Créditos Imagen: Eduardo Escobar Foto: AP
Alexander Mendoza | Prensa LVBP
Caracas.- Eduardo Escobar llegó a Nueva York como uno de los agentes libres más atractivos del mercado, durante el receso de temporada. En medio de esas expectativas, su arranque fue lento y durante buena parte de la temporada estuvo batallando con su ofensiva, lo que llevó a los aficionados a abuchearle. Pero el antesalista y bateador de las dos manos, ha logrado dar un giro dramático a su rendimiento y se ha encendido en el momento justo para los Mets.
El miércoles por la noche, Escobar remolcó todas las carreras de los neoyorquinos en el triunfo 5-4 en 10 innings contra los Marlins de Miami. La victoria le devolvió el primer lugar en solitario a los metropolitanos, un juego por encima de los Bravos de Atlanta, en la cerrada lucha por el banderín de la División Este de la Liga Nacional.
“Fue un momento increíble”, le dijo un emocionado Escobar a la agencia AP, después del desafío. “Vaya manera de darle vuelta a un juego”.
Con el marcador abajo 4-0, en el cierre del séptimo inning, el venezolano conectó un jonrón de dos anotaciones contra su compatriota Jesús Luzardo, que hasta ese momento estaba tirando un blanqueo.
En el octavo, Escobar respondió con un hit remolcador de dos rayitas, que enviaría el encuentro a entradas extras. Y en el décimo, con otro sencillo, produjo la anotación de Francisco Lindor –corredor fantasma- desde segunda, con la que dejó tendidos a los peces.
“Supe, justo antes de consumir el turno, que ellos habían perdido”, agregó Escobar, según MLB.com. “Era muy importante para nosotros conseguir este partido”.
Las 28.228 personas que asistieron al Citi Field le vitorearon y aplaudieron a rabiar durante varios minutos. Un ambiente totalmente distinto al que persiguió a Escobar en la primera mitad de la zafra.
“Quería hacer feliz a esta gente cuando regresáramos de la carretera (luego de una gira por Milwaukee y Oakland)”, abundó Escobar sobre la multitud que le aupó. “¡Vamos!”.
Escobar se convirtió en el primer metropolitano con cinco remolcadas en un juego, incluida la de dejar en el terreno al rival, desde que lo hizo Bobby Bonilla en 1993, de acuerdo con ESPN Stats & Info.
“Probablemente, la respuesta no sea otra, que nunca se rindió”, comentó el mánager Buck Showalter sobre el rendimiento del criollo. “Nunca se rindió. Era el mismo tipo todos los días”.
Esa actuación simplemente fue una muestra de lo que ha hecho desde el 1° de septiembre, lapso en el que exhibe una línea ofensiva de .330/.379/.638 (94-31), con 16, anotadas, tres dobles, un triple, ocho jonrones –incluido el primer grand slam de su trayectoria en las Mayores-, 24 remolcadas y 1.017 de OPS, en 25 compromisos.
Nada mal para un pelotero cuya titularidad había sido puesta en duda el 27 de agosto, cuando regresó de la lista de incapacitados, tras recuperarse de un tirón de oblicuos.
Para ese momento, según el reputado periodista Mike Puma, de The New York Post, era “probable” que Escobar desempeñara “un papel utility”, ya que Luis Guillorme estaba fuera por molestias físicas y el club había decidido quedarse con Brett Baty, en la tercera almohadilla. Por estos días nadie recuerda al novato, que se encuentra fuera del roster activo por lesión.
Este jueves, Escobar amaneció primero en slugging (.638) y bases alcanzadas (60), tercero en promedio (.330), segundo en hits (31), cuadrangulares (8), producidas (24) –superado por su compañero Pete Alonso- y OPS (1.017), así como octavo en OBP (.379), durante el mes en curso entre los peloteros elegibles para los lideratos en el viejo circuito.
“Se ha alimentado del apoyo de sus compañeros y de la organización”, destacó Showalter.
Ahora, con el Escobar por el que los Mets pagaron 20 millones de dólares por dos años, el equipo afrontará una serie de tres desafíos el fin de semana contra los Bravos en Atlanta, que podría significar la diferencia entre ser campeón de división o avanzar a los playoffs en calidad de comodín.
Seguramente, Escobar tendrá algo qué decir al respecto.
