Créditos Imagen: Yohander y Jesús Méndez | Foto: Alejandro Escalante
José Ángel Rodríguez Suárez | Prensa LVBP
Valencia.- Cuando Yohander estampó su firma para jugar beisbol profesional en el 2012, su hermano Jesús tenía sólo ocho años de edad. A partir de entonces, la familia Méndez comprendió que los sueños podían cumplirse y se sembró una semilla que terminó de germinar poco más de una década después.
Los Méndez no sólo compartieron clubhouse en Navegantes del Magallanes durante la temporada 2023-2024, también inscribieron su apellido en la historia de la franquicia al convertirse en la segunda dupla de hermanos que lanza en el mismo juego, cuando ambos subieron a la loma en el careo del miércoles contra Águilas del Zulia, con el Estadio Luis Aparicio “El Grande” de Maracaibo como escenario.
El periodista e investigador Tony Flores, consultado por LVBP.com, halló en sus registros el duelo del 27 de octubre de 2001, fecha en la que por el Buque actuaron los escopeteros Edgar y José Luis Ramos, contra Pastora de Los Llanos, siendo hasta ahora, el anterior compromiso con esta parentesca coincidencia.
Yohander, de 28 años de edad, fue el abridor frente a los occidentales y Jesús, de apenas 19 calendarios cumplidos, se encargó de retirar la novena entrada. Resultó la despedida de campaña casi perfecta para el mayor de ellos, quizás sólo opacada porque hubiesen preferido que fuese en Valencia, ante la mirada de sus padres.
“Compartir con Jesús este año representó un orgullo familiar. Nosotros necesitábamos que mi papá y mi mamá estuvieran felices, y lo logramos”, dijo Yohander el domingo, antes del encuentro frente a Leones del Caracas, en el Estadio José Bernardo Pérez de Valencia. “Yo traté de venir a jugar desde Japón por esa misma razón, porque quería que ese sueño se hiciera realidad lo más pronto posible. Me siento orgulloso cada vez que veo a mi hermano lanzar”.
El zurdo tuvo que realizar una proeza para cumplir ese sueño añejado: convencer a los Gigantes de Yomiuri de actuar en la pelota rentada local de invierno. Con todo en contra, incluido el recelo que guardan las organizaciones asiáticas con sus jugadores, logró lo que parecía imposible al obtener un permiso de cuatro presentaciones, que fue extendido a seis. Un lapso que aprovechó al máximo para servir de mentor.
Yohander Méndez cumplió la meta de vida de lanzar con su hermano | Foto: Elio Miranda
“Estoy sorprendido por las oportunidades que he recibido, pero a la vez contento, porque es un sueño que estoy alcanzando por la posibilidad de compartir con mi hermano”, expresó el derecho Jesús. “Yohander es mi ejemplo a seguir. Sin él, mi familia no hubiese confiado en el beisbol y yo no hubiese crecido con la meta de seguir sus pasos”.
Cuando Yohander escuchó sentado en el dugout home club del feudo valenciano, lo que su hermano menor había dicho para referirse a él como motivo de inspiración, sus ojos se inundaron de lágrimas, mientras buscaba impulso en un profundo suspiro para articular palabras.
“Saber eso significa mucho para mí, porque mi familia me tiene como un ejemplo y siempre intento serlo de buena manera, dentro y fuera del terreno.”, afirmó el serpentinero con experiencia de Grandes Ligas. “Mientras estoy en Venezuela, intento que todos nos mantengamos juntos. Nuestro hermano mayor, también siempre anda con nosotros”.
Esa cercanía la percibe y agradece Jesús, tanto en el plano personal, como en el profesional, ahora que apenas da sus primeros pasos en la Liga Venezolana de Beisbol Profesional con un “coach” bastante familiar.
“Hubo un día que lancé contra Tigres y él me dijo después del juego que tuviera calma, porque no todas las salidas iban a terminar en cero. Se sentó a mi lado y me dijo: ‘tranquilo, levanta la cara’”, reveló el menor de los Méndez sobre su conversación con Yohander luego de aquel 23 de noviembre, cuando recibió tres hits y dos carreras en un episodio. “Haber tenido esa posibilidad de mantenernos juntos, soltar el brazo y a veces hasta compartir sesiones de bullpen, fue increíble”.
Jesús cuenta en su repertorio con una recta que oscila entre las 95 y 97 millas por hora, un slider que aprendió en la reciente zafra con la categoría Rookie de los Medias Blancas de Chicago, combinados con una curva, además de un cambio de velocidad, que aún se encuentra perfeccionando. Una carta de presentación que su hermano analiza.
“Su principal fortaleza es la velocidad y las ganas de lanzar que tiene. No siente miedo a pesar de su corta edad. Es muy diferente a cuando yo jugué por primera vez en el país, porque había muchos más veteranos”, aseguró Yohander. “El consejo que le doy es que sea responsable y no deje de ser la misma persona que es en el terreno”.
Esas credenciales del diestro, también se encuentran bien conceptuadas en el alto mando nauta.
“Las veces que Jesús ha trabajado, lo ha hecho bastante bien. El muchacho está joven, pero tiene un gran talento”, valoró el mánager Ramón Hernández. “Creo que ayudará bastante a este equipo en el futuro”.
La unión de los Méndez alcanza una dimensión un poco más gráfica cuando Yohander, quien compila en su hoja de ruta una trayectoria ligamayorista entre 2016 y 2018 con los Rangers de Texas, fue campeón de la LVBP en la contienda 2021-2022 y completó una exitosa primera travesía en las complicadas tierras niponas, los equipara con haber tenido el chance de compartir el uniforme filibustero y un desafío con Jesús.
“No son éxitos comparables, porque nosotros nunca nos imaginamos jugar juntos. Son cosas que me llenan de orgullo, porque en mi familia nunca pensamos que seríamos lo que somos en este momento”, afirmó Yohander. “Dios nos dio la oportunidad de estar acá y siento que este es el mejor momento que estoy viviendo en mi carrera”.
EL DATO
Los hermanos Rick y Mickey Mahler se apuntaron la victoria y el salvado, respectivamente, en un mismo juego con Cardenales de Lara durante la temporada 1978-1979, de acuerdo con los registros del periodista e historiador Tony Flores.
