Créditos Imagen: Fotos: Alejandro van Schermbeek
Alexander Mendoza | Prensa LVBP
Caracas.- La voz entusiasta de Oswaldo Guillén resumió durante una hora el liderazgo y la energía que aportará a los Tiburones de La Guaira, durante su presentación oficial como manager del equipo frente a la prensa nacional.
El dirigente, de 52 años de edad, salpicó sus respuestas con su acostumbrado humor y aseveraciones, sin cortapisas.
“No creo en sueños. Voy a cumplir una meta. Ponerme este uniforme de nuevo ha llevado a que mucha gente me felicite, pero luego les pregunto por qué. Estar aquí solo me traerá estrés y dolores de cabeza. Pero mi corazón siempre le ha pertenecido a los Tiburones de La Guaira”.
Guillén estuvo acompañado por Antonio José Herrera, vicepresidente y uno de los propietarios del club.
“Este momento es muy importante para nosotros. Lo estuvimos esperando durante más de una década. Es un anhelo”, destacó el ejecutivo.
La franquicia está en medio de una sequía de 30 años sin un título y Guillén espera poner fin a la espera.
“No solo el equipo se lo merece, yo también merezco que los Tiburones ganen un campeonato. Mi meta es ganar aquí. Claro, no existen garantías solo porque yo sea el manager. Lo único que puedo prometer hasta que me vaya, es que la pasión, el amor, la disciplina y la constancia estarán todos los días en el terreno. Soy muy disciplinado, muy estricto. Esto me puede traer dificultades con mucha gente, incluso con los peloteros. Pero la exigencia será salir al terreno a jugar bastante duro”.
Guillén se convirtió en el primer venezolano que logró dirigir en las Grandes Ligas, tras asumir las riendas de los Medias Blancas de Chicago, en 2004. Al año siguiente se erigió en el primer piloto latinoamericano en ganar una Serie Mundial y se llevó el premio Manager del Año.
Se mantuvo como mandamás en Chicago hasta el final de la campaña 2011, cuando fue cambiado a los Marlins de Miami, en una transacción que también involucró a peloteros de ligas menores. La gerencia de los peces lo despidió, tras concluir la temporada de 2012.
Ahora, todo ese palmarés es apenas una referencia. Ahora tendrá que hacer los ajustes necesarios para adaptarse a la pelota caribeña.
“Dirigir aquí es mucho más difícil que en Grandes Ligas. En Venezuela, cuando armas un equipo, tienes que organizar tres etapas. El inicio de la temporada, luego, cuando los peloteros se quieren ir y la tercera para la final, que empiezas a recoger peloteros de otro lado. Yo quiero agregar una cuarta, que es la que añoro, cuando debes prepararte para la Serie del Caribe. Por otro lado, están las restricciones (de los equipos de MLB). Hay peloteros que vienen un día chévere y otro no. En Grandes Ligas te botan o te bajan. Aquí tienes que ser muy paciente e inteligente con los peloteros”, explicó Guillén.
“No puedo pensar que estoy con un equipo de Grandes Ligas. Es beisbol es muy diferente. No solo como manager, sino como gerente. Es muy corta la temporada. Los fanáticos son muy exigentes. Se pasa el tiempo muy rápido”, abundó el mirandino. “Se lo pueden preguntar a Manny Acta, Moisés Alou o Jorge Velandia. Antes salíamos a las 3 de la tarde para jugar en Valencia, ahora hay que tomar el autobús a las 11:00 am. En Grandes Ligas, ganas o pierdes, lo demás lo tienes en bandeja de plata”.
Guillén enfatizó que además de su compromiso con el equipo y la aspiración de la Junta Directiva de La Guaira, aceptó al proposición de hacerse cargo del club llegó en el instante adecuado.
“Es el momento preciso. Ya mis hijos están grandes y no tengo nietos, cuando los tenga seguiré hablando porquerías por ESPN. Estoy heredando un equipo bastante bueno y, una de las cosas más importantes, ayudaré a Jorge Velandia, que es como mi hermano, y dirigiré a José Martínez, uno de los mejores peloteros de los Tiburones, a quien prácticamente crie. Cuando jugaba (en ligas menores) con los Medias Blancas, me demostró que la perseverancia sí existe. Ha dado muchas vueltas y ahora está en el roster de 40 de Kansas City. Es un orgullo personal”.
Guillén tomará el testigo que dejó Buddy Bailey, uno de los dirigentes más exitosos en la historia de la LVBP, que en los últimos dos años clasificó a los Tiburones y los metió en semifinales.
“Soy el admirador número uno de Buddy Bailey. Muchos lo odian. Muchos lo aprecian. Pero yo lo admiro. Cuando acepté este trabajo, le pregunté a Antonio (José Herrera) por qué no repetía Bailey y él me dio sus razones. A Bailey no lo botaron porque estaba yo. La gerencia estaba en proceso de hablar con él sobre el balance de la temporada. Por eso le pedí a Antonio, que si existía la posibilidad, Bailey se quedara en la organización”, glosó Guillén. “Bailey hizo un buen trabajo dentro y fuera del terreno, al crear disciplina, ganas de jugar. No me considero mejor que Bailey en esta pelota. Nunca he sido campeón aquí. ¿Soy mejor que él en Grandes Ligas? Seguro. Pero en esta pelota no me he graduado todavía”.
Guillén reiteró que su deseo es dirigir no solo en la campaña 2016-2017, sino en los años venideros.
“Cuando me pongo para algo, eso es. No vengo a quitarle el protagonismo a nadie. Cuando un equipo pierde, los peloteros se quedan y botan a los managers. En los Tiburones despiden a más gente que los Marlins”, bromeó. “No voy a ser la reina de carnaval que llegó y se fue. La única forma que deje a Tiburones es si alguien se acuerda de mí en Grandes Ligas, de resto estoy comprometido con La Guaira, de verdad. Esto no es para vender tickets o por un día de fama. Esto es para el futuro. Yo quiero volver a vivir el momento de ganar con los Tiburones de La Guaira”.
En 1986, Guillén ligó .367 en la Serie Final que La Guaira le ganó en siete encuentros a Leones del Caracas. Ozzie venía de ser designado Novato del Año en su primera campaña en las Grandes Ligas con los Medias Blancas de Chicago.
FRASES A DESTACAR
“Ojalá los aficionados me quieran en enero tanto como me quieren ahorita”.
“Vamos a gozar. Pero ese goce viene con dificultades que tenemos que echar a un lado”.
“Estaré en el autobús en el que viaja el equipo, en los hoteles donde se hospeda y comeré lo mismo que todos los peloteros. No tendré ningún privilegio”.
“La presión siempre estará ahí, mientras seas dirigente, día a día. Pero si te dejas presionar, no sabes lo que estás haciendo. Si no te preparas, hay mucha presión. Si crees que vas a recibir solo aplausos por dirigir, estás en la liga equivocada”.
“Hay que agradecer a los aficionados por ser tan pacientes y seguir a los Tiburones por tantos años. Pero creo que ya es tiempo de olvidar a la bendita Guerrilla”.
“El primero que supo la noticia fue José Martínez en la Serie del Caribe. Estaba en el dugout haciendo mi trabajo (con ESPN), hablaba con Freddy García, Cafecito se acercó y le dije al oído que iba a dirigir a La Guaira, pero que no le contara a nadie”.