Créditos Imagen: Isaías Tejeda | Fotos: Alejandro Van Schermbeek
Rayner Rico | Prensa LVBP
Caracas.- Para todos los jugadores, participar en una Gran Final representa un motivo de orgullo, de regocijo. Para cada uno de ellos, en la mayoría de los casos, esa motivación los obliga a presentarse con un enfoque mucho más intenso que el acostumbrado durante toda la temporada, como está sucediendo ahora mismo con el dominicano Isaías Tejeda.
El foráneo encontró en esta serie entre Leones del Caracas y Tiburones de La Guaira el escenario ideal para tener la oportunidad de reivindicarse en estas instancias decisivas de la LVBP, después de dos apariciones en las que tuvo un desempeño muy por debajo de lo esperado, una con los capitalinos y otra como refuerzo de Cardenales de Lara.
Tejeda estuvo presente en la cueva melenuda en la final ante pájaros rojos de la zafra 2018-2019 y después de una primera etapa de playoffs fructífera, además de una posterior semifinal de notable rendimiento en las que ligó para .350 y .444 de average, respectivamente, sufrió una debacle en su madero al finalizar con apenas un hit en 17 turnos, aparte de solo un par de carreras remolcadas.
Una campaña más tarde, apareció de nuevo en una postemporada en la que jugó su primera fase como capitalino, aunque para la segunda y tercera vuelta de la instancia le tocó ataviarse de crepuscular y tampoco pudo generar dividendos. Sumó cuatro imparables en 34 turnos de manera combinada, con dos remolques y dos anotadas.
“Qué te digo, ese bateador siempre estuvo ahí, aunque los resultados no fueron los mismos. En aquella oportunidad no teníamos el mismo lineup, y cuando ese tipo de situación se da, tu sientes que todo recae sobre tus hombros. Ahora tenemos una alineación diferente, un equipo bastante completo, en el que si no lo hace uno lo hace el otro. Antes no, toda la responsabilidad la tenía yo”, esgrimió el nacido en Santo Domingo, la capital quisqueyana.
Los números de Tejeda antes expuestos contrastan con los arrojados en los primeros cuatro juegos de la Gran Final en curso, en los que ya superó ampliamente su producción total. Golpea e 14-7 (.500), con cuatro dobles y siete remolcadas, con tres boletos por apenas dos ponches..
Pero lejos de tomarse el protagonismo o hacer gala de su estatus de estrella en Leones, prefiere concederle mayor importancia a lo que es el comportamiento colectivo, por encima de lo individual.
“Hemos venido haciendo un buen trabajo en conjunto. No solo he sido yo, ni los muchachos del bateo. El pitcheo también ha aportado. Aquí estamos todos unidos, poniendo cada quien su granito de arena, ya sea dentro del terreno, afuera, con un batazo, con una buena jugada, con lo que sea que se pueda ayudar a triunfar al equipo. No son los logros personales sino los grupales los que valen. Porque al final del día, si yo bateo .500 de average y perdemos la final nadie lo notará; aunque si yo bateo .100 y la ganamos, eso es lo que todo mundo va a ver y a recordar”, manifestó el robusto toletero, de 31 años de edad.
Isaías Tejeda ha mostrado un rendimiento superlativo y fue la figura del segundo juego de la Serie Final
Dentro de la cueva caraquista actualmente no existe ningún jugador activo con más finales en su haber que Isaías Tejeda, no solo en Venezuela, sino en otras latitudes, en donde se ha mantenido actuando al tratarse de un trotamundos de la pelota, con participación en diversos circuitos tanto de Estados Unidos, como del Caribe, en las que según su propio conteo ya supera la decena.
“Son como seis en ligas invernales, otras cuatro en el beisbol organizado y más o menos tres nacionales. Puedo decir que yo tengo bastante experiencia, que ya estoy curado, porque uno va aprendiendo con las experiencias y con el tiempo”, esgrimió, quien ha fungido como el inicialista titular para el mánager José Alguacil.
Si bien Tejeda atesora sus orígenes dominicanos, un pueblo que se siempre deja fluir sus emociones, al igual que el resto de los caribeños, en lo extensa de su trayectoria en la LVBP se ha caracterizado por ser un pelotero poco expresivo, incluso cuando las ocasiones más lo han ameritado. Dicho comportamiento no es exclusivo de los desafíos, incluso en el dugout durante las prácticas se exhibe de la misma manera.
Aunque muchos lo puedan incluso tildar de apático en ocasiones, se trata solo de una personalidad introvertida, que no significa que no disfrute ni sienta pasión por lo que hace y así el mismo lo deja en claro.
“Cada quien tiene su manera diferente de expresar sus emociones. De pensar distinto, siempre y cuando no falte el respeto a nadie. En lo personal, me vivo mi juego a mi propia manera, aunque no quiera decir que esté en desacuerdo a como lo hacen los demás”, explicó Tejeda.