Créditos Imagen: Robinson Canó | Foto: AVS Photo Report
Joseph Ñambre | Prensa LVBP
Macuto.- Robinson Canó no tiene nada que demostrar en el mundo del deporte, porque dejó su huella en la Major League Baseball (MLB) al participar en múltiples Juegos de Estrellas y ganar una Serie Mundial en 2009 con Yanquis de Nueva York.
A sus 40 años de edad no piensa en el retiro, más bien cree que debe aprovechar cada oportunidad dar ejemplos de que es un pelotero que sigue vigente y, sin duda, la Serie del Caribe Gran Caracas 2023 resulta ideal para cumplir ese objetivo porque en ella se reúnen ocho clubes con mucho talento. Por ese motivo, considera que la justa es muy especial.
“La Serie del Caribe es un evento de gran nivel porque todos los equipos son buenos. Una muestra de eso es que tras dos jornadas los ocho elencos están empatados (tenían foja de 1-1 antes de la tanda sabatina) y eso es especial porque uno siempre quiere competir en certámenes tan parejos a nivel internacional. Eso es importante”, dijo el segunda base de Tigres de Licey (República Dominicana) en la práctica de bateo previa al duelo contra Indios de Mayagüez (Puerto Rico) en Macuto.
Canó, veterano de 17 temporadas de MLB y ganador de un premio Jugador Más Valioso (JMV) de un derbi de luminarias en el circuito estadounidense donde también ganó un par de Guantes de Oro y cinco Bates de Plata, considera que el Clásico de Febrero es una excelente vitrina para todos los peloteros, porque es un torneo corto en el que cada una de las novenas se enfocan exclusivamente en salir a triunfar.
“La gente de cada uno de los equipos se caracteriza por tener una mentalidad ganadora y eso pasa porque son campeones en sus respectivos países. Es un excelente evento y para todos latinoamericanos representa un motivo de orgullo”, agregó el infielder que es uno de los beisbolistas de mayor jerarquía que interviene en la contienda que se desarrolla simultáneamente en Distrito Capital y La Guaira, pues también posee un título en un Derby de Jonrones en compromisos siderales, a los cuales asistió en ocho ocasiones.
Canó, una de las principales piezas de Licey en la contienda internacional y quien en la MLB vistió las casacas de Yanquis, Marineros de Seattle, Mets de Nueva York, Padres de San Diego y Bravos
de Atlanta, se siente a gusto en Venezuela, porque le ha agradan los parques en los cuales se celebran los partidos.
Tanto el Estadio Monumental de Caracas Simón Bolívar como el coso Jorge Luis García Carneiro de Macuto son, a su juicio, obras arquitectónicas de envergadura. Por ese motivo, cree que los otros países del Caribe deben seguir el ejemplo de Venezuela a la hora de edificar nuevos escenarios, pues aseguró que eso inspira a trabajar con más ganas a los exponentes del béisbol.
“En toda América Latina necesitamos estadios como estos que se usan en esta Serie del Caribe Gran Caracas 2023. Pienso que los latinos somos la segunda potencia en béisbol (en cuanto a producción de peloteros, detrás de Estados Unidos) y necesitamos este tipo de escenarios para que siga el crecimiento de la disciplina en nuestra zona”, comentó Canó, camarero que aseveró que el público venezolano es alegre y siempre le da su buena energía para salir al campo.
“El fan de Venezuela siempre me llama y me apoya, al igual que los de otras zonas del Caribe. Eso me da una enorme satisfacción porque me motiva a trabajar con mucha intensidad en el terreno”, añadió el toletero que promedió .301 (de 8.873-2.639) con 572 dobles, 33 dobles, 335 jonrones, 1.306 empujadas y 1.262 anotadas en 2.267 choques en Las Mayores, donde todavía no escribió el final de una trayectoria que parece digna de un futuro candidato al Salón de la Fama.