Créditos Imagen: Maikel García | Fotos: Alejandro Van Schermbeek
Rayner Rico | Prensa LVBP
Caracas.- Cuando en la noche el sábado 21 de enero cayó, en el guante del jardinero Danry Vásquez, el out 27, con el que Tiburones de La Guaira consumó su primera clasificación a una Gran Final después de 11 años, hubo una oleada de personas que de algún modo están ligada al equipo que saltaron al terreno de juego, con desesperación, para festejar con todos los jugadores. Aunque hubo una personalidad, en específica, que a pesar de la felicidad que inexorablemente la embargaba, se mostró sobria: el señor Antonio José Herrera, presidente de la organización.
En medio de la euforia, de la emoción, del retumbar de la samba y de la lluvia de bebidas que se hicieron presente frente al dugout de la derecha en el Estadio Universitario, el directivo solo se dedicaba a recibir abrazos de felicitaciones. Así, sin notarse exaltado, se mantuvo hasta el momento que fue abordado por los medios y ser preguntado sobre lo significativo que era particularmente para él haber conquistado ese segundo objetivo de cara al tan ansiado título, que se les es esquivo desde hace 37 años atrás.
“Este es probablemente el día más importante que tengo como presidente y propietario desde hace 19 años. Hay una diferencia muy grande con respecto a la primera vez que fuimos a la Final (2011-2012), porque venimos de tener la peor temporada a tener la mejor. Esto es muestra de que las cosas se pueden transformar. Son perfectibles. Esto es un ejemplo, no solamente para La Guaira, para sus fanáticos, sino para todo el país”, declaró Herrera, con un tono fuerte, de desahogo, mientras su rostro se enrojecía, ahora sí desbordando alegría.
No era para menos. De alguna manera había que exteriorizar toda esa satisfacción reinante en el seno del club escualo, después de una última década en la que fueron más las decepciones, que los aspectos positivos. Además, de que están recogiendo frutos de unos meses previos de arduo trabajo a nivel de oficina, que incluso inició desde la propia eliminación en ronda regular de la zafra 2021-2022, en la que Tiburones finalizó último con récord negativo de 15-34.
“Nadie creía en mí cuando yo contraté a César Collins. Pensaban que era una locura. Lo que no sabían es que yo estuve trabajando mucho con él a partir del mes de diciembre (2021), sin haberlo designado como gerente todavía. Él es clave en todo esto, él pudo convencer a los peloteros de que viniesen todos como una sola unidad a enfrentar este reto. Lo más difícil fue armar el equipo. Aunque los grandes héroes de este proceso son los jugadores. Ahora henos aquí, a un paso de lograr el campeonato”, expresó el líder de la plana mayor en la escuadra litoralense.
Aparte de Herrera, si existe un responsable directo en el éxito guairista para el vigente campeonato sin dudas es su gerente general Collins. Desde que asumió el cargo a mediados del año, no escatimó en esfuerzos para intentar devolverle la fe y la esperanza no solo a la desanimada fanaticada, sino incluso a los jugadores. Desarrolló una estrategia de la que todos pudieron ser testigos con su gira por Estados Unidos para hablar directamente con las piezas del club que creyó iban a ser importantes y presentarles un proyecto ambicioso y convincente, de acuerdo como lo expresaron cada uno de los peloteros en sus discursos en lo extenso de todo el torneo. A priori, la apuesta le rindió dividendos, probablemente más pronto de lo que incluso pudieron aspirar.
“Era un reto. Salí de una organización como Magallanes que venía de ser campeón para asumir las riendas de Tiburones y en menos de un año lograr que La Guaira vuelva a saborear la gloria, ponerse a un paso a la final y con un plantel realmente competitivo, que tiene chance real de ser campeones. Yo les prometí que iban a ver unos Tiburones completamente diferente, aguerridos, que iba a competir seriamente por el título y me alegro de haberles cumplido. Estoy emocionado, conmovido, agradecido con los jugadores y los dueños del equipo, quienes confiaron que esta opción era posible”, declaró Collins, justo después de que varios de los jugadores lo empaparon con bebida espumosa.
Si bien avanzar a una Gran Final de la LVBP representa un importante primer objetivo alcanzado dentro de los planteados y que el optimismo esté por las nubes, en las lides del club salado están consciente de que la conquista del cetro mayor es lo realmente importante y para llegar a ella, deberán enfrentar a un duro equipo como lo es el de Leones del Caracas, con quien más allá de compartir escenario, en la contemporaneidad también los une una fuerte rivalidad, bajo un clima de revancha después de que en la última final en la que se vieron, la escuadra capitalina los barrió en la serie 4 a 0, incluido un último careo sin hits ni carreras.
Mientras que en su más reciente choque de Round Robin, los propios melenudos les propinaron una zancadilla al vencerlos con autoridad. Sin embargo, ambos enfrentamientos ya forman parte del pasado y desde ahora todo comienza desde cero para ambos, en una última instancia de certamen que luce para ser de las más parejas y emocionantes, al menos dentro del último lustro, por el contexto actual de la liga y todo lo que hay en juego.
“Vamos ahora a conquistar el título con toda nuestra fuerza. Somos los rivales modernos y ellos son muy difíciles a vencer. No vamos a subestimarlos en ningún momento ni a la expectativa que genera esta confrontación. Aunque créanme que aquí hay mucha energía, mucha fe y por sobre todas las cosas, hay mucho compromiso de todos y cada uno de los peloteros, del cuerpo técnico y de la gerencia. Estamos convencidos de que vamos a hacer historia, que es un título que casi todo el país ha estado esperando, que estamos consciente de esa circunstancia. Asimismo, sabemos que es una gran responsabilidad. Queremos transformar la historia del club”, afirmó de manera tajante el profesor y economista, Antonio José Herrera.
César Collins nunca dudó sobre el proyecto que armó hace menos de un año
En pro de cumplir también con esa meta, la más importante, La Guaira agregó a un par de elementos de suma relevancia en cuanto al plantel respecta, después de confirmar la presencia de la estrella grandeliga Ronald Acuña Jr, además de quien ha sido el mejor serpentinero del circuito local en las últimas tres contiendas, el magallanero Erick Leal, su adición en el Draft.
“Ronald es un ejemplo del compromiso del pelotero guairista. El viene de decirle a su equipo en Estados Unidos que le interesar ser campeón con La Guaira, estar en la final y también en la Serie del Caribe”, señaló el ejecutivo.