Créditos Imagen: Daniel Mayora Foto: AVS PHOTO REPORT
Alexander Mendoza | Prensa LVBP
Caracas.- A Daniel Mayora le resultó extraño entrar al Estadio Universitario desde el dugout de visitante. Los Bravos ya se habían enfrentado contra los Tiburones de La Guaira en el parque de Los Chaguaramos, pero en los últimos dos días Margarita lo hizo frente al Caracas, el equipo con el que inició su carrera y jugó por ocho años, antes de ser cambiado durante el receso de temporada.
“Esto es un negocio. Estaba consciente de que algo así podía pasar. No eres dueño de un equipo, ni nada parecido. Solo puedes venir al estadio a intentar hacer tu trabajo. Ahora tengo la camisa de los Bravos y doy el 100% por ellos”, destacó el versátil pelotero que fue canjeado por Wilfredo Tovar el pasado 7 de junio.
Mientras hablaba, rodeado de media docena de reporteros, del otro del parque, donde vivió momentos importantes en su trayectoria en la LVBP, se escuchaban algunos gritos y chanzas.
“Ellos saben que yo siempre bromeaba con todos y estaba de buen humor todo el día. Me están esperando para echar broma un rato (durante la práctica de bateo)”, sonrió.
Era bueno estar de vuelta, ciertamente, y Mayora aseguró que lo disfrutó como cualquier otro juego, pero antes del inicio de la serie de dos desafíos, que se disputó entre jueves y viernes, no pudo ocultar su nerviosismo.
“Tengo un poquito de ansiedad de iniciar el partido porque se trata de mis ex compañeros. Nervios sentimos todos. La ansiedad de jugar contra el equipo con el que tuviste tantos años vistiendo su camisa, está allí. Solo quiero saber qué pasará. Ellos querrán sacarme out y yo maltratarnos un poco (risas)”, destacó.
La respuesta llegó pocas horas más tarde, cuando conectó un sencillo impulsor en el cuarto inning, en medio de un racimo de tres carreras, que decidió el triunfo de los insulares 3-2, el jueves por la noche.
Cuando llegó a la inicial intercambió algunas palabras con Jesús Aguilar, el fornido primera base del Caracas. Quizás alguna vieja broma.
En los dos partidos. Mayora ligó de 6-1, con una remolcada, una anotada, mientras negociaba dos boletos y encajaba un ponche. Margarita se marchó de la capital con un triunfo y una derrota frente a los Leones. Eso fue todo.
¿Lo embargó la nostalgia de escuchar al público apoyar al club del uniforme a rayas, de estar en la acera de enfrente?
“¿Nostalgia? Para nada. Algún día iba a pasar. Esto es un trabajo. Tienes que tratar de separar los sentimientos, no puedes tomártelo a pecho. Hoy estoy aquí, pero mañana pudiera ser en cualquier otro lado. En Zulia, tal vez. Son cosas que pueden ocurrir. Esto es pelota. Solo tienes que estar bien preparado. Ellos tratarán de tirarme buenos pitcheos y yo buscaré hacer swing”.
La temporada sigue su macha. El beisbol continúa.