Créditos Imagen: Carlos Carrasco
José Luis López | Prensa LVBP
Caracas.- Los Mets de Nueva York anunciaron que el derecho Carlos Carrasco fue operado el martes en Nueva York para remover un fragmento de hueso en el codo de lanzar.
El galeno David Altchek realizó el procedimiento en el Hospital de Cirugías Especiales ubicado en Manhattan. De inmediato, no se suministró un cronograma específico sobre la recuperación del lanzador, excepto que “reanudará las actividades de béisbol a finales de este invierno”.
Igualmente, no se espera que Carrasco se pierda más de una semana de la acción de los Entrenamientos de Primavera, según informó el periodista Tim Healey del diario Newsday, a través de su cuenta de Twitter.
Si se quiere, los fragmentos de hueso en el codo son algo enormemente común de encontrar al final de una temporada de beisbol, especialmente en los lanzadores cuya edad se encuentre entre los 33 y los 40 años, señalan algunos médicos expertos en el tratamiento de pitchers. Carrasco anda por los 34 en estos momentos.
El 2021 representó una temporada plagada de lesiones para Carrasco, quien solo pudo cubrir 53.2 entradas en 12 aperturas, luego de sufrir un desgarro en el tendón de la corva derecha durante los entrenamientos de primavera.
Inicialmente proyectado para perderse entre 6-8 semanas, Carrasco en cambio debió esperar hasta el 30 de julio para hacer su debut en la contienda. Al entrar en ella no se vería como sus antecedentes con los Indios de Cleveland habrían sugerido, al registrar efectividad de 6.04 con WHIP de 1.43. Un estreno poco alentador con los Mets, después de ser lanzador estelar y efectivo a su paso por la hoy extinta tribu.
Solo pudo ponchar a 21 por ciento de sus rivales, si nos remitimos a su habilidad de abanicar bateadores. Este porcentaje fue el más bajo de su carrera desde la campaña de 2013, cuando lanzó solo 46.2 entradas en su primer año de regreso después de someterse a la cirugía Tommy John, sostiene Mark Polishuck desde el portal MLB Trade Rumors.
Cabe pensar que el fragmento de hueso extraído del codo del venezolano, fuera un factor en su falta de resultados, por lo cual con este procedimiento se espera que vuelva a su forma anterior en 2022.
Carrasco comenzará a prepararse en la temporada baja, lo cual proporciona una visión positiva de que estará listo para el grueso los entrenamientos primaverales, pues el cronograma de recuperación descarta acción en la primera semana de trabajo.
En el panorama general, por supuesto, otra lesión es naturalmente una preocupación para un lanzador que está entrando en su decimotercera temporada con 35 años de edad y ya tiene un historial significativo de problemas de salud. Más allá de la cirugía de Tommy John, Carrasco se perdió tres meses de la temporada 2019 luchando contra la leucemia antes de hacer un emocionante regreso en septiembre como relevista del bullpen de los Indios, y luego lanzar bien como abridor para una estupenda efectividad de 2.91 en 68 entradas en 2020.
Por otro lado, Carrasco está entrando en la última temporada garantizada de la extensión de cuatro años y 47 millones de dólares que firmó con Cleveland en diciembre de 2018. Está programado para ganar $12 millones en 2022, y los Mets tienen una opción de club de $14 millones -con opción de compra de $2 millones- para 2023, que se convertiría en un acuerdo garantizado si Carrasco lanza 170 entradas la próxima temporada y termina el año con buena salud. He aquí el gran reto y la interrogante del caso.
Después de adquirir a Carrasco junto al torpedero Francisco Lindor en la temporada baja pasada, los Mets ciertamente esperan más en el segundo año de Carrasco con el equipo, especialmente porque tanto Marcus Stroman como Noah Syndergaard podrían irse en la agencia libre este invierno.
