Créditos Imagen: Carlos Mendoza | Foto: AP
José Ángel Rodríguez | Prensa LVBP
Caracas.- La tensión en el cuerpo de Carlos Mendoza se liberó como si de la producción de una película cuadro a cuadro se tratase. Un sencillo para acabar un no-hitter en contra en la octava entrada, un jonrón para empatar en la novena, y otro imparable, esta vez de oro, para sellar su primer triunfo como mánager de los Mets de Nueva York.
Seis juegos le tomó, pero en la victoria 2-1 en el segundo de una doble tanda contra los Tigres de Detroit el jueves, en el Citi Field, Mendoza por fin pudo despojarse del peso de una mochila que no esperó cargar tanto tiempo.
Harrison Bader dio el primer paso para ofrecerle serenidad al venezolano, al quebrar el no-hit-no-run con un podrido al jardín izquierdo. Y cuando la sexta derrota en igual cantidad de compromisos parecía inevitable, Pete Alonso alzó la voz, al disparar el vuelacerca solitario también hacia la izquierda, que sirvió como preámbulo a un boleto negociado por Brett Baty, seguido de un toque de bola de Starling Marte, construyendo la escena para Tyrone Taylor, quien, con una línea tendida, de nuevo hacia el bosque izquierdo, dejó en el terreno a los bengalíes.
“Fue especial. Sé lo mucho que los muchachos se esforzaron, así que tiene un gran significado haber podido regresar en este juego”, dijo Mendoza en la rueda de prensa posterior al compromiso, reseñada por el New York Post. “Obviamente, no fue la estadía en casa que esperábamos, pero queda mucho beisbol aquí. Tenemos que ir partido a partido. Lo pondremos en marcha muy pronto”.
El piloto y los metropolitanos, que disputaron sus dos primeras series como home club, esquivaron la bala de arrancar una contienda 0-6 por primera vez desde 1963, el segundo año como franquicia de los de Queens. En buena medida, el mal inicio se ha debido por el magro rendimiento colectivo de la ofensiva, que se ubica en el foso en los departamentos de promedio de bateo (.173) y OPS (.538) en las Grandes Ligas al amanecer del viernes.
“Fue un alivio después de tanta espera”, comentó Mendoza, de 44 años de edad. “Estamos en un slump colectivo, pero vamos a salir de esto. Ojalá hubiera sido antes”.
El cuadrangular de Alonso, frente a Alex Faedo, le devolvió la vida a una artillería que se combinó para tan solo 2,2 carreras por juego tras sus primeros seis careos.
“Estamos muy entusiasmados por Mendy. Pasó mucho tiempo en el beisbol profesional”, mencionó el slugger sobre Mendoza. “Conseguir su primera victoria es enorme. Estamos muy felices por él y por ser parte de algo como esto para su vida”.
En el primer duelo de la doble tanda, Nueva York llegó con ventaja de 3-0 al último tercio. Sin embargo, a partir del quinto capítulo de aquel compromiso, encadenaron 14 episodios sin fabricar rayas y 13 sin despachar inatrapables.
“Es bueno conseguir finalmente el primero", se desahogó el estratega. “Deberíamos haberlo conseguido en el primer partido hoy (jueves), pero así es el beisbol. Estábamos a punto de ser barridos en una doble cartelera, sin mucho movimiento ofensivo. Se siente bien sacar el primero del camino”.
BUTTÓ CUMPLIÓ
Carlos Mendoza también recibió el apoyo desde el montículo de su connacional José Buttó. El derecho fue el abridor en el segundo desafío, y cumplió, al transitar 6.0 innings de sólo tres hits permitidos y una carrera, que fue limpia, para marcharse sin decisión.
De esa manera, el plan previsto con el oriental de 26 años de edad, se completó tal como lo esperaba el piloto. Incluso, con posibilidad de que tenga una pasantía fija en la rotación durante las próximas semanas, luego de que Tylor Megill fuese inscrito en la lista de lesionados de 15 días por un tirón en el hombro de lanzar.
“Estoy disponible para lo que necesite el equipo”, declaró el serpentinero a SNY tras su presentación. “No me voy a contener por las circunstancias. Voy a ser positivo y salir a competir lo mejor que pueda. Estaré preparado”.
El oriundo de Cumaná ponchó a seis rivales, a uno de su tope personal fijado el año pasado, el 12 de septiembre contra los Cascabeles de Arizona. Ante Detroit, otorgó tres boletos, pero no permitió ningún extrabase, en una actuación de 90 envíos, 52 de ellos en strike.
“Sabe que pertenece a este nivel, tiene mucha confianza en sí mismo y es el tipo de lanzador que no tiene miedo a usar sus envíos y atacar a los bateadores”, evaluó Mendoza sobre Buttó.
EL DATO
Carlos Mendoza dejó el récord tras sus seis primeros juegos como mánager oficial de Grandes Ligas en 1-5. Durante el mismo lapso, Oswaldo Guillén, el primer piloto venezolano a tiempo completo, compiló foja de 3-3 con los Medias Blancas de Chicago, en 2004. Guillén obtuvo su primer triunfo en el segundo encuentro de la temporada.
