Créditos Imagen: Prensa Caribes de Anzoátegui
Eduardo Acosta | Prensa LVBP
Puerto La Cruz.- Cuando se escucha el nombre de Víctor Cairo es casi ineludible no asociarlo con Miguel Cairo, recordado grandeliga y figura de Leones del Caracas y Cardenales de Lara, en la Liga Venezolana de Beisbol Profesional.
Víctor, nacido en Anaco, igual que su tío Miguel, es ficha de Caribes de Anzoátegui y este año por primera vez participará en la filial indígena del Programa de Desarrollo. Un paso importante en su desarrollo y el escalón previo para comenzar a pensar en vestir el uniforme de los orientales en el equipo grande de la LVBP.
“Es una emoción bien grande lucir los colores de Caribes”, señaló el joven, de 18 años de edad. “Cuando era un niño me regalaron un bate y desde entonces no he parado de jugar beisbol. Mis padres, mis primos y toda mi familia me apoyaban y me siguen respaldando para que siga luchando por lo que quiero”.
El novel receptor participó en la pretemporada en el Estadio Alfonso “Chico” Carrasquel con el firme propósito de ser notado por el cuerpo técnico indígena para que su nombre figure esta campaña en el roster aborigen. A pesar de no haber logrado la meta de estar en el equipo grande, por el momento, el anaquense se siente más que satisfecho por el aprendizaje durante las últimas dos semanas.
“Aprendí muchísimo en las prácticas. Fue muy emocionante pisar el terreno de este parque. Siempre venía como fanático a ver los juegos de Caribes y me imaginaba jugar como profesional y, bueno, aquí estoy, aunque me queda mucho por mejorar y por aprender, espero regresar. Sería algo muy grande”, relató receptor, que fue firmado el año pasado por Pedro Mena, gerente deportivo del club.
Sueña con las Grandes Ligas
Víctor Cairo viene de su primera campaña en el sistema de granjas de los Gigantes de San Francisco. El receptor fue asignado al equipo de novatos de la Dominican Summer League. Así que todavía tiene un largo que trecho que recorrer.
“Mi sueño es ser grandeliga como mi tío, quiero continuar su legado en la familia. Eso sería algo grande. Sería una gran satisfacción. Estoy trabajando muy duro para lograrlo y espero algún día, con el favor de Dios, poder alcanzar esa meta”.
Para Víctor, es un orgullo que le relacionen con Miguel Cairo, cuando escuchan su nombre.
“Siempre que me preguntan: ‘¿Eres familiar de Miguel?’. Y les digo inmediatamente que sí, que es mi tío, cosa que me enorgullece. De pequeño veía sus videos. Tengo muchas fotos de él en mi casa. Cuando firmé con Caribes y con San Francisco, fue el primero en comunicarse conmigo. Siempre estamos en contacto, me aconseja mucho, me dice que llegue temprano a los entrenamientos, que escuche de buena manera a los coaches y, sobretodo, que tenga disciplina, porque esa es la clave para llegar lejos”, contó.
Por ahora, el bisoño Cairo se dispone a aprovechar la experiencia de actuar en el difícil Programa de Desarrollo, para seguir sumando turnos como profesional y, tal vez, lograr una buena impresión para ser tomado en cuenta en el futuro cercano.
“Quiero trabajar en mi defensa y velocidad. Debo confesar que no soy tan rápido en las bases como lo fue mi tío (risas). Me destaco más como bateador de fuerza. Mi tío me aconsejó que no desmayara porque las oportunidades siempre llegan, si se es constante. Este es uno de mis sueños y lo estoy viviendo por mi familia. Daré lo mejor de mí”, puntualizó.
