Créditos Imagen: Jairo Pérez Foto: AVS PHOTO REPORT
Alexander Mendoza | Prensa LVBP
Valencia.- Jairo Pérez y Néstor Molina aspiraban a jugar la primera postemporada de sus carreras con Cardenales, el equipo que los ha visto establecerse como figuras. Pero en los últimos tres años, Lara no ha podido comprar su boleto a la tierra prometida. Esta temporada, por segundo zafra seguida, quedó fuera en un partido extra.
Ahora, gracias al Draft de Adiciones y Sustituciones de la LVBP, ambos están en los playoffs, pero en diferentes trincheras. El jardinero viste el uniforme del Magallanes. El lanzador defiende los colores del Caracas. Los dos son testigos de excepción de la rivalidad Caracas-Magallanes, el enfrentamiento que durante años acapara el interés de la mayor cantidad de aficionados en el país.
“Estoy feliz de poder ayudar a este equipo. Todos me recibieron con los brazos abiertos”, soltó Pérez.
El bateador derecho, de 27 años de edad, estuvo cerca de inscribir su nombre en el libro de récords de la nave, tras quedarse a un doble de completar el ciclo, en el primer partido de la serie de playoffs.
Pérez sacudió, cuadrangular, triple y sencillo, que le sirvieron para remolcar cinco carreras y encabezar la ofensiva de los filibusteros, que apabullaron a los capitalinos 8-1, el sábado.
“Quería darle un jonrón a los Leones, quería sacarme la espinita, porque ellos nos eliminaron en el juego extra y, sobre todo, por la manera como celebraron ese triunfo”, confesó el portugueseño. “Ese batazo fue dedicado a la fanaticada de Cardenales, pero lo más importante fue ayudar a Magallanes a ganar”.
El público, que llenó buena parte de las localidades del Estadio José Bernardo Pérez, lo aplaudió a rabiar.
“Como el partido estaba abierto, pensé en hacer swing para tratar de llevar la pelota a un callejón y conseguir el doble, pero no llegó la oportunidad de un turno más. De cualquier forma estoy muy contento con ese debut en playoffs”.
Al manager del club valenciano, Carlos García, no le sorprendió el desempeño del refuerzo.
“El impacto que pueden tener los refuerzos quedó claro. Eso es lo que (Pérez) ha hecho todo el año y esperábamos que nos diera balance a la alineación”, destacó el piloto.
Pérez ligó .394 (33-13), con tres dobles, dos vuelacercas y cinco remolcadas, en 10 juegos contra el Caracas, durante la eliminatoria. En ese lapso, exhibió OBP de .500 y slugging de 600.
Aunque, el recién llegado, además de tomarse esa revancha personal contra el Caracas, agregó que esa noche tuvo un matiz diferente, con relación al resto de sus desafíos frente a Leones.
“Un Caracas-Magallanes es muy emocionante”, enfatizó. “La rivalidad entre estos equipos comenzó hace muchos años. Tienen una gran trayectoria en la pelota venezolana y lo disfruté mucho. Me toca defender al equipo Magallanes y todo ha sido especial”.
Molina, un valenciano de 26 años de edad, estuvo acompañado de su familia en los dos primeros juegos de la serie. Hasta ahora ha sido un espectador más, pero espera con ansias subir al montículo el martes, cuando la serie se reanude en el Estadio Universitario y sea protagonista.
La última vez que estuvo en ese escenario, perdió el partido en el que Lara quedó eliminado. Ahora tiene la nueva oportunidad de mostrarse en una vitrina, que no conocía.
“Sabía que algún equipo me iba a tomar en el Draft, pero cuando me enteré que era Caracas no puede negar que me sorprendí. Luego me dije que debía pasar la página. Ahora tengo que ayudarlo a llegar a la final, que es lo que la fanaticada quiere. Voy a darle lo mejor de mí. Siempre pensando en grande”.
El derecho, uno de los abridores más consistentes de Cardenales, dejó marca de 2-0 y 2.42 de efectividad, en cuatro salidas contra el Magallanes. Su WHIP fue de apenas 1.07 y los contrarios le batearon .208.
“Me sorprendió que nos llegara el turno de hacer nuestra primera selección y Molina estuviera disponible”, señaló el manager Alfredo Pedrique, cuyo equipo se clasificó en el sexto lugar. “Nos dará solidez a la rotación”.
Molina no piensa cambiar nada de lo que hizo, aunque confiesa que se estará enfrentando a un ambiente totalmente diferente al que le rodeó en sus anteriores enfrentamientos contra Magallanes.
“Es algo nuevo, pero la clave este año ha sido trabajar duro, salir 100% positivo, no solo contra Magallanes, sino contra cualquier equipo. Conozco a muchos de sus bateadores y por eso sé cómo trabajarlos”.
Pero ahora, los Navegantes cuentan con una nueva variable, una que tal vez dificulte resolver la ecuación: Jairo Pérez.
“Jairo es mi compañero de equipo y amigo, pero voy salir a sacarlo out, como al resto. Quiero que llegue ese momento y espero tener éxito en la salida”, puntualizó Molina.
“Néstor es un pitcher muy inteligente, fue uno de los mejores lanzadores en la temporada”, destacó Pérez. “No regala pitcheos. Sabe mezclar muy bien su repertorio. Para enfrentarlo tengo que ir con un plan: salir agresivo. Él tendrá que equivocarse en un pitcheo y debo que estar listo para castigarlo”.
Néstor Molina obtuvo la mitad de sus victorias en la campaña contra Magallanes
El resto de la alineación del Almirante García también tendrá el reporte de Molina y Caracas llegará urgido de sumar un triunfo que evite quedar en una situación de extrema dificultad. Solo que el derecho, no se meterá ese tipo de presión.
“Sigo preparándome igual, como lo hice en la eliminatoria. No tengo que cambiar nada. Simplemente voy a seguir haciendo mis rutinas, que es lo que me ha ayudado sin importar el rival que tenga en frente”, enfatizó Molina.
Al menos tendrá a buena parte del Universitario apoyándolo.
“En Caracas los aficionados son muy aguerridos, pero la concentración debe ser la misma”, concedió Pérez. “Ya tengo algunos años en la LVBP y pienso que debo seguir relajado, como suelo jugar. Sin presiones. Jugaré igual”.
Ambos, desde sus experiencias particulares, comienzan a aportar una página más a los tomos de historia que año tras año escriben los Eternos Rivales.