Créditos Imagen: Endrys Briceño | Foto: Indios de Mayagüez
Alexander Mendoza | Prensa LVBP
Caracas.- Endrys Briceño desapareció del radar en 2018. De fugaz actuación con Tiburones de La Guaira en la LVBP, el ex promesa de los Tigres de Detroit lucía estancada, deambulando en un limbo. Pero, en lugar de bajar los brazos, el lanzador logró reinventarse.
Regresó en 2021, transformado en un efectivo relevista, que brilló en la Atlantic League (independiente), al punto de conseguir un contrato de Ligas Menores con los D-backs de Arizona, que atesora mientras luce el manto de cerrador de los Indios de Mayagüez, el equipo con más títulos (18) en la liga de Beisbol Profesional Roberto Clemente.
“En 2019, me quedé en Estados Unidos y comencé a tramitar los papeles (de residencia). Pero no pude conseguir visa de trabajo para poder jugar ese año, por eso lo perdí completamente”, le cuenta Briceño a LVBP.com desde Puerto Rico. “Pero me mantuve entrenando todos los días, jugaba los domingos una liga en Orlando (Florida) y eso me ayudó a mantenerme y a no perder el ritmo competitivo”.
Luego el COVID-19 paralizó al mundo y lo puso en jaque, como al resto de la humanidad.
“En 2020 se canceló todo (en las Menores y varios circuitos independientes) debido a la pandemia, por lo que no se jugó en la mayoría de las ligas, tampoco conseguí contrato para poder jugar ese año”.
Entonces, como el Fénix, el ave mitológica que renacía de sus cenizas cada vez que moría, Briceño reapareció.
Ya no era abridor, un rol en el que llegó a ser considerado prospecto en Detroit –de acuerdo con Baseball America (2013-2015). Ahora se desempeñaba como relevista. El club Southern Maryland lo usó como preparador, en el octavo inning, apareció en 51 juegos en 2021 y registró una efectividad de 1.87, mientras ponchaba a 26 bateadores en 13 entradas solo en el mes de septiembre. En 2022, el tirador derecho lanzó 47.2 entradas y abanicó a 73 rivales con un minúsculo promedio de anotaciones limpias de 0.76 y 0.81 de WHIP. En julio, apenas permitió un hit y cero carreras, junto con 13 guillotinados, en nueve apariciones. No había dudas. Cuando el mánager Stan Cliburn –ex cátcher que pasó por la LVBP en la década de los 80- llamaba a Briceño, los contrarios transitaban un camino espinoso.
Endrys Briceño ha evolucionado en un hermético relevista en la Atlantic League
Una actuación que le convirtió en All-Star de la reunión atlántica y Relevista del Año. Pero en especial, en un taponero cuya principal arma es el ponche. De por vida, en 10 años en las granjas de Detroit, su media de fusilados fue de 6,1 por cada nueve entradas. Con el Southern Maryland promedió un impresionante 12,8. En tanto que con Mayagüez sumaba ocho abanicados en 6.1 innings, hasta el 19 de noviembre.
Renacido, apeló a la alquimia para transmutar su repertorio y sacarle el mejor provecho.
“Tengo más control sobre mis pitcheos, más control del juego, de mi mente. Es algo en lo que estuve trabajando mucho para poder tener éxito en cada partido, estar concentrado todo el tiempo. Es un nuevo rol que te permite usar todo tu arsenal. Debo estar muy concentrado en cada bateador, porque como setup debes llegar a mantener el juego y entregárselo al cerrador, dar lo mejor en cada pitcheo para que ningún bateador te llegue a base y, si llega, evitar que anote para entregar el juego en la mejor de las condiciones. Gracias a Dios, me salieron muy bien las cosas”.
Detroit firmó a Briceño en marzo de 2009 y lo usó como iniciador. Su recta promediaba 92-93 millas por hora. El envío se caía al llegar al plato, en un movimiento natural. Luego elevó su velocidad a 95 mph y en ocasiones tocaba las 97. Combinaba ese pitcheo con un cambio promedio y una slider cortante. Llegó a ser comparado Ramiro Mendoza, pero su comando no se acercaba al del panameño, que se destacó con los Yanquis de Nueva York a finales de los 90 y comienzos de 2000, y su efectividad se ubicaba alrededor de 5.00. Luego, en 2014 debió someterse a la operación Tommy John. Cuatro años más tarde, la gerencia de los Tigres decidió dejarlo ir. Briceño solo pudo ascender hasta Clase A+.
El próximo 7 de febrero, el maracayero cumplirá 31 años de edad. Ha pasado mucha agua bajo el puente.
“Ahora, tengo más experiencia. Todos mis pitcheos cuentan con un buen comando por strike, pongo la bola donde quiero. Y, por su puesto, me ha gustado mucho ser relevista”, explica las diferencias entre el lanzador que fue y el que sube ahora al montículo, sin tener que esperar cada cuatro días, como parte de una rotación.
“Lo más importante fue seguir manteniéndome en forma, seguir trabajando y esperando esa oportunidad con un nuevo equipo”, abunda. “Entonces se dio la posibilidad de ir a la Liga del Atlántico y desarrollar un nuevo papel, pues con Detroit fue más como iniciador durante toda mi carrera. Hice el ajuste, recibiendo consejos de los compañeros y del cuerpo técnico. Pienso que todo radicó en el esfuerzo diario, manteniendo mi brazo en forma y esperando la oportunidad de poder demostrar que podía rendir, estar en un juego y en una temporada completa”.
Cuando se hizo oficial su firma con los D-backs, la gerencia de su club durante el verano boreal lo celebró.
“Todos aquí, en los Blue Crabs, no podemos estar más contentos por Endrys”, comenta el gerente general Courtney Knichel. “Arizona está recibiendo un jugador increíble y una persona aún más increíble. No podemos esperar a ver lo que puede lograr a un nivel superior”.
La transacción se dio a conocer el pasado 13 de octubre y Briceño todavía se emociona.
“El equipo de Arizona, gracias a Dios, me da una nueva oportunidad de regresar al beisbol organizado. Estoy muy contento, al igual que mi familia. Fue una noticia muy especial para nosotros”, apunta. “Es el fruto de este gran esfuerzo que he estado haciendo en los últimos dos años, muchos sacrificios, tanto mío como de mi familia. Aunque no voy a un entrenamiento de Grandes Ligas, estaré en un mini campamento, antes de las prácticas oficiales. Ellos tienen muy buenas expectativas conmigo. El gerente me llamó y hablamos”.
La última vez que Endrys Briceño lanzó con Tiburones, contaba 24 años de edad
ACTIVO DE LA GUAIRA
César Collins, gerente general de Tiburones de La Guaira, responde de inmediato cuando escucha una pregunta que incluye el apellido Briceño.
“Claro que contamos con él, de hecho, estuvo en nuestros planes, siempre lo ha estado, y la única razón por la que dimos el permiso para jugar en Puerto Rico, fue por su estatus migratorio. Estaremos siguiéndole y deseándole mucha suerte”, enfatiza el ejecutivo.
Briceño apenas cuenta seis apariciones con los escualos, tres en la temporada 2013-2014 otro trío de salidas en la campaña 2016-2017. En ese lapso compiló récord de 0-2 y un poco atractivo PCL de 9.35 (9 CL en 8.2 IP). Tenía apenas 24 años de edad, la última vez que se le vio en el Universitario.
“Siempre ha estado en mi mente volver a jugar allá. Me gustaría lanzar con La Guaira”, afirma el aragüeño. “Estar en frente de mi gente, mi familia, mis amigos. Es una de las cosas que más extraño. Sería extraordinario competir en una liga tan buena como la venezolana y demostrar que todavía queda Endrys Briceño, para cumplir sueños y metas, para establecerme en Venezuela”.
A GUSTO EN PUERTO RICO
Endrys Briceño se ha apuntado dos rescates en igual número de oportunidades y su efectividad es de 1.35, tras aislar una rayita limpia en 6.2 repartidos en siete presentaciones, con el uniforme de los Indios de Mayagüez, cuya gerencia ganó la puja por el derecho al club dominicano Gigantes del Cibao para tenerlo en el invierno.
“Pienso que la liga es muy competitiva”, sopesa. “Son bateadores muy agresivos. Los equipos están bien confeccionados y la fanaticada da su apoyo. Esa emoción de los fanáticos en las gradas, hace que sientas el calor de Venezuela. Estoy a gusto”.
EL DATO
Endrys Briceño (Indios de Mayagüez) actúa en Puerto Rico, con la venía de Tiburones de La Guaira y la LVBP. El lanzador derecho es uno de los 11 peloteros venezolanos reservas en la pelota rentada local, que trabajan bajo permiso en otros circuitos de El Caribe. El resto son: Gabriel García (Magallanes) y Manuel Boscán (Magallanes) con Sultanes de Monterrey; Gabriel Arias (La Guaira), Moisés Gómez (Magallanes), Andrés Machado (Anzoátegui) y Pablo Sandoval (Magallanes) con Cangrejeros de Santurce; Alexis Rivero (Lara) con Leones de Ponce; José Briceño (Zulia), Enmanuel De Jesús (Magallanes) y Edward Olivares (Aragua) con Estrellas Orientales.