Créditos Imagen: Fotos: Elio J. Miranda
José Ángel Rodríguez | Prensa LVBP
Valencia.- Hubo un punto de quiebre en Navegantes del Magallanes desde el jueves 10 de noviembre, cuando la carabela perdió contra Bravos de Margarita en Valencia. Hasta ese momento, los vigentes campeones de la LVBP habían podido sortear las aguas para navegar con récord de 10-6, en el tercer lugar de la tabla de clasificación, a un juego del primer puesto. Pero desde entonces, el viento ha estado en contra.
Un registro de 2-8 en los recientes 10 careos tienen a los nautas en la lucha de terminar con promedio de .500 al final de la quinta semana de campeonato (balance de 12-13 previo al compromiso del domingo 20 de noviembre). La escuadra bucanera tomó algo de oxígeno con el triunfo en el Clásico de La Chinita el viernes que detuvo racha de cinco derrotas, pero sufrió un duro traspié en casa contra su Eterno Rival, Leones del Caracas, un día después.
Entre varios nubarrones negros que han desatado la tormenta, el más cargado de tempestades ha sido el pitcheo. Con un promedio de carreras limpias de 6.59, ningún equipo del circuito tiene peor guarismo en el lapso de esa decena de cotejos, incluso mucho más alarmante que el de Tigres de Aragua (5.13), que ha sido amo y señor de esa indeseable etiqueta desde el comienzo del torneo.
En la puerta del bullpen local en el Estadio José Bernardo Pérez, a poco menos de 10 minutos para comenzar el choque contra la manada capitalina, José Villa, hasta el sábado coach de pitcheo de la galera, ahora reinsertado a su función como instructor de bullpen, ofreció su perspectiva sobre el complicado presente.
“Este año hemos dependido siempre de los abridores, contrario a lo que fue el año pasado. La temporada anterior el relevo hizo el trabajo”, expresó a LVBP.com. “Ha sido bastante difícil la situación que estamos viviendo por diversas situaciones como el virus (que aqueja a buena parte de la nómina turca) y al exceso de trabajo a veces de los muchachos”.
Una mirada que se afianza al profundizar en los números. La rotación abridora del club tiene balance de 0-3 con PCL de 7.26 en solo 31 innings de labor durante el período de muestra. Un ejemplo se evidenció en el juego frente a los melenudos; Ricardo Sánchez, quien hasta entonces había sido junto a Erick Leal el iniciador de mejor desempeño en el curso 2022-2023, solo lanzó una entrada, admitió cinco rayas libres de suciedad, la misma cantidad que acumulaba en 21.1 entradas previas en la campaña y otorgó tres boletos, uno más de los exhibidos hasta antes de esa apertura.
El relevo ha tenido que exigirse y aunque ha mostrado notables signos de mejora en los últimos tres cotejos: seis carreras limpias en 20 capítulos para efectividad de 2.70, no ha alcanzado para mostrar balance positivo (1-2), ni tampoco para hacer más atractivo el balance del bullpen en el lapso de 10 juegos: 2-5 y PCL de 6.18 en 51 innings. Ningún cuerpo de relevistas ha tenido que trabajar más que el filibustero, aunque en el medio también hubo un Bullpen Day en el primero de la serie contra Águilas, en la que Jesús Fandiño estuvo como opener y le siguieron nueve brazos más.
“En el bullpen faltaba un poco concentración, porque nos poníamos abajo en la cuenta muy rápido o lográbamos ponernos arriba, pero nos daban el batazo. Hacía falta concentración para hacer el pitcheo correspondiente”, explicó el instructor Villa. “Aunque pienso que eso ya quedó atrás, el relevo va a volver a tomar las riendas como tiene que ser”.
Quizás el caso que más preocupa al staff técnico sea el de Anthony Vizcaya. En 16.2 entradas en el presente certamen ya ha permitido más carreras limpias (11) que en las 41.2 en las dos campañas anteriores (10). Y Villa identificó una de las posibles causas.
“Estamos trabajando con él su recta, no tiene el control que se quiere porque se le está subiendo mucho (en el home) y también buscando que use más la curva porque es uno de sus mejores pitcheos”, glosó. “Creo que ya con lo que se ha trabajado y conversado con él ha hecho los ajustes para mejorar en lo consiguiente”.
Bruce Rondón, Cerrador del Año en la reciente zafra, estuvo 11 días sin lanzar hasta la serie en el parque marabino, debido a unas delicadas complicaciones de salud derivadas del cuadro viral que aqueja al clubhouse eléctrico. Aunque el técnico y el mismo serpentinero indicaron que ya se encuentra en plenitud.
Ante la situación de la llegada de Jonathan Albaladejo como nuevo coach de pitcheo, algo que ya estaba previsto desde la previa de la temporada, pero no se pudo concretar hasta casi un mes después del inicio por algunos asuntos personales que debió atender el puertorriqueño, Villa no expresó asombro ni ningún tipo de malestar.
“Yo sabía que esto iba a pasar tarde temprano porque estaba pensado que se trajera a Darwin Marrero (coach de pitcheo de la sucursal Doble A de los Cardenales de San Luis) y por la situación con MLB se tomó la decisión de que viniera Albaladejo. Siempre habíamos estado en comunicación, le enviaba reportes de manera continua para que él cuando llegara no estuviera lejos de la situación. Será una ayuda para todos nosotros”, reconoció.
Hasta ahora, Erick Leal ha sido el brazo más consistente de la rotación naviera, respondiendo a sus credenciales
LA FILOSOFÍA DE ALBALADEJO
Jonathan Albaladejo llegó a Venezuela el viernes a las 11:30 pm y ya el sábado estaba incorporado a Navegantes del Magallanes para asumir su postergada función como coach de pitcheo. El boricua actuó como lanzador en cuatro temporadas con Tiburones de La Guaira y tendrá su primera experiencia como técnico en la LVBP a los 40 años de edad.
“Soy una persona abierta, me encanta la comunicación con el pelotero para así yo poder tomar la mejor decisión. Conocer su mentalidad para saber en qué situación del juego se puede desarrollar mejor, me gusta enseñar, ayudar tanto en la mecánica como en situación de juego”, expresó a su llegada al periodista Roger Rojas, integrante del circuito radiofónico de los nautas, sobre su personalidad como instructor.