Créditos Imagen: López y Arráez | Fotos: @MLBVenezuela/@MLB
Alexander Mendoza | Prensa LVBP
Caracas.- Luis Arráez y Pablo López se habían reunido por última vez en un estadio a principios de abril en Miami, durante la serie entre Marlins y Mellizos. Hace un par de días volvieron a protagonizar un entrañable encuentro en el T-Mobile Park.
Antes habían compartido juntos, como cofrades, en el Clásico Mundial de Beisbol, luciendo los colores de Venezuela. Aunque su recorrido comenzó mucho antes, cuando eran juveniles y trataban de abrirse paso en las granjas de sus organizaciones.
El círculo pareciera haberse cerrado en Seattle, bautizados como All-Stars de las ligas Nacional y Americana. Desde 2008, cuando lo hicieron Edinson Vólquez (Cincinnati) y Josh Hamilton (Texas), no llegaban a un Juego de Estrellas dos peloteros cambiados entre ellos durante el receso de temporada previo, de acuerdo con la periodista Jessica Camerato, de MLB.com.
“Claro que hablamos del cambio”, soltó Arráez, sin dudarlo, ante la pregunta de Carolina Guillen, reportera de ESPN. “Estuvimos en el Clásico Mundial. Es como si tuviésemos toda la vida jugando juntos. Me cambiaron por un buen pelotero, por una buena persona”.
“El canje nos unió como jugadores, como compañeros, como hermanos”, secundó López. “(En marzo) Estábamos pasando por situaciones semejantes, nueva organización, nueva filosofía, nuevo estilo de vida en muchos aspectos. Lo que nos brindó la plataforma para forjar esta amistad, sincera, genuina y a partir de ahí hemos estado siempre en contacto. Estoy feliz por lo que está haciendo Luis, el impacto que ha tenido en Miami por su buen año”.
Arráez, de 26 años de edad, fue nombrado para el segundo equipo All-Star de su carrera y el primero en el que aparece como titular, tras ser electo por los aficionados.
El campeón de bateo de la Liga Americana en 2022, llegó al Clásico de Verano con un average de .383, el más alto en las Mayores previo a la segunda mitad de la campaña desde 2000, cuando Nomar Garciaparra (.389) y Darin Erstad (.384) estaban luchando por la honor de terminar con el mejor promedio.
“Si mi primer Juego de Estrellas fue emocioante, este es lo es mucho más. El voto de la gente me hace sentir querido, ya que muchas me han venido siguiendo. Estoy muy agradecido con los aficionados, con mi familia, por ese momento que se tomaron para votar por mí. De no ser por ellos no estaría aquí”, agregó Arráez en una conversación con LasMayores.com.
Luis Arráez ligó de 2-2 y remolcó una carrera para la Liga Nacional en el Juego de Estrellas
Arráez es el segundo pelotero de los Marlins en ganar una elección de fanáticos en la segunda base, luego de Jazz Chisholm Jr. el año pasado. Desde 1970, es apenas la segunda ocasión que jugadores de la misma organización ganan una posición dentro del cuadro de la Liga Nacional en años consecutivos, uniéndose a los miembros de los Cardinales de San Luis, Edgar Rentería (2004) y David Eckstein (2005)
López, de 27 años de edad, recibió la noticia de su nuevo estatus de estrella, tres días después de tirar el primer blanqueo de su carrera. El lanzador suma 18 aperturas para los Mellizos de Minnesota, con marca de 5-5, efectividad de 3.89 (111.0 IP, 48 CL), 30 bases por bolas, 138 ponches, WHIP de 1.09 y .220 (413-91) promedio de bateo del oponente.
El zuliano lidera a su equipo en inicios, innings y abanicados. En tanto que ocupa el segundo lugar en la Liga Americana en guillotinados y entradas lanzadas, quinto en FIP (3.16), cuarto en WAR de lanzadores (3.2), séptimo en average y slugging de (.358), octavo en OPS (.639) y décimo en porcentaje de embasado del oponente (.281).
“Llego bien. Esa fue la última salida antes del Juego de Estrellas. Había dicho ‘terminé la primera mitad con buena nota’ y después cuando recibí el llamado a Seattle, le dio un toque extra a esa bonita sensación”, le dijo López a ESPN. “Muy contento de estar aquí. Todavía no me lo puedo creer, estar rodeado de tantas estrellas. La élite del beisbol en este momento. Muy agradecido de estar aquí al lado de Luis Arráez, mi hermano”.
López, originario de Cabimas, se unió al diestro Sonny Gray como uno de los dos representantes de los Mellizos en la reunión de luminarias del próximo martes por la noche. De esa manera, López y Gray se convierten en los abridores número 18 y 19 en la historia de Minnesota en ser nombrados para el equipo All-Star de la Liga Americana y el primer dúo de pitchers iniciadores desde que José Berríos y Jake Odorizzi representaron a los Mellizos en 2019.
Pablo López lanzó un inning en blanco, con dos ponches para la Liga Americana
Tanto Arráez como López, tenían la ilusión de medirse en el T-Mobile Park, pero el derecho fue usado por el mánager Dusty Baker en el noveno inning, cinco entradas después de que el excelso toletero zurdo fuera retirado del partido por el piloto Rob Thomson. Tampoco pudieron hacerlo en abril. El día que López subió al montículo, Arráez debió quedarse en el banco por molestias en uno de sus dedos y cuando empuñó el bate como emergente, su compatriota ya había concluido su trabajo.
“Nos enfrentamos en Ligas Menores, en la Clase A media, nunca se me va a olvidar”, recordó Arráez.
Los duelos tuvieron lugar en 2016, en la Liga del Medio Oeste. Arráez vestía el uniforme del Cedar Rapids, sucursal de Minnesota, y López defendía al Clinton, filial de los Marineros de Seattle, una campaña antes de ser cambiado a los Marlins. Aquella zafra, Arráez se erigió en campeón bate del circuito con .347 de promedio.
“(La clave para medirse a Arráez es) No es pensar que lo voy a sacar out. Él mismo se tiene que hacer out”, describió López un hipotético tope entre ambos. “Tengo que lanzarle mis pitcheos en la zona y esperar que el batazo salga hacia donde esté alguien que pueda atrapar la bola y me ayude a retirarlo, porque de resto, si me pongo exquisito, a querer poncharlo, nadie lo va a ponchar. Eso es mentira”.
Arráez le devolvió la cortesía: “Pablo cuenta con buenos pitcheos para dominarme. Es tremendo pitcher y si lo llego a enfrentar, lo disfrutaré mucho”.
En el Juego de Estrellas, Arráez conectó sencillos al primer envío que vio de Nathan Eovaldi, en la segunda entrada, y de George Kirby, en el cuarto, cuando remolcó la rayita de igualar el desafío 1-1. Nada nuevo bajo el sol.
Arráez llegó al encuentro líder de todo el beisbol en average, hits (126) y OBP (.434), mientras que es septimo en WAR ofensiva (3.9) y octavo en OPS (.905).
“Este estadio es difícil, especialmente por las sombras que se proyectan en el campo, pero si me lo propongo y confío en mí mismo, lo hago”, comentó a MLB.com, sin más, sobre su actuación, que le convirtió en el cuarto jugador de los Marlins con dos hits en un Juego de Estrellas y el primero desde que Hanley Ramírez lo consiguió en 2008. El resto de la lista la completan Mike Lowell (2002) y Gary Sheffield (1993).
Además, Arráez es el quinto marlin con una carrera impulsada en el evento y el primero desde Marcell Ozuna en 2016.
López sacó un cero en el inicio del noveno y aunque encajó imparables de Juan Soto y Nick Castellanos, ponchó a Pete Alonso y Elías Díaz -MVP del juego- con tres pitcheos, apoyado en su dominante sweeper. Hizo 16 envíos, 11 de ellos en strike.
El ex marlin es apenas el segundo tirador criollo que es escogido para el Clásico de Verano como representante de Minnesota, detrás del dos veces ganador del Cy Young, Johan Santana (2005, 2006, 2007).
“Creo que ambos equipos pueden decir que obtuvieron lo que buscaban en el momento en el que lo que necesitaban (gracias al cambio)”, abundó López. “Obviamente, todavía veo muchos juegos de los Marlins porque tengo demasiados amigos en ese equipo”.
Entre esos amigos, su ahora hermano de vida, Arráez.
“La forma en que ha estado llevando la ofensiva, embasándose casi la mitad del tiempo, ha sido increíble de ver y no podría estar más feliz por él. Eso fue lo primero que le dije cuando lo vi en el ascensor hoy (camino al clubhouse)”.
Un largo e improbable recorrido para ambos, hasta llegar a Seattle.