cuerpo de lanzadores, se contrató a un par de lanzadores importados: Geoff Broussard y Sal Romano, ambos derechos.
Broussard viene de ver acción con Tecolotes de Dos Laredos en la Liga Mexicana de Beisbol, allí participó en 43 juegos, dejó récord de 8-3 y promedio de carreras limpias de 4.05 en 46.2 innings. El californiano ya tiene experiencia previa en la LVBP con Tigres de Aragua, la temporada anterior, cuando exhibió efectividad de 2.50 en 18.0 entradas, con registro de 1-0.
Romano, por su parte, tiene cinco campañas de experiencia en Grandes Ligas con los Rojos de Cincinnati, Yanquis de Nueva York y Cerveceros de Milwaukee entre 2017 y 2021. En ese lapso trabajó 275.1 capítulos divididos en 88 presentaciones, 41 de ellas como abridor, con balance de 15-21 y PCL de 5.23
“A Broussard lo vimos el año pasado con Tigres, sabemos lo que podemos recibir de él. Un competidor que ataca la zona de strike y está acostumbrado a estas ligas de invierno. Con respecto a Romano, viene acá a demostrar que todavía está sano y puede seguir lanzando en el mejor beisbol del mundo. Venir a Venezuela él lo ve como una gran vitrina y oportunidad para eso”, detalló Mendoza.
El plan a corto plazo que tiene el equipo con ambos importados es que estén en el bullpen, aunque no se descarta que a medida que avance la temporada, de acuerdo a sus desempeños y a las necesidades de la novena, se ajusten a un nuevo rol, en la rotación.