Créditos Imagen: Fotos: Cortesía Fundación Mario Lissón
Miriam Alejandra Bracho A. | Prensa LVBP
Valencia.- Mario Lissón le ha dado muchas alegrías a los seguidores de Navegantes del Magallanes en las cinco temporadas en las que defendido sus colores. Pero además de dar batazos y ayudar en las victorias de la nave, decidió desde el año 2013 regalar sonrisas a niños de escasos recursos del estado Carabobo a través de la Fundación que lleva su nombre y que este lunes logró reunir más de 300 juguetes en el centro comercial Sambil Valencia.
Lissón contó con la colaboración de sus compañeros de equipo Mitch Lively, Carlos Maldonado, Jesús Sánchez, Luis Rodríguez, el coach de pitcheo Luis Colmenares, el trainer Keito Homma, el anunciador interno José Manuel Rujano y el también pelotero Luis Landaeta, quienes compartieron con los aficionados que entregaron obsequios a cambio de autógrafos y fotografías con sus jugadores favoritos. Una actividad, en la que, adicionalmente, fueron registrados para participar en un sorteo por franelas, gorras y pelotas firmadas por integrantes del club valenciano.
La iniciativa de recaudar juguetes surgió hace un par de años. En esa ocasión la jornada se realizó en el Estadio José Bernardo Pérez y la entrega se llevó a cabo en enero de 2014 a los pequeños de varias casas hogares en Naguanagua, La Isabelica y Las Agüitas.
A Lissón en esta cruzada lo acompañan su papá Mario, su hermano Aroldo y sus mejores amigos Alberto Pacheco y Alexander Pérez. Y lo que hace tres años fue un sueño hoy es una realidad que llevó a cabo su primera actividad formal como Fundación Mario Lissón.
El éxito fue tal que se recaudaron más de 300 regalos que serán donados en enero.
“Vamos a esperar el calendario de la postemporada para ver si podemos hacerlo para el día de Reyes”, comentó el toletero de Magallanes y presidente de la institución benéfica.
La inspiración llegó después de conocer el trabajo de la Fundación Luis Sojo y fue precisamente el ex manager navegante quien entusiasmó a “Súper Mario” a llevar adelante el proyecto.
“Estamos empezando y a medida que vayamos creciendo iremos expandiéndonos por toda Venezuela, comenzando por Caracas. Queremos, en un futuro, hacer un juego de exhibición entre un equipo conformado por peloteros profesionales y otro por fanáticos, también realizar clínicas a escuelas de beisbol menor, caminatas 5K, carreras 10K y hasta conseguir dotaciones para escuelas de bajos recursos”, explicó Lissón lleno de esperanza y con su característica sonrisa.