Créditos Imagen: Foto: AVS PHOTO REPORT
Alexander Mendoza | Prensa LVBP
Caracas.- El rendimiento de Bravos de Margarita en la segunda mitad se ubica en la antípoda de la primera parte de la ronda eliminatoria. Una vez superado el meridiano del calendario, ese rendimiento diametralmente opuesto al anterior, le tiene en la cima de la clasificación.
Son varias las razones estadísticas de tal transformación. Desde el 28 de octubre, cuando el manager Henry Blanco se hizo cargo del equipo, la efectividad colectiva de los insulares es de 3.53 (100 CL en 254.2 INN), muy por debajo del promedio del circuito (3.91).
En noviembre, Margarita exhibió récord de 14-9, el segundo mejor de la LVBP, incluida una cadena de 10 triunfos, que implantó un nuevo registro para la franquicia, con un promedio de 3.29 carreras limpias, solo detrás de Tigres de Aragua (3.16).
A ese buen pitcheo se sumó la mejor ofensiva del mes. Los Bravos lideraron el circuito en promedio (.288) y carreras anotadas (111), mientras que terminaron como escoltas de Leones del Caracas (.375) en porcentaje de embasado (.357).
Pero Blanco, hace otro tipo de análisis, más allá de los notables números colectivos de sus dirigidos.
“Creo que la confianza y la motivación se nota en el campo”, aseguró el ex recetor en una entrevista con El Sol de Margarita. “Se logró cambiar el chip y eso era lo que estábamos buscando. Al final de la primera parte perdimos algunos partidos que pudieron ganarse, pero con el buen ambiente que hay en el club house y las ganas de todos, se juntaron las cosas para mejorar”.
Blanco, que se desempeña como coach de control de calidad de los Cachorros de Chicago, recibía reportes a diario desde septiembre, cuando se iniciaron las prácticas en Margarita, y durante buena parte de octubre, cuando el equipo terminó con un magro palmarés de 9-23. A la distancia, mientras cumplía sus compromisos con los oseznos, trataba de encontrar una solución y habló con un especialista en resolver crisis.
“Antes de venirme, tuve una conversación con Joe Maddon (manager de Chicago). Le expliqué la situación por la que estábamos pasando aquí y me dijo que había falta de motivación y de unión en el equipo, que sin eso, no podíamos hacer nada”.
Blanco comenzó desde cero. El nuevo formato de eliminación de la LVBP le daba cierto margen para maniobrar, siempre y cuando el club pasara la página y llegaran los triunfos. Entonces, el estratega se ocupó de hablar cara a cara con cada uno de sus peloteros.
“Sabía que la situación en cualquier momento iba a cambiar y en esta segunda mitad estamos demostrando que había unión y motivación, así como deseos de ganar”.
“No queremos buscarle el lado negativo a las cosas, al contrario, tenemos muchas situaciones positivas por el buen momento que atravesamos”, agregó. “Aunque cometamos errores en el terreno y algunas cosas nos salgan mal, igual seguimos muy positivos y jugando muy bien. Contamos buen pitcheo, además del bateo oportuno para seguir ganando”.
Blanco también se apoyó en los peloteros experimentados. Era necesario tener un liderazgo en el dugout, más allá del cuerpo técnico, y Luis Maza, que el año pasado llegó a Margarita en un cambio con los Tigres, ha cumplido con esa función.
“Aunque no juegue, cumple un papel muy importante en el equipo, está en el banco hablando con los jóvenes. Como veterano sabe cómo aportar al equipo”.
Maza, siempre de bajo perfil, fue una pieza importante en la dinastía de Aragua.
Bravos también ha ido sumando piezas importantes como el catcher Elías Díaz y, más recientemente, el grandeliga Wilmer Flores, mientras que Eliézer Alfonzo y Breyvic Valera han ido subiendo su rendimiento, en tanto que los importados Brian Goodwin y Maikel Cáceres han sido de mucha ayuda en la segunda mitad.
Blanco tiene varias razones para ser optimista.