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Alexander Mendoza | Prensa LVBP
Caracas.- Aníbal Sánchez estuvo lidiando durante poco más de tres semanas con una inflamación en el triceps derecho, además de una afección respiratoria, pero regresó en gran forma y logró impresionar en su debut en la Liga de la Toronja.
El lunes, Sánchez otorgó boleto a David Lough, el primer bateador de los Filis al que enfrentó, pero de allí en adelante obligó a sus rivales a batear ocho roletazos, incluido uno para dobleplay, mientras abanicaba a otros tres para completar cuatro innings en blanco, en los que no permitió imparables.
De acuerdo con el reporte de MLB.com, los envíos del derecho de los Tigres de Detroit fueron medidos entre 86 y 93 millas por hora, con la recta promediando 90 mph. Aunque, lo más importantes fue que casi todos sus pitcheos se movieron.
“Todo lo que tiró lució bien”, destacó el catcher James McCann. “Todos sus pitcheos funcionaron”.
Sánchez no permitió que la alineación de Filadelfia le levantara la bola a los jardines, un gran signo para un lanzador que encajó 29 jonrones en 2015, cifra tope en la Liga Americana.
“Usé todo mi repertorio”, señaló el tirador. “Me enfoqué en colocar la bola baja en la zona strike. En eso es lo que quiero trabajar. Esta vez no me moví tanto (en el montículo). Traté de mantener las cosas simples, directas. Es la menara como solía lanzar”.
Sánchez redujo los movimientos que hacía en la lomita, antes de la entrega. El desplazamiento lateral que había estado realizando en años recientes, fue eliminado de su mecánica. El cambio es un intento para reducir el esfuerzo que hacía su cuerpo antes de soltar la bola, pero además le ofrece una mejor oportunidad de repetir su entrega al plato.
“Se está enfocando más en el descenso (desde el montículo hacia el plato), es una acción norte-sur, en lugar de este-oeste”, explicó McCann a MLB.com. “Eso es lo que quieres que ocurra. Será mejor para su brazo y le hará más fácil los ajustes entre pitcheo y pitcheo”.
Para el manager Brad Ausmus, el movimiento de rotación que hacía Sánchez era un “desperdicio” que creaba problemas y ninguna solución.
Sánchez aseguró sentirse diferente, ahora que se zafó de esa especie de lastre.
Según el informe de MLB.com, el derecho tenía previsto lanzar entre 50 y 55 envíos, suficientes para tres inning, pero terminó trabajando una entrada más. En ese último tramo uso apenas nueve envíos y obligó a sus contrarios a golpear tres rodados.
“Me sentí bien, especialmente en ese inning”, confesó el maracayero. “Nueve pitcheos es una gran cosa. Incluso si no tienes límites de envíos y logras un capítulo de nueve envíos, te hace sentir cómodo y fuerte para la próxima entrada”.
Detroit espera que Sánchez abra un par de encuentros más en la Liga de la Toronja, antes del inicio de la temporada.
