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Eduardo Acosta | Prensa LVBP
Puerto La Cruz.- Pareciera que todo ha vuelto a la normalidad en Caribes de Anzoátegui tras haber superado con éxito la séptima semana de actividad de la presente temporada. Las cuatro victorias consecutivas durante ese período son prueba irrefutable de ello, combinado, además, por una ofensiva colectiva que está comenzado a dar señales de vida.
Aunque para Niuman Romero, capitán del conjunto aborigen, existen otros argumentos que considera han sido fundamentales en el despertar de su equipo.
“Se ha visto un cambio bastante positivo en Caribes en este comienzo de la segunda mitad, se está viendo como en realidad somos, hay ganas, intensidad, motivación y eso se está reflejando en nuestro juego en el terreno y en los resultados recientes. Era lo que todos esperábamos, ojalá todo siga como está yendo de aquí en adelante”, comentó Romero.
Caribes ha ganado cuatro de sus siete desafíos después del meridiano de la eliminatoria y ahora mismo marcha igualado en el segundo lugar, con otros tres equipos, a dos juegos de los punteros Bravos.
La efectividad de sus lanzadores es la mejor del torneo (3.38), con un solvente bullpen (13-5 y 13 salvados, con 3.68 Efe.), que ha sido respaldada por una ofensiva que, paulatinamente, ha ido mejorando (.269), lo que hace elevar el nivel de confianza de Romero.
“Debemos seguir de la misma manera, batallando desde el primer inning. Ese es el juego de Caribes, el que todos conocen, el que mantenemos desde hace cinco años. La mentalidad que tenemos en este momento es más que positiva y así debe estar de aquí en adelante para obtener las victorias que nos ayuden a llegar hasta enero”, mencionó.
UNA PRIMERA MITAD INCONSISTENTE
Durante la primera mitad del campeonato, el desempeño de Caribes no alcanzó la consistencia deseada por el manager Omar López, pese a mantener la base del equipo que venía de alzar la copa de campeón, con hombres como José Castillo, Oscar Salazar o Gorkys Hernández.
Problemas para producir, especialmente con hombres en posición de anotar, y el bajo rendimiento de los importados fueron cosas con las que tuvieron que lidiar los aborígenes y que al final no los ayudó a estar entre los seis mejores de los primeros 32 encuentros del torneo.
Una gran mayoría consideró como un fracaso los puntos que consiguió el club (3.5), de acuerdo con el nuevo formato. Romero piensa todo lo contrario.
“Un slump lo puede tener cualquiera y nos tocó a nosotros. Son cosas que pasan, simplemente había que mantenernos positivos, claro, nos afectaban mucho las derrotas y los resultados así lo reflejaban. Estábamos tratando de ver lo que nos estaba pasando individualmente para corregirlo y llevarlo al colectivo. Afortunadamente, las cosas buenas que tanto esperábamos ya están llegando y solo queda seguir en esa misma línea”, puntualizó Romero.
Anzoátegui ha ganado cuatro de sus últimos cinco partidos y ha anotado 14 carreras más que sus rivales en la segunda mitad, luego de estar por debajo de quienes enfrentaban durante buena parte del inicio de la campaña. Hasta ahora, la cara del equipo parece ser otra.
“Tenemos que seguir juego a juego, no pensamos cuál equipo está de primero o de último, sino en nosotros, en lo que tenemos y podemos hacer en el terreno. Lo que pasó en la primera parte quedó atrás, todavía quedan muchos juegos por delante y depende de nosotros y solo de nosotros el estar en enero, seguimos batallando. Esto apenas está comenzado”, destacó.
