Créditos Imagen: José Alguacil Fotos: A. van Schermbeek
Alexander Mendoza | Prensa LVBP
Valencia.- Mientras la Liga Venezolana de Beisbol Profesional define al campeón de la temporada 2021-2022, José Alguacil observa en perspectiva lo que ha ocurrido durante los últimos tres meses y, aunque no está satisfecho del todo, prefiere ver el vaso medio lleno.
“Me quedo con la buena imagen que dejaron todos los jugadores, quienes dejaron en el terreno todo su esfuerzo, le echaron un camión… Lo malo es que no pudimos alcanzar lo trazado y, créeme, que eso me molesta y mucho”, soltó, vía telefónica el experimentado técnico, poco antes de regresar a Estados Unidos, donde estrenará el cargo de coordinador de infield de los Nacionales de Washington.
Alguacil fue contratado para su primera experiencia como mánager en la LVBP, nada menos que para encargarse de Leones del Caracas, el equipo con más gallardetes en la historia del circuito (20), pero en medio de una sequía de 11 años sin coronas y luego de la decepcionante campaña 2020-2021, en la que terminó en el último lugar con un exiguo registro de 15-25.
Un oscuro panorama, que no hacía presagiar una mejoría inmediata, por lo que sus acciones estaban a la baja y creer en buenos resultados era un acto de fe.
Pero al final de la ronda regular, Caracas apareció tercero, apenas a dos juegos del favorito Cardenales de Lara, que escoltó al líder Navegantes del Magallanes.
La gerencia había hecho movimientos importantes y todas las figuras emergentes del equipo alinearon desde el Día Inaugural, con Wilfredo Tovar a la cabeza y otros veteranos como parte de la nómina.
“Bueno, todo el personal nos trázanos metas, cuando digo personal, me refiero a que todos los que pudimos vestir la camiseta de los Leones este año dijimos que no podíamos permitir que el Caracas se quedara fuera por otra temporada y dimos lo mejor de nosotros a diario. De allí los resultados”, aseveró Alguacil.
Pero antes de meterse entre los cinco clasificados al Round Robin, Caracas sorteó enormes problemas. En sus primeros 26 desafíos ninguno de sus abridores ganó un encuentro, algo inédito en la liga, al menos desde la primera expansión en la zafra 1965-1966, de acuerdo con Quality Sports. En ese lapso los iniciadores melenudos compilaron un preocupante registro de 0-7, con 6.30 de efectividad y 1.72 de WHIP.
“Ese tema sí nos complicó los planes un poco, porque todos sabíamos que fue una gran debilidad en la temporada pasada y tratamos de solidarizarnos con dos abridores importados (Kevin Gadea y Alex Sanabia), pero cuando no pudieron ayudarnos debido a lesiones y enfermedades, nos pusieron en una situación difícil teniendo que acudir al bullpen, cuyas piezas tuvimos que sobre utilizar, lo que nos llevó a improvisar a diario, para poder conseguir victorias. Créeme que no fue nada fácil. Pero así pudimos clasificar al equipo”.
Alguacil también tuvo que lidiar con el poco fondo del equipo, que al final del calendario regular y, especial, durante la semifinal, se fue quedando sin aliento y parecía que, en cualquier momento, tendría que poner a jugador fuera de posición para llenar la vacante de un lastimado.
Alguacil guió al Caracas a un récord de 26-23, tercero en la eliminatoria, y terminó segundo en la votación del Mánager del Año
“Sin duda alguna la profundidad fue una debilidad que nos creó un problema en el Round Robin. Teniendo jugadores veteranos y algunos lesionados que necesitaban días de descanso y no podíamos darnos el lujo de hacerlo, porque podría interrumpir nuestro primer paso que era clasificar. Entonces, ahí tienes la respuesta de por qué los lineups en las series en Zulia y Maracay, sin los regulares (al final de la rueda regular)”, enfatizó el estratega.
Entre el 17 de diciembre (últimos cinco juegos de la regular) y el 9 de enero (primeros 10 desafíos del Todos contra Todos), el equipo entró en una espiral descendente que le dejó con balance de 2-13.
“Sin duda alguna ya vimos que en los primeros juegos del Round Robin tuvimos que salir con jugadores que no participaron mucho en la ronda eliminatoria, debido a las lesiones de los titulares, que seguían apareciendo en el curso diario del playoff. Pero creo que todo nos hizo más fuertes. Vimos que los que salieron a jugar demostraron que sí tenían en claro el mensaje de ganar. De ahí las cinco victorias seguidas después de estar 1-9”.
Alguacil tuvo que adecuarse a manejar a un equipo diezmado, algo que le exigió al máximo. Antes, en su estreno como piloto en el Caribe, en la difícil reunión de República Dominicana, con Estrellas Orientales, también afrontó los altibajos propios de la pelota de invierno, pero siempre que miraba a la banca, había alguien a quien echar mano.
“Esta campaña me enfrenté con muchos obstáculos y limitaciones. No son excusas, pero sí teníamos un equipo con muchas limitaciones de profundidad. Cosa que cuando dirigí en Dominicana no ocurrió. El gran problema es que tienes mucha profundidad y tienes de dónde escoger, gracias a un roster de 50 peloteros totalmente abierto. Te encuentras con jugadores con mucha experiencia que no pueden ser utilizados debido a la profundidad del roster”.
Pero comparar una liga con otra no es algo que le consuele.
“No estoy satisfecho. Nunca me gusta dejar las cosas a medias. Créeme que siempre he sido ganador y odio perder. Esto me ha dejado un sabor bien amargo por no poder dar el siguiente paso. Pero sí diría que fue una gran experiencia de aprendizaje en mi carrera”.
Alguacil estuvo apoyado por un cuerpo técnico de lujo, que incluyó a Lipso Nava –mánager campeón en la liga- como coach de banca y a Wilson Álvarez, en la bores de instructor de lanzadores, quien logró armar a pulso una rotación que llegó a tener a José Mujica, Ronald Herrera y Jhonathan Díaz, y, en general, levantar al pitcheo leonino que en la 2020-2021 tocó fondo con una efectividad de 5.89, la peor de su historia.
“Bueno, de más está decir que nuestro cuerpo técnico es uno de los mejores de la liga. Lo hicimos de esa manera para pasar la mejor información a nuestros peloteros y crear esa buena relación coaches-jugadores, con la intención de tener un clubhouse sano. Siempre he dicho que la química es parte de un equipo ganador”, apuntó el dirigente caraqueño, de 39 años de edad.
Richard Gómez, gerente deportivo del Caracas, se inclina por repetir a Alguacil y a todos sus colaboradores. El estrega también está abierto a volver a vestir la casaca de Leones. Le gusta la idea de volver para terminar lo que dejó inconcluso.
“Sin duda, como te dije me llevo un sabor amargo de no poder terminar las metas trazadas”, afirmó.
Aunque, ¿tal vez ponga algunas condiciones?
“No diría tanto condiciones, si no poder reforzar las debilidades desde temprano, para poner un mejor equipo y ganar. Cuando digo ganar es ser campeón”.
El piloto Alguacil aseguró que durante toda la temporada reinó un buen ambiente en el clubhouse del Caracas